¿Qué son los radiofármacos?
Son compuestos radiactivos formados por un radioisótopo y una molécula que posee gran afinidad por determinadas células de ciertos tejidos. Cada radioisótopo produce un tipo de energía diferente, por lo que en base al tipo de radioisótopo empleado se podrán utilizar para diagnosticar o tratar distintas patologías.
¿Para qué se emplean?
Los radiofármacos son empleados con fines diagnósticos o de tratamiento, para evaluar la función y metabolismo de los órganos y sistemas del cuerpo o tratar enfermedades. Este proceso se realiza mediante estudios de PET, SPECT o Cámara Gamma. Dichas sustancias radioemisoras contienen moléculas específicas que se transportan por el interior del cuerpo hasta alcanzar su objetivo, el órgano o tejido deseado. Por ejemplo: los tumores poseen una gran capacidad de consumir glucosa, por lo tanto se emplea el radiofármaco F18-FDG (un análogo de la glucosa, fluorodesoxiglucosa, unido al radioisótopo flúor-18) que es muy similar al azúcar para que el radiofármaco viaje por el cuerpo hasta ser absorbido por las células tumorales haciendo visible el tumor.
Del mismo modo que son empleados para diagnóstico, los radiofármacos son muy útiles en tratamiento, por ejemplo, en tratamientos de hipertiroidismo unidos a moléculas yodadas.
La administración de los radiofármacos es parte del protocolo de diagnóstico o tratamiento cuyo seguimiento se realiza mediante técnicas de imágen. Trás su administración el paciente se coloca en un aparato que detectará la radiación emitida por los isótopos que se encuentran dentro del mismo, localizando así las zonas de mayor emisión (como los tumores) y transformando la información en modo de imagen.
¿Cómo son administrados?
Los radiofármacos se administran por vía oral, inhalatoria, intravenosa o inyectada directamente en un órgano o tejido. Tras la administración cada radiofármaco tiene un periodo de espera diferente para que comience su absorción en el tejido u órgano deseado y un tiempo determinado de eliminación del organismo.
Precauciones tras la administración de radiofármacos
El radiofármaco administrado sigue siendo radiactivo trás la realización de la prueba, esa característica se debe a que cada radiofármaco tiene un periodo de semidesintegración diferente. Este periodo es el tiempo necesario para que la mitad de los núcleos del elemento radiactivo empleado se desintegren. Por ejemplo, el periodo de semidesintegración del F18-FDG es de 20 minutos.
Como recomendación general se debe consumir agua abundante tras la realización de la prueba (el radiofármaco es principalmente eliminado mediante la orina) y no tener contacto con niños ni embarazadas durante el tiempo que el técnico le indique para evitarles una exposición innecesaria de radiación.
AUTORES:
– Marina Extramiana Esquisabel, Yamila Evelina Quintana Di Blasi, Alba Gomollón Garzón. Técnicos Superiores en Imágen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Hospital Universitario de Navarra.
– Miguel Angel Lozano Gimeno. Técnico Superior en Imágen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Hospital Royo Villanova Zaragoza.
– Patricia Ochoa Pérez, Yaiza Loreto Aranguren Herrero. Técnicos Superiores en Imágen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Hospital Universitario de Navarra.