La enfermedad de La Peyronie es un trastorno inflamatorio de etiología desconocida que produce una placa fibrosa en la albugínea de los cuerpos cavernosos. Esto puede conllevar a una incurvación del pene y a dolor con las erecciones.
Dentro del tratamiento tenemos opciones médicas y quirúrgicas.
Tratamiento médico
Indicado en la fase aguda para disminuir el dolor y la incurvación y en la fase crónica si no se desea cirugía.
- Tratamiento oral: Reduce el dolor y la progresión de las placas, pero no mejora la curvatura. Dentro de este grupo podemos usar los inhibidores de la 5 fosfodiesterasa como el tadalafilo y AINES como el ibuprofeno para dismunuir el dolor. Ya no se utilizan la vit E ni el tamoxifeno por falta de eficacia y las guías Urológicas Europeas de 2024 desaconsejan también la Colchicina, el Para-Aminobenzoato potásico y la
- Tratamiento intraplaca: asociando un AINE o un anestésico local previamente. Se puede usar la enzima colagenasa, que reduciría el contenido de colágeno en la placa, el ácido hialurónico y el interferón alfa-2B. Ya no se utilizan los corticoides y se están haciendo ensayos con células madre y con plasma rico en plaquetas.
- Tratamiento tópico: Se puede utilizar el Gel H100 (nicardipino, superóxido dismutasa y aceite emulgente), que en fase aguda podría reducir la placa, aumentar la longitud del pene y reducir la curvatura sin casi efectos secundarios, aunque en las últimas guías Urológicas Europeas de 2024 no está claro si los niveles de estas sustancias llegan a ser los adecuados en la túnica albugínea mediante esta vía de administración. No están indicados ya los corticoides ni el verapamilo intradérmico.
- Litotricia extracorpórea con ondas de choque y ondas de choque de baja intensidad: está indicado en casos de dolor refractario al tratamiento médico, ya que reduce el dolor pero no la deformidad.
- Dispositivos de tracción peneana: Se pueden usar solos o en combinación con los anteriores. Disminuyen la curvatura y alargan el pene, teniendo un efecto dosis-dependiente, es decir, cuantas más horas se utilicen, mayor beneficio. También se pueden usar tras el tratamiento quirúrgico, mejorando los resultados de este.
- Dispositivos de vacío: tienen el mismo principio que los dispositivos de tracción. No se pueden usar si el paciente tiene una coagulopatía o si toman anticoagulantes orales.
Tratamiento quirúrgico
Indicado en deformidades estables que impiden el coito o lo hacen doloroso, cuando haya fallado el tratamiento médico. También desde el principio si la placa está muy calcificada ya que no será eficaz el tratamiento médico. Los posibles riesgos son: acortamiento del pene, disfunción eréctil, recidiva, pérdida de sensibilidad…
- Técnicas de plicatura o plastia de la albugínea: se realizan sobre la convexidad del pene. Están indicadas en incurvaciones moderadas, sin deformidad y con un pene de longitud normal. No alteran la función eréctil, pero acortan la longitud del pene.
- Técnicas de incisión/escisión de la placa e injerto: se realizan sobre la concavidad del pene. Indicadas en incurvaciones más severas, en deformidades muy marcadas o en penes muy cortos. Acortan menos la longitud del pene, pero hay más riesgo de disfunción eréctil. En este caso se quita la placa y se cubre el defecto.
- Prótesis de pene: se utilizan cuando hay una disfunción eréctil grave sin respuesta a inhibidores de la 5 fosfodiesterasa. Pudiendo, durante esta intervención, actuar sobre la placa modificándola.
Tras la cirugía es interesante el uso de dispositivos de tracción y ejercicios y masajes para evitar o disminuir los efectos secundarios.
BIBLIOGRAFÍA:
-UROLOGÍA PRÁCTICA (5ª edición), Enrique Broseta, Alberto Budía, Juan Pablo Burgués, Saturnino Luján.
-EAU Guidelines 2024.
AUTORES
Alejandro Berdiel Cistero, José Semper Pont, Marta Fortún Belenguer, Silvia Miracle Huguet. MIR de Urología. Hospital San Jorge de Huesca
Laura Enguita Arnal, David Corbatón Gomollón, José Miguel Berné Manero, Teresa Cabañuz Plo, Elena Carceller Tejedor, Daniel Hijazo Gascón. FEA de Urología. Hospital San Jorge
María Araceli Bono Ariño. Jefa de servicio Urología. Hospital San Jorge