Consideraciones sobre el uso de los audífonos


Dr. Ignacio Arruti González. Jefe de Sección ORL en el Complejo Hospitalario de Navarra. María Valencia Leoz. DUE ORL en el Complejo Hospitalario de Navarra

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Introducción a la audición en la tercera edad

La presbiacusia o pérdida auditiva relacionada con la edad es la causa más común de hipoacusia afectando a un 40% de la población mayor de 65 años. Se produce por degeneración de las células ciliadas del oído interno influyendo en ella factores genéticos, ambientales, sociales y otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

Se caracteriza por una pérdida auditiva de evolución lenta y progresiva que afecta fundamentalmente a las frecuencias agudas.
El estilo de vida actual hace que actualmente esta patología aparezca a partir de los 50 años. Su tratamiento consistirá en evitar factores de riesgo y de cara a mejorar la audición en el empleo de prótesis auditivas.

Selección de prótesis auditivas

Actualmente existen diversos tipos de prótesis auditivas en el mercado. Además, es un sector en continuo progreso que evoluciona a la par que lo hace la tecnología, por lo tanto, es fundamental analizar bien las necesidades y características personales para elegir la prótesis que más convenga, y esto hace imprescindible el asesoramiento de personal experto, en este caso, el otorrinolaringólogo y el audioprotesista.
Para la selección del tipo audífono hay que tener en cuenta:
• La gravedad de la pérdida. No todos los audífonos tienen la misma capacidad de amplificar el sonido. El otorrinolaringólogo es el especialista que va a saber qué tipos de audífono cubren la pérdida auditiva y dentro de estos podremos elegir con la ayuda del audioprotesista.
• La funcionalidad del audífono. Cada persona lleva una rutina diaria diferente, por lo tanto, los requerimientos del audífono también lo son. Hay que saber para qué queremos el audífono, ya que existen prestaciones que no son aplicables a todos los audífonos.
• La destreza en el manejo del audífono.
Los audífonos son aparatos en miniatura y hay que tener habilidades, incluso buena vista, para su mantenimiento, cuidado y colocación. El audioprotesista es quien debe tener en cuenta este punto ya que es quien enseña estas habilidades.
• El gasto económico. En general son aparatos de coste elevado, por lo tanto, hay que valorar diferentes tipos de prótesis y de centros auditivos según las capacidades de cada uno.
En Navarra, los audífonos están financiados en los niños, hasta los 16 años. En adultos sólo se financian los implantes auditivos, de colocación quirúrgica, pero tienen unas indicaciones muy limitadas.
• La estética. Es importante elegir el aparato que más agrade dentro de las posibilidades, ya que hay que utilizarlo a diario.

Tipos de prótesis auditivas

Audífonos convencionales (por vía aérea).
Son aparatos electrónicamente muy complejos que ayudan a percibir los sonidos del entorno y del habla, amplificando selectivamente cada una de las frecuencias, sin superar determinadas intensidades para evitar malestar (umbral de disconfort o de dolor) en las personas que padecen pérdidas auditivas.
Básicamente, el sonido es captado por un micrófono que convierte las ondas sonoras en señales eléctricas, estas pasan a un amplificador, donde la señal puede transformarse y amplificarse adaptándose a las necesidades de cada persona y de aquí al auricular, que vuelve a convertir las señales eléctricas en sonido.

1. Audífonos retroauriculares (BTE, behind the ear). Todos los componentes electrónicos van alojados en el interior de una carcasa que descansará sobre la oreja. Por el codo que tiene en su extremo se une al molde, mediante un tubo de plástico flexible. Son los únicos adecuados para cubrir hipoacusias desde leves a profundas, siendo necesario para estas últimas, aparatos de mayor tamaño (esto es debido a la necesidad de incorporar un auricular más potente).
Las principales ventajas de este aparato son su potencia, su fácil manipulación y la posibilidad de adaptarle la FM (frecuencia modulada, permite la trasmisión directa del sonido desde una fuente emisora por ejemplo un micrófono). Su principal desventaja es que quizás es el menos discreto.

Beltone Promise BTE Mini 66 DW

retroauricular 1

2. Audífonos intrauriculares (ITE, in the ear)
Estos audífonos se colocan en la concha del oído externo que se prolonga en el conducto auditivo. La mayoría de las personas son capaces de manipular fácilmente el control del volumen y las pilas. Su colocación es sencilla gracias a su tamaño, sin embargo, también son visibles.

Intrauricular
3. Audífonos intracanal (ITC). Este tipo se coloca en el interior del conducto auditivo y no es muy visible, entra en el grupo de los llamados “audífonos invisibles”. Por su reducido tamaño, tanto el cambio de pilas como la colocación en el oído pueden ser tareas complicadas sin una buena destreza manual.
Al tener un tamaño menor son menos potentes y debido a que los circuitos están miniaturizados también tienden a ser más caros.

intracanal
4. Audífonos Cros y Bi-Cros. Son audífonos que se utilizan específicamente cuando la audición en un oído es mucho menor que en el otro o tiene una pérdida total. En este caso, se coloca un micrófono en el oído más afectado y se sujeta mediante un dispositivo retroauricular. El sonido se transmite al audífono del oído menos afectado mediante un cable por detrás del cuello o un sistema inalámbrico. El audífono del oído menos afectado capta los sonidos del micrófono del oído más afectado y a continuación, los transmite al audífono del oído menos afectado.

