El cordón umbilical es la estructura compuesta por vasos sanguíneos (2 arterias y una vena) y envuelta por una sustancia gelatinosa que mantiene unido al feto con la placenta materna. Su función principal es el intercambio gaseoso y de nutrientes entre la madre y el feto.
Tras el parto el cordón umbilical se pinza y corta quedando un pequeño apéndice unido al ombligo del neonato. El cordón se va secando hasta que aproximadamente a los 5-15 días se cae. Asociado al cordón umbilical existen diversas patologías, dentro de las cuales una de las más comunes es el granuloma umbilical.
¿Qué es un granuloma umbilical?
Un granuloma umbilical es un sobrecrecimiento de tejido friable que puede aparecer en el ombligo durante el periodo neonatal. Es característico en las primeras semanas o días posteriores al nacimiento, tras la caída del cordón umbilical y durante el proceso de curación del mismo.
Generalmente suele presentar una coloración rosada, con aspecto húmedo y puede medir hasta 1 cm. En ocasiones también puede ir acompañado de una secreción amarillenta o semitransparente.
¿Cuál es su causa?
La causa no se conoce con exactitud, pero parece estar relacionada con la separación del cordón umbilical del bebé, así como con la forma en la que se va curando el tejido. Sin tener relación directa con el cuidado del cordón.
Un granuloma umbilical no es una infección
Por su aspecto puede parecer una infección del ombligo, pero sin embargo no lo es. Se podrá considerar que está infectado si la zona circundante al ombligo está eritematosa, presenta mal olor o supuración. Otros síntomas que deben sugerir una infección serán la fiebre o el llanto a la palpación de la zona. En cualquiera de los casos debe ser comunicado al equipo de pediatría correspondiente.
Tratamiento
En ocasiones, la evolución es favorable sin ser necesario un tratamiento específico; sin embargo, se recomienda su curación para evitar posibles focos infecciosos o un sobre crecimiento del tejido correspondiente al granuloma.
Existen diversos métodos de curación, que serán llevados a cabo por el profesional sanitario encargado del cuidado del bebé.
Tradicionalmente el método más empleado era la cura con nitrato de plata, mediante su aplicación tópica en la zona del granuloma. Sin embargo, actualmente no es una técnica muy empleada ya que el nitrato es una sustancia que se encarga de secar la lesión, pero que puede llegar a causar quemaduras superficiales en la zona.
Tratamiento con sal común
Por ello, hoy en día se recomienda el tratamiento con sal común (sal de mesa, sal de cocina):
• Lavado higiénico de manos con agua y jabón.
• Se cubre la zona del granuloma con sal común y se deja tapado con una gasa seca durante aproximadamente 20 minutos.
• Pasado el tiempo se retira la sal con la ayuda de una gasa húmeda.
• Este procedimiento debe repetirse durante 3 días al menos 2 veces al día.
• La resolución del granuloma se comenzará a notar hacia el 2º – 3º día de tratamiento.
• Es una técnica sencilla que no provoca dolor en el neonato (el tejido correspondiente al granuloma no contiene terminaciones nerviosas).
• Al tratarse de un procedimiento sencillo, los mismos padres y/o tutores pueden ser los encargados de realizarlo, tras haber sido informados e instruidos para su ejecución por el personal sanitario responsable.
• En caso de no apreciar una evolución favorable, se deberá volver a consultarlo con el equipo de pediatría.
¿Qué ocurre si la evolución no es favorable?
Generalmente tras el tratamiento con sal común la evolución suele ser favorable, en caso contrario se deberá volver a consultar con el equipo de pediatría, quién realizará una nueva valoración del ombligo. En el caso de no resolución habrá que descartar otras posibles patologías umbilicales (hernia umbilical, onfalitis, anomalía congénita del uraco, etc…).