El vamping hace referencia al fenómeno por el cual las personas, generalmente en adolescentes pero también entre los niños, utilizan aparatos electrónicos (móvil, Tablet, ordenador, etcétera) durante la noche, reduciendo las horas necesarias de sueño para lograr un buen descanso y aumentando el riesgo de sufrir las consecuencias propias del insomnio y de no dormir lo suficiente.
El ‘vamping’ es un término que proviene de las palabras en inglés ‘vampire’ (vampiro, animal activo por la noche) y ‘texting’ (envío de mensajes) y se refiere a la práctica, llevada a cabo en su mayoría por adolescentes, que consiste en hacer un uso excesivo de los aparatos electrónicos como el móvil, el portátil, la ‘tablet’, la consola… justo antes de dormir. De esta manera, el descanso se ve mermado debido a la reducción de horas necesarias de sueño y a los efectos en nuestro cuerpo que produce la luz de las pantallas. Este fenómeno está provocando que muchos jóvenes sufran de insomnio precoz.
Segregación de melatonina
El uso nocturno de las nuevas tecnologías tienen consecuencias que influyen directamente en la salud: el cerebro empieza a segregar melatonina (hormona que regula el ciclo del sueño) como dos horas antes de irnos a dormir. Sin embargo, la transmisión de luz azul de onda corta que emiten estos dispositivos hace que nuestros cerebro interprete que todavía es de día y suprime la emisión de melatonina, retrasando así el inicio del sueño y quitando horas de descanso.
Además de repercutir en nuestra calidad y cantidad del sueño, hace que se vea repercutido nuestro apetito, ya que la segregación de melatonina también influye en él.
La melatonina tiene como misión aumentar la de los neuropéptidos, que son los encargados de estimular nuestro deseo por alimentos más dulces y grasos.
Esta práctica también puede generar, fatiga visual e incrementar el riesgo de sufrir problemas de visión y puede incluir el desarrollar adicciones a las neuvas tecnologías, desencadenado ansiedad, cambios negativos y bruscos de conducta.
Insomnio y desvelo
Al exponerse a la luz que proyectan las pantallas de los dispositivos, el cerebro entiende que no ha llegado la noche y que, por lo tanto, no es momento de dormir, produciendo situaciones de insomnio y desvelo que se traducen en un descanso insuficiente, que acarrea consecuencias, como:
• Trastornos del ritmo circadiano.
• Cansancio.
• Debilidad.
• Irritabilidad.
• Dificultad y lentitud en los procesos de aprendizaje, así como falta de concentración.
• Alteraciones en el metabolismo y obesidad.
• Defensas bajas.
Prevención
Tendremos en cuenta hacer un consumo adecuado y responsable de las tecnologías :
• Evitar el uso en determinadas situaciones como las reuniones familiares o con amigos, con el fin de reforzar relaciones sociales e así evitar el aumento de la dependencia hacia las tecnologías.
• Controlar y limitar el uso de dispositivos y pantallas. Podremos sacar beneficios de estas tecnologías haciendo buen uso de ellas.
• Dejar los dispositivos fuera de la habitación cuando vamos a dormir , así evitamos que las ondas puedan alterar nuestro descanso y así evitar la tentación de usarlos.
• Los adultos deben dar ejemplo a los niños y adolescentes y no emplear los dispositivos antes de ir a dormir
• Ponernos unas rutinas y horarios fijos que no conlleven el uso de pantallas , como por ejemplo leer en papel, hacer listas de lo que vamos a realizar mañana, hacer actividades en familia o juegos con los peques de la casa, escuchar música e intentar dejar en blanco la mente.
• Es bueno coger el hábito de estar 10 minutos en la cama sin hacer nada, estando relajados para que nuestra actividad cerebral disminuya y capte que es el momento de descansar.
• Apagar el wifi en los comienzos de la desconexión, y así no tener la ´tentación´ de echar un último vistazo al móvil .