Medicamentos y tóxicos que afectan la función renal: lo que debes saber


Jerson Andrés Alvarado Zelaya. MIR. Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. Wendy Valeria González Sacoto. Médica Adjunta. Hospital de Barbastro. Zaragoza. Carlos Hugo Mora Cevallos. MIR. Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa. Zaragoza.

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Los riñones cumplen funciones esenciales para el organismo, como eliminar desechos, regular el balance de líquidos y mantener el equilibrio de minerales en la sangre. Sin embargo, existen diversos medicamentos y sustancias tóxicas que pueden dañar la función renal si se usan de manera inadecuada o sin supervisión médica. A continuación, te explicamos de forma clara y sencilla cuáles son esas sustancias y cómo proteger la salud de tus riñones.

1. ¿Por qué algunos medicamentos pueden dañar los riñones?

Los riñones filtran la sangre y ayudan a eliminar residuos a través de la orina. Algunos medicamentos, sin embargo, ejercen una sobrecarga sobre los riñones o pueden producir cambios en la circulación que afectan directamente su capacidad de filtrado. La toxicidad renal puede manifestarse gradualmente, y es posible que no aparezcan síntomas hasta que el daño sea significativo. Por esta razón, es fundamental tomar solo los fármacos recetados por un especialista y llevar un control periódico de la función renal cuando sea necesario.

2. Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)

Entre los medicamentos más comunes que pueden afectar los riñones se encuentran los llamados AINEs (por ejemplo, ibuprofeno, naproxeno, ketoprofeno). Estos fármacos son de uso frecuente para aliviar el dolor y la inflamación, pero en dosis altas o por periodos prolongados pueden disminuir el flujo sanguíneo hacia los riñones y ocasionar daño renal. Por eso, es recomendable utilizarlos con moderación y siempre bajo la supervisión de un médico, especialmente si tienes hipertensión, diabetes o enfermedad renal previa.

3. Antibióticos y otros medicamentos potencialmente nefrotóxicos

Ciertos antibióticos (como algunos aminoglucósidos, vancomicina o anfotericina B) y otros fármacos (por ejemplo, quimioterapéuticos, contrastes intravenosos y medicamentos para el VIH) pueden resultar nefrotóxicos. Esto significa que pueden alterar la función de los riñones, ya sea por daño directo o por producir cambios que impiden un filtrado adecuado. En la mayoría de los casos, los médicos recetan estos tratamientos solo cuando es estrictamente necesario y ajustan la dosis según la función renal de cada persona para minimizar riesgos.

4. Sales y remedios de venta libre

A veces, productos considerados inofensivos, como algunos antiácidos que contienen aluminio o magnesio, pueden acumularse en exceso cuando hay problemas renales. Además, los suplementos de herbolaria o productos “naturales” pueden contener compuestos que aumenten la carga de trabajo de los riñones o que, combinados con otras medicaciones, resulten tóxicos. Por este motivo, es importante informar siempre a tu médico sobre todos los productos que tomas, incluso vitaminas y remedios naturales, para prevenir posibles interacciones.

5. Tóxicos y sustancias recreativas

El consumo excesivo de alcohol, el tabaco y drogas recreativas también influye en la salud renal. El alcohol en cantidades desmedidas provoca deshidratación y puede contribuir a la hipertensión, factores que dañan los riñones de forma progresiva. Por su parte, el uso de sustancias ilegales (como metanfetaminas o cocaína) se asocia a problemas vasculares y cardiovasculares que repercuten directamente en la función renal. Es fundamental moderar o evitar estas sustancias y buscar ayuda profesional si se presenta adicción.

6. ¿Cómo proteger la salud de tus riñones?

  • Consulta a tu médico: antes de iniciar cualquier tratamiento, infórmale si tienes antecedentes de enfermedad renal, hipertensión o diabetes.
  • Realiza controles periódicos: si usas fármacos que puedan dañar tus riñones, el especialista te indicará exámenes de sangre y orina regulares para evaluar su función.
  • Mantén una buena hidratación: tomar suficiente agua ayuda a los riñones a filtrar desechos con mayor eficacia, aunque siempre siguiendo las recomendaciones de tu nefrólogo.
  • Evita la automedicación: no abuses de analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno, ni de remedios herbolarios sin supervisión.
  • Lleva una dieta equilibrada: reducir el consumo de sal y alimentos ultra procesados apoya la salud renal.
  • Modera el consumo de alcohol y otras sustancias: esto contribuirá a la prevención de daño renal y otras complicaciones.

Conclusión

Cuidar de la salud de tus riñones significa prestar atención a los medicamentos y sustancias que consumes. Aunque muchos fármacos son necesarios para tratar distintas enfermedades, es crucial utilizarlos con responsabilidad y bajo la guía de un profesional de la salud. Evita la automedicación.