¿Qué son las terapias focales y por qué se consideran una opción novedosa en el tratamiento de los tumores urológicos?
Las terapias focales son procedimientos médicos diseñados para tratar exclusivamente la zona del tumor, sin extirpar o dañar de forma innecesaria el tejido sano circundante. Se consideran novedosas porque ofrecen una alternativa menos invasiva que la cirugía o la radioterapia tradicionales, centrándose en eliminar o reducir el tumor con un mínimo impacto en órganos y estructuras vecinas. Al dirigirse con precisión al tejido tumoral, suelen asociarse con menor dolor postoperatorio, recuperaciones más rápidas y, en algunos casos, menos efectos secundarios.
¿Qué es el HIFU y cómo actúa en los tumores de próstata?
El HIFU (High-Intensity Focused Ultrasound) emplea ultrasonidos de alta intensidad para generar calor localizado y destruir las células malignas. En el cáncer de próstata, el médico usa imágenes de ultrasonido o resonancia magnética para dirigir la energía térmica al tejido tumoral. Al aumentar la temperatura en esa zona, se produce la muerte de las células cancerosas. Este procedimiento se realiza con anestesia y, al ser mínimamente invasivo, suele permitir que el paciente retome sus actividades cotidianas antes que con cirugías más extensas.
¿Cómo funciona la crioterapia en el tratamiento de los tumores?
La crioterapia se basa en la aplicación de frío extremo para congelar y destruir las células tumorales. Se introducen en el tumor unas agujas finas llamadas criosondas que, mediante el uso de temperaturas muy bajas, cristalizan y dañan de forma irreversible el tejido maligno. Este proceso de congelación y descongelación se repite varias veces durante el procedimiento. Es un método empleado de forma frecuente en el cáncer de próstata, pero también se aplica en otros tumores urológicos.
¿Cuáles son las ventajas de estas terapias en comparación con la cirugía o la radiación tradicionales?
Entre las ventajas principales se encuentran la preservación de la calidad de vida y la reducción de efectos secundarios, como la incontinencia urinaria o la disfunción eréctil, en el caso del cáncer de próstata. Además, suelen requerir estancias hospitalarias más cortas y menos tiempo de recuperación. Es fundamental un seguimiento riguroso, pero el hecho de ser mínimamente invasivas facilita la posibilidad de repetir el tratamiento o complementarlo con otras terapias si fuera necesario.
¿Qué limitaciones o desventajas existen con las terapias focales?
No todos los pacientes son candidatos ideales para este tipo de intervenciones. Si el cáncer está muy avanzado o se ha extendido fuera del órgano, es posible que las terapias focales no resulten suficientes por sí solas. También se requiere equipamiento sofisticado y un equipo médico altamente especializado, lo que puede limitar su disponibilidad en algunos centros. De igual forma, la necesidad de un estricto control posterior es vital para detectar posibles recaídas o lesiones nuevas.
¿Qué otros tipos de terapias focales se están investigando o utilizando actualmente?
Además de HIFU y crioterapia, existen opciones como la terapia fotodinámica y la ablación por radiofrecuencia. La terapia fotodinámica combina un fármaco fotosensible con una fuente de luz láser para destruir el tejido tumoral. La ablación por radiofrecuencia, por su parte, usa corriente eléctrica para calentar y matar las células cancerosas. Algunas de estas técnicas se encuentran en fase experimental para ciertos tipos de cáncer, pero muestran resultados prometedores.
¿Qué precauciones debe tomar un paciente antes de someterse a una terapia focal?
Lo más importante es contar con una evaluación diagnóstica completa, que incluya exámenes de imagen (ecografía, resonancia magnética), biopsias y análisis de sangre. El equipo médico debe confirmar la localización exacta, el tamaño y la extensión del tumor, así como la ausencia de metástasis. También se revisa la salud general del paciente y su historial médico para minimizar riesgos y asegurar que la intervención sea la más adecuada.
¿Qué puede esperar el paciente en cuanto a recuperación y seguimiento?
La recuperación suele ser más rápida que con cirugías radicales. Muchos pacientes tienen menos dolor y retoman sus actividades diarias en pocos días o semanas. Sin embargo, se recomienda un seguimiento estricto con exámenes de laboratorio, pruebas de imagen y revisiones médicas periódicas para identificar cualquier señal de recurrencia. Esta vigilancia es esencial para garantizar la detección temprana de posibles complicaciones o recaídas.
¿En qué escenarios clínicos estas terapias focales ofrecen mayores beneficios?
Son especialmente útiles en tumores localizados y de riesgo bajo o intermedio, cuando se busca preservar la función del órgano y la calidad de vida del paciente. Personas de mayor edad o con comorbilidades que complicarían cirugías más extensas también pueden beneficiarse. La decisión final depende de una evaluación individualizada, considerando factores como la agresividad del cáncer y las preferencias del paciente.
¿Cuáles son las perspectivas futuras de las terapias focales en urología?
La tecnología avanza rápidamente en el campo de la imagen médica, la robótica y la nanotecnología, lo que mejora la precisión y la eficacia de estos tratamientos. Se investiga la combinación con inmunoterapias y fármacos dirigidos, lo que podría potenciar la eliminación de células malignas y reducir recurrencias. En un futuro cercano, podríamos ver soluciones más personalizadas para cada paciente, minimizando el daño a tejidos sanos y mejorando la calidad de vida tras el tratamiento.
Autores:
Elena Román Martínez, Carlos Hugo Mora Cevallos, Andrea Palacios García, Jaime Antón Pernaute, Claudia Galdeano Armero, Guillermo Tirado Rodríguez. Médicos Internos Residentes.
Victoria Capapé Poves, Carlos Blanco Chamorro. Médicos Adjuntos.
Benjamín Blasco Beltrán. Jefe de Servicio.
Centro: Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. España