Densitometría ósea


Marina Extramiana Esquisabel, Yamila Evelina Quintana Di Blasi, Patricia Ochoa Pérez, Alba Gomollón Garzón y Yaiza Loreto Aranguren Herrero. Técnicos Superiores en Imágen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Hospital Universitario de Navarra

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Es un examen que evalúa la densidad ósea. Es el método estándar para diagnosticar la osteopenia, la osteoporosis y valorar el riesgo que tiene una persona de sufrir fracturas debido a ésta patología.

El paciente se debe quitar las joyas y prendas que tengan elementos metálicos y se pondrá una bata para el examen. No es necesario estar en ayunas y no debe tomar suplementos de calcio durante 24 horas antes de la prueba.

Debe comentar si se ha hecho algún estudio con contrastes (yodados, baritados, o con radioisótopos) durante los 3 días anteriores a la prueba, ya que podría ser necesario retrasar unos días su realización.

El examen consiste en usar una pequeña dosis de rayos X para evaluar generalmente la cadera y la columna lumbar (zonas principalmente afectadas). Y, en ciertas ocasiones, también el antebrazo.

Este estudio está indicado en mujeres a partir de los 65 años y hombres a partir de los 70 y mujeres postmenopáusicas que no toman estrógenos como suplemento.

Personas con antecedentes familiares de osteoporosis o personales de fracturas y personas con enfermedades asociadas a pérdida ósea, así como también, las que presentan fractura vertebral sin traumatismo aparente.

Personas que toman medicamentos que generan pérdida ósea como los corticoides (prednisona), ciertos barbitúricos y anticonvulsivantes o tratamiento de reemplazo de la tiroides. Aquellas que padecen alcoholismo o tabaquismo.

Personas que padecen diabetes tipo 1, enfermedad crónica renal o hepática, hiperparatiroidismo e hipertiroidismo. Y, también, a personas que ya están diagnosticadas de osteopenia u osteoporosis y que están en tratamiento para valorar su respuesta al mismo. Se realiza con el paciente tumbado en una mesa de examen, durante el cual debe permanecer quieto. La prueba dura entre 15 y 20 minutos.

La columna se estudia con las piernas elevadas sobre un cubo cómodo para conseguir acercar la región lumbar a la mesa de exploración y, la cadera, con el pie en rotación interna para evaluar correctamente el sector proximal del fémur. En ambos casos, el detector escanea la zona de interés, obteniendo imágenes de la misma.

Se debe realizar este estudio de control al menos cada 2 años si no hay patología aparente.

En conclusión, es una prueba radiológica clave para diagnosticar la osteoporosis. Su objetivo es ayudar al diagnóstico temprano para evitar fracturas óseas mediante la prevención (con respecto al estilo de vida), así como con la prescripción del tratamiento médico correspondiente cuando sea necesario. Gracias a ella se puede estimar el riesgo de padecer la enfermedad, así como hacer un seguimiento a los pacientes que ya están diagnosticados y están siguiendo un tratamiento para evaluar su efectividad.