Se define el varicocele como una dilatación varicosa de las venas que drenan la sangre de los testículos. Por tanto, el varicocele es una insuficiencia en el drenaje de sangre del testículo, ésta se acumula y aumenta el volumen de las venas. Dicha situación podría dañar el testículo y por ello, la importancia del varicocele radica en el riesgo de infertilidad asociado. Uno de los factores más importantes que intervienen en la disminución de la formación de espermatozoides es el aumento de la temperatura intraescrotal.
Es una patología infrecuente en niños menores de 10 años. Aproximadamente de un 15 a 20% de los adolescentes presentan algún grado de varicocele (resultados similares en adultos).
En el 20% de los adolescentes con varicocele surgen problemas de fertilidad.
El varicocele suele asentarse mayoritariamente en el lado izquierdo, y esto es a consecuencia de la fisioanatomía humana; sin embargo, en ocasiones, puede ser de los dos lados, o rara vez, del lado derecho. En éste último caso, que suele presentarse en pacientes adultos más frecuentemente, y puede asociarse con otro tipo de patología de carácter más grave (por ejemplo un tumor renal).
¿Cómo se diagnostica el varicocele?
La mayoría de pacientes no presentan síntomas, suele ser un hallazgo casual tras la exploración del escroto.
En ocasiones se asocia con dolor testicular, sensación de masa o peso que empeora cuando el paciente está en pie y mejora al acostarse. También puede presentar disminución del volumen testicular.
En la consulta llevamos a cabo una exploración, y si es necesario, solicitamos alguna prueba complementaria.
Hay diferentes grados de varicocele:
• Grado 1: es un varicocele pequeño, que solo puede palparse cuando hay un aumento de la presión abdominal.
• Grado 2: varicocele mediano, que se puede palpar sin hacer aumento de presión.
• Grado 3: se puede ver el varicocele ya que es grande.
¿Cuál es el tratamiento del varicocele?
El objetivo del tratamiento es mejorar la capacidad reproductiva y suprimir, si es que lo hay, el dolor testicular; por ello, varones que no tienen dolor ni deseo de paternidad, no es necesaria su corrección.
El tratamiento consiste en la ligadura/oclusión de las venas espermáticas. Ello se puede llevar a cabo de diferentes formas. Se puede realizar cirugía, tanto abierta como laparoscópica, como técnicas de embolización o escleroterapia.
En los casos de hombres con infertilidad y varicocele, la corrección del varicocele permite una mayor probabilidad de embarazar. Según las guías