Implantes de conducción ósea

Son prótesis auditivas que funcionan mediante la estimulación directa de la vía ósea. Captan el sonido a través del aire y lo convierten en vibración que estimula o bien el hueso temporal (PONTO®, BAHA®) o bien la cadena de huesecillos (Vibrant Soundbridge) llevando el sonido directamente al oído interno.
La colocación de estos implantes conlleva una intervención quirúrgica, por lo que sus indicaciones son limitadas a casos en los que un audífono convencional no es viable. Por ejemplo, casos en los que la morfología del pabellón auditivo no permite un audífono o hay ausencia de pabellón auditivo; o bien cuando el audífono genera repetidas infecciones de oído al no permitir ventilación (caso de perforaciones de mala evolución).
Las hipoacusias que solucionaría este tipo de dispositivo son fundamentalmente las transmisivas, en la que el sonido por vía aérea se oye mal, pero sin embargo a través de vía ósea (capacidad auditiva del nervio) existe buena audición. También podría usarse en algunas hipoacusias mixtas, y puntualmente en unilaterales, sabiendo que en este caso el implante va a funcionar llevando el sonido al oído contrario (como los audífonos Bi-Cros), es decir, no se logra una audición binaural (por ambos oídos).

ponto
Cuando indicar un audífono

El diagnóstico y tratamiento de la hipoacusia debe realizarse lo mas precozmente posible, el especialista en otorrinolarigología es el encargado del diagnóstico, de prescribir el tratamiento y de realizar el seguimiento. El tratamiento podrá ser médico, quirúrgico o audioprotésico.
Generalmente se precisa adaptación protésica cuando los umbrales auditivos en frecuencias conversacionales (500, 1000 y 2000 Hz) son superiores a 30-40 dbs. Cada caso debe tratarse de modo individualizado.

Normas Generales
1. En una hipoacusia bilateral mayor de 30-40 dbs está indicada la adaptación bilateral.
2. En una hipoacusia unilateral con normal audición en el otro oído, la adaptación del oído afecto será opcional.
3. En las hipoacusia asimétricas lo mas conveniente será adaptar ambos oídos si lo precisan.
Caso de adaptar un solo oído en general si la pérdida es mayor de 60 dbs se adapta el mejor; si la pérdida es menor de 60 dbs se adapta el peor.

Adaptación protésica y evolución

Una vez el otorrinolaringólogo indica los audífonos, hay que elegir el mejor para cada persona y valorar la evolución y mejoría. Esto es un trabajo que debe hacerse en equipo, entre el paciente, que tiene un papel fundamental y por eso tiene que estar convencido, el audioprotesista, que debe asesorar y beneficiar al cliente, y el otorrino, que ha de hacer seguimiento del rendimiento que aportan los audífonos.
Los audífonos son dispositivos económicamente costosos pero deben aportar una gran mejoría a la persona que los lleva, por eso es muy importante ser insistente y paciente. Hay que acudir al centro audioprotésico siempre que surjan dudas o problemas con el audífono, tales como:
• No notar mejoría de la audición
• Estar incómodo con el audífono
• Oír muy fuerte la voz propia
• Escuchar ruido de fondo o pitidos al llevar puesto el audífono
El audioprotesista puede modificar la configuración del audífono en base a las sensaciones del paciente y a las pruebas audiológicas que él hace.
Además, de forma rutinaria, se llevan a cabo pruebas audiológicas tanto tonales como verbales en los centros audioprotésicos y en las revisiones médicas en otorrinolaringología.

Cuidado de las prótesis auditivas

Los audífonos tienen una vida media de entre tres y cinco años y requieren los siguientes cuidados:
• Mantener los audífonos lejos del calor y la humedad.
• Limpiar los audífonos siguiendo las instrucciones. La cera y la supuración del oído pueden estropearlos. Si hay supuración del oído, no hay que utilizar el audífono hasta que cese la infección por riesgo del paciente más que del audífono, ya que se contamina el audífono y dificulta la curación de la infección.
• Evitar el uso de laca u otros productos para el pelo mientras tenga puestos los audífonos.
• Apagar los audífonos cuando no se estén utilizando.
• Cambiar de inmediato las pilas agotadas.
• Proteger de golpes y otros accidentes en la medida de lo posible.

Conclusiones

Se estima que un 8% de la población española padece algún grado de hipoacusia, es decir unos 3.500.000 de españoles de los cuales existen mas de medio millón que usan audífonos.
El único capacitado por ley para prescribir tratamientos es el otorrinolaringólogo, la adaptación de los audífonos indicados corre a cargo del audioprotesista. Estamos hablando de un material caro que para cubrir las necesidades de los pacientes precisa de profesionales preparados e implicados.