El ruido y la sordera profesional


Profesor Doctor José Ramón Mozota Ortiz

Print Friendly, PDF & Email
El ruido acompaña al ser humano toda la vida desde que nace hasta que muere. Proporciona sensaciones agradables como la música o el canto de los pájaros y nos posibilita la comunicación hablada con la familia, amigos y en la sociedad. A veces nos alerta o previene de situaciones: el timbre, el teléfono, la sirena de los bomberos o de la ambulancia… A veces nos sirve de diagnóstico fonendoscopio del corazón, válvulas de un coche, chirriar de una rueda.

Cada día son más frecuentes los sonidos desa-gradables denominados «el ruido que molesta», cuando en mala predisposición de ánimo escuchamos sonidos desagradables: el grifo que gotea, crujir de suelo, se escucha un disco rayado, etc.

Los sonidos pueden causar daños y destrucciones: rompe cristales, desconcha paredes, destruye murallas como las de Jericó como refiere la Biblia; pero la mayor desgracia es cuando el sonido daña los órganos que tenemos para escuchar y provoca la sordera por ruido.

La relación causal entre ruidos y deterioros del oído provocando sordera se conoce desde hace miles de años en dibujos de figuras de la Edad del Hierro que se tapan los oídos cuando se trabajaba con el metal.

Con la Piedra Roseta se interpreta la picto-escritura egipcia señalando como existen sordos en la gente que vivía junto a la Catarata del Nilo y que no querían seguir trabajando allí por el deterioro de la audición, por el continuo ruido día y noche del agua al caer. Posteriormente, se recogen los datos de los sordos por ruido de las Cataratas en el Libro de Historia Natural de Plinio el Viejo, escrito el siglo I de nuestra Era.

Cien años antes de Cristo en Sibarius los griegos sibaritas previnieron los malos efectos del ruido con la prohibición de ruidos y sin permitir trabajar el metal ni martillos dentro de los límites de sus ciudades. Los carruajes, armas y martilleo de los metales eran hechos siempre por los esclavos, al aire libre y lejos de los límites de las ciudades.

En la época actual industrial de las fábricas se engendran ruidos derivados del rozamiento de la máquina y de la propia industria, como productos indeseados del avance industrial; provocan un deterioro auditivo producido por los propios ruidos, en los productores que prestan su trabajo dentro de estas fábricas.

La sordera originada por ruidos es irreversible. Si al productor se le separa del ruido, la sordera no progresa. Si sigue trabajando en ruido, la degeneración neuro-sensorial auditiva avanza en progresión geométrica.

Debemos evitar y prevenir el ruido lo más posible, aislar de él a los trabajadores, pero en toda empresa industrial se generan ruidos y este siempre acaba deteriorando la audición por destrucción, por muerte de las células neurosensoriales del oído interno y provocando la sordera profesional con deterioro auditivo inducido por ruidos (DAIR).

No existe modelo matemático animal para la reproducción y manifestación clara experimental de la sordera profesional.

En el hombre el traumatismo acústico lesiona el oído humano de dos formas: por forma aguda de explosión o estampido cerca del oído, que es Blast Injury Auricular.
Más frecuente ocurre en las personas que trabajan todos los días con exposición continuada al ruido industrial.

Las medidas de ruido que he hecho con el aparato sonómetro nos ha permitido elaborar los mapas sonoros e informar de la acústica de salones, edificios, y altavoces contribuyendo a mejorar la acústica y calidad de vida. Son importantes los informes en las fábricas, de los ruidos que lesionan el oído, para ajuste de máquinas, protección apantallamientos, tapones y cascos para los productores y mejorar las condiciones laborales.

Para la protección en fábricas es conveniente convertir la nave laboral en cuadrado o rectángulo regular, con materiales silentes en paredes, techo y suelo en una cámara anecoica que evita todo el ruido reflejado y solo queda el de la fuente sonora mejor para proteger. Aquí en Navarra, muchos locales industriales son auténticas cámaras reverberantes, recintos de múltiples reflejos del ruido de la máquina y su rozamiento, multiplicando su daño en oído (ponderación y respuesta de medida).

Además de la obligación al menos una vez al año de establecer los mapas de ruido en las empresas, la Ley y pactado con los Comités de Seguridad, mandan medir el oído poraudiometrías de los de todos los operarios una vez al año, a la entrada a trabajar y a petición del productor, para poder conocer la susceptibilidad de cada persona a la sordera profesional. No es igual los daños por un minuto de exposición al ruido nocivo que 60 minutos expuesto al mismo ruido; por ello es importante el factor tiempo para calcular las dosis de ruido en cada operario del cálculo de valor de Leq. En Europa se calculaban las Leq por las ANSI y las ISO 1996 y 1999; en Estados Unidos por la «Occupation Safety and Health Act» (OSHA). Se has unificado criterios en el 2.007 por la Organización Mundial de la Salud.

La sordera profesional no tiene solución con operación ni tratamiento para curarla, si tiene medidas de seguridad para que no progrese y tratamiento de sus consecuencias. Por ello la Ley reconoce indemnizaciones y/o invalidez a estos productores que trabajando para la sociedad se dejaron la audición.

Cuando las medidas de ruidos prueban niveles excesivos para solucionarlos hay que aplicarProgramas de Reducción de Ruidos, que elaboramos algunos Especialistas de Otorrinolaringología, expertos en esta materia, en las líneas siguientes:

  1. Reducción del ruido en su fuente.
  2. Bloqueo de la transmisión de ruidos y evitar reflexión sonora.
  3. Protección personal de oídos con tapones y cascos.
  4. Parar la máquina super-ruidosa y sacarla a campo libre, ajustar y evitar rozamientos.

Con la lucha contra el ruido conseguiremos mucho mejor calidad de la vida moderna.