¿En qué consiste la cirugía reconstructiva urológica?
Esta especialidad se encarga de restaurar la anatomía y función del tracto urinario y genital. Implica reparar o remodelar órganos dañados por enfermedades, traumatismos o defectos congénitos, con el fin de mejorar la calidad de vida del paciente. Puede abarcar desde reconstrucciones simples de la uretra hasta la creación de neovejigas para pacientes a quienes se les ha extirpado la vejiga por cáncer.
¿Cuándo se recurre a la reconstrucción urológica?
Se realiza en situaciones de lesiones graves tras accidentes, en extirpaciones quirúrgicas por tumores (cistectomía), en malformaciones congénitas (hipospadias o epispadias) o para corregir complicaciones de cirugías previas. Cada caso se estudia de forma individual para determinar la estrategia quirúrgica más adecuada según el tipo de daño, la edad y el estado general de salud del paciente.
¿Qué papel juega la ingeniería de tejidos en este ámbito?
La ingeniería de tejidos consiste en usar células y biomateriales para crear o regenerar estructuras biológicas. En urología reconstructiva, esto se aplica para desarrollar tejidos similares a la vejiga o la uretra originales, evitando el uso de injertos de otras zonas del cuerpo. Aunque todavía se encuentra en desarrollo, se han visto avances prometedores en la formación de andamiajes celulares para reemplazar secciones dañadas y reducir riesgos de rechazo.
¿Cómo han evolucionado las prótesis urológicas?
Las prótesis urológicas, como las peneanas o los esfínteres artificiales, han mejorado en materiales, diseño y durabilidad. Actualmente, se investigan compuestos más biocompatibles y resistentes a infecciones. Además, algunas prótesis “inteligentes” se están desarrollando para ajustarse mejor a la anatomía y regular con mayor precisión la función que sustituye, por ejemplo, inflarse o desinflarse de manera controlada.
¿Qué beneficios ofrecen estos nuevos enfoques?
Se busca restablecer la función y la apariencia con soluciones más naturales, reduciendo la necesidad de injertos de otras partes del cuerpo o el uso de materiales que puedan generar complicaciones. Con la ingeniería de tejidos, se pretende crear estructuras biológicas personalizadas y biocompatibles, lo que se traduce en menos riesgo de infección o rechazo, y en una calidad de vida superior a largo plazo.
¿Cuáles son los principales desafíos en la ingeniería de tejidos aplicada a la urología?
Entre las dificultades destacan la obtención de células suficientes y la creación de un soporte (andamiaje) que imite la estructura y resistencia de los tejidos urológicos. También es clave garantizar la vascularización, para que las células implantadas reciban oxígeno y nutrientes. La orina es un medio agresivo para los tejidos, por lo que el material debe resistir tanto el contacto con fluidos como las infecciones y la presión interna.
¿Qué opciones de vanguardia existen en la reconstrucción de la vejiga?
La neovejiga ortotópica con segmentos intestinales es la técnica clásica para reemplazar la vejiga. Sin embargo, la meta futura es fabricar vejigas completas en laboratorio, usando células del propio paciente. Esto disminuiría problemas como la absorción de la orina por el tejido intestinal y las complicaciones metabólicas que pueden surgir con los injertos actuales. Los investigadores trabajan en mejorar la funcionalidad y la durabilidad de estos tejidos cultivados.
¿Y en la reconstrucción de la uretra o el pene?
En la uretra, se usan injertos de mucosa bucal o piel para solucionar defectos. No obstante, la ingeniería de tejidos abre la puerta a estructuras creadas con células uretrales cultivadas, evitando cicatrices o infecciones asociadas a otros injertos. En la reconstrucción peneana, las prótesis han avanzado en su diseño y confiabilidad, y se está estudiando la posibilidad de regenerar tejido cavernoso que permita una función eréctil más natural.
¿Cómo se elige la técnica o prótesis adecuada para cada paciente?
La elección depende de factores como el tipo de lesión, las comorbilidades, la anatomía y las preferencias del paciente. El urólogo reconstructivo trabaja con un equipo multidisciplinario para evaluar cada caso, a menudo incluyendo especialistas en nefrología, cirugía plástica y rehabilitación. De esta manera, se diseña un plan de tratamiento a la medida de las necesidades y expectativas de cada persona.
¿Cuál es el futuro de la cirugía reconstructiva urológica?
Se espera un crecimiento en la personalización de tratamientos, con prótesis a medida y órganos cultivados que se adapten perfectamente a la anatomía del paciente. La impresión 3D y la bioimpresión podrían revolucionar la forma de crear tejidos y prótesis, eliminando la dependencia de injertos y reduciendo las complicaciones. Con la colaboración de urólogos, ingenieros biomédicos y biólogos, se avanza hacia soluciones más eficaces, seguras y respetuosas con la fisiología del paciente.
AUTORES:
Guillermo Tirado Rodríguez, Carlos Hugo Mora Cevallos, Andrea Palacios García, Jaime Antón Pernaute, Elena Román Martínez, Claudia Galdeano Armero. Médicos Internos Residentes.
Victoria Capapé Poves, Carlos Blanco Chamorro, Médicos Adjuntos.
Benjamín Blasco Beltrán. Jefe de Servicio.
Centro: Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. España