Tratamiento de varices sin cirugía


Dr. José Manuel Jiménez Cirujano vascular. Clínica San Juan de Dios de Pamplona y Policlínica Navarra de Tudela

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Las varices son un auténtico problema de salud. Aparte de su indudable efecto estético, es habitual que causen síntomas, como pesadez, dolor de piernas, cansancio, calambres, etc. Incluso las asintomáticas, a consecuencia de la hipertensión venosa que suponen, acaban produciendo lesiones cutáneas irreversibles (coloración ocre o negruzca de los tobillos), e incluso conllevan la aparición de una úlcera.

Por otra parte, las varices se pueden complicar con la presencia de un trombo en su interior (tromboflebitis), o pueden romperse y causar una hemorragia (varicorragia). Por tanto, ante la presencia de varices, y sobre todo si está afectado un tronco venoso superficial principal, es conveniente su estudio y valorar su eliminación.

El tratamiento tradicional, la cirugía, supone la extracción del tronco venoso principal afectado (safena interna o externa), junto con las colaterales varicosas de cierto calibre. Ello implica la necesidad del uso de anestesia regional (o general), la práctica de incisiones y, dado que se extirpan segmentos venosos extensos, requiere un período de recuperación prolongado. Salvo que exista muy poca afectación en ambas piernas, no es aconsejable la intervención bilateral en un mismo procedimiento.

La esclerosis con microespuma

Hay tratamientos menos agresivos e igual de eficaces.

La esclerosis con microespuma consiste en la inyección ecoguiada de un agente esclerosante en el interior de los segmentos venosos insuficientes. Ello produce una inflamación de la pared venosa que, poco a poco, conduce a la desaparición de las varices y del eje venoso principal del que dependen cuando éste está lesionado. Se lleva a cabo de forma ambulatoria en una consulta, no precisa anestesia y se puede realizar una vida normal entre sesiones, cuyo número es variable.

El dispositivo Clarivein supone la administración de la microespuma a través de un catéter que se introduce en un eje venoso superficial (safena interna o externa). Este catéter lleva acoplado un motor que lo hace rotar a gran velocidad dentro de la vena. La combinación del efecto mecánico de dicho catéter con el efecto químico de la microespuma permite, en la práctica totalidad de los casos, eliminar un eje venoso principal superficial en una sola sesión; y habitualmente, gran parte de las colaterales que dependen de él. Es también un tratamiento ambulatorio, requiere anestesia local para la punción del catéter y permite también hacer vida normal tras el procedimiento. A diferencia de la cirugía, permite tratar las dos piernas a la vez. La gran diferencia con la esclerosis con microespuma es que permite acortar sensiblemente el número de sesiones.
Para concluir, cualquier variz con indicación de cirugía es tratable con microespuma, usando uno u otro método. Eso sí, para poder beneficiarse de las ventajas del dispositivo Clarivein es preciso que exista insuficiencia de la safena interna y/o externa.