Las dosis que un individuo recibe de dosis externas de radiación se pueden controlar a través de tres factores: Tiempo (cuanto menos tiempo se esté expuesto a la fuente radiactiva menor será la dosis de radiación), distancia (a mayor distancia de la fuente menor dosis recibida) y blindaje (a mayor blindaje menor será la dosis recibida).
El blindaje radiológico hace referencia a la medida o al conjunto de medidas usadas para desarrollar protección reduciendo la exposición tanto del individuo como del medio ambiente a través de diferentes materiales.
El término blindaje gira en torno al uso de barreras generalmente de plomo (aunque puede ser de otros materiales con capacidad de absorber la radiación).
Hay varios elementos que se recomienda usar al personal expuesto, que dependen de la fuente de radiación a la que el profesional este expuesto, estos son:
• Vidrios plomados: Es un tipo de vidrio especial compuesto por oxido de plomo. Este material dota al vidrio de la capacidad de proteger al profesional frente a la radiación, hay dos tipos, los móviles, que se pueden trasladar de una ubicación a otra, y los fijos que se instalan en una ubicación fija.
• Delantales plomados: Es un elemento de blindaje radiológico que dota de protección normalmente al técnico y/o al médico durante las operaciones médicas, están compuestas de láminas finas y estratificadas de plomo y, aunque esto proporciona una protección muy valiosa son bastante fáciles de agrietar con el tiempo. Existen dos tipos, el delantal completo, que es una sola pieza que cubre desde la base del cuello a las rodillas, y el kit chaleco-falda, que está formado por dos piezas, la primera que protege desde la base del cuello hasta las pelvis y la segunda que va de la pelvis a las rodillas, y así el peso se divide en dos y no resulta tan pesado como el primero.
• Protector tiroideo: Este protector se coloca directamente en el cuello y protege la glándula tiroides, reduciendo la dosis en un 80% en la citada glándula.
• Gafas plomadas: Son unas gafas especializadas en radiología equipadas con plomo que protegen al ojo y al cristalino, además deben tener también unas lentes laterales equipadas con plomo.
• Guantes plomados: Este elemento protege de la radiación en piel y manos, pero por contrapartida reduce el tacto en gran medida, atenúa un 30-40% de la radiación incidente, su costo es elevado y además produce artefactos en la imagen con su presencia, por lo que no es un elemento que genere grandiosos beneficios.
Estos son algunos de los elementos que proporcionan seguridad a técnicos, médicos y a pacientes en las diferentes vertientes y oportunidades que ofrecen las radiaciones ionizantes, y que durante el paso del tiempo se han ido y se van actualizando, mejorando y desarrollando para brindar a los profesionales de una mayor protección.
AUTORES
Javier Pinell Pacha, Itziar Gracia Gutiérrez e Idoya Santos Herrera.
Técnicos superiores en imagen para el diagnóstico. Hospital Universitario de Navarra