El papel de la enfermería especializada en el manejo de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal


Sonia Matarranz Rípodas, Ainara Baines García, Cristina Garbayo Pérez, Miriam Bragado Pascual, Miguel Cova Chinea y Clara Ramos Belinchón

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La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, dos trastornos crónicos y complejos que afectan a millones de personas en todo el mundo. Se tratan de dos enfermedades que no solo comprometen al sistema digestivo, sino también y de forma muy importante, a la calidad de vida de quienes lo padecen.

Tradicionalmente, el seguimiento de los pacientes con EII se ha llevado a cabo por los médicos especialistas en Aparato Digestivo. No obstante, en los últimos años ha emergido un nuevo modelo de atención, cada vez más valorado y respaldado por la evidencia científica, en el que la enfermería especializada tiene un papel esencial.

Investigaciones recientes como el estudio Health-Related Quality of Life in Inflammatory Bowel Disease: A Comparison of Patients Receiving Nurse-Led Versus Conventional Follow-Up Care publicado en BMC Health Services Research (2022) han demostrado que el cuidado encabezado por enfermeras especialistas no solo es seguro, sino también altamente eficaz. Según esta investigación, los pacientes que recibieron seguimiento por enfermería especializada mostraron una calidad de vida relacionada con la salud igual o superior a aquellos que siguieron el modelo convencional, poniendo en evidencia el valor añadido de una atención más cercana, accesible y centrada en el paciente.

De la misma manera, el estudio retrospectivo de Yu y colaboradores Outcomes of a Comprehensive Specialist Inflammatory Bowel Disease Nursing Service publicado en Inflammatory Bowel Diseases en 2024 hace hincapié en la amplitud de servicios que una unidad de enfermería especializada puede ofrecer: educación sobre la enfermedad, manejo de tratamientos biológicos, seguimiento de síntomas, apoyo psicosocial, y coordinación de cuidados con otros profesionales. Este modelo integral no solo alivia la carga sobre los servicios, sino que mejora notablemente los tiempos de respuesta ante brotes, reduciendo las visitas a urgencias y los costes relacionados con la atención médica.

Uno de los rasgos que marcan la diferencia de la atención por enfermería especializada es el enfoque proactivo. A través del monitoreo continuo y de la enseñanza sobre la autogestión de la enfermedad, los pacientes aprenden a reconocer signos tempranos de recaída y a actuar rápidamente.

Este tipo de intervención temprana se ha relacionado con una disminución en la necesidad de hospitalizaciones y tratamientos agresivos como los corticoides. Además, se fomenta la autonomía del paciente, mejorando su adherencia terapéutica y reduciendo la ansiedad asociada al manejo de una enfermedad crónica.

Los estudios mencionados destacan la alta satisfacción de los pacientes con este tipo de servicios. A diferencia del seguimiento médico, que suele ser más puntual y espaciado en el tiempo, la atención por enfermería se caracteriza por una mayor disponibilidad para resolver dudas y atender situaciones urgentes. Ello, unido a una colaboración fluida con el equipo médico, permite una respuesta rápida ante situaciones complejas que fortalece la confianza del paciente y refuerza la percepción de un cuidado cercano.

En conclusión, la evidencia actual respalda firmemente el papel de la enfermería especializada como pieza clave en el manejo de la EII. Lejos de ser una función secundaria, su labor mejora resultados clínicos, optimiza recursos sanitarios y, lo más importante, aumenta la calidad de vida de los pacientes. Por tanto, fomentar este modelo asistencial no sólo es beneficioso, sino imprescindible para la medicina actual, donde la escasez de médicos y las largas listas de espera dificultan el manejo de los pacientes con enfermedades crónicas.

AUTORAS

Sonia Matarranz Rípodas. Enfermera Especialista Familiar y Comunitaria. Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN)
Ainara Baines García. Médico adjunto de Aparato Digestivo del Hospital Reina Sofía de Tudela.
Cristina Garbayo Pérez. Enfermera del Hospital Reina Sofía de Tudela.
Miriam Bragado Pascual. Médico adjunto de Digestivo en el Hospital Clínico Universitario de Salamanca.
Miguel Cova Chinea. Médico adjunto de Digestivo en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Tenerife.
Clara Ramos Belinchón. Médico adjunto de Digestivo en Edinburgh IBD Unit Western General Hospital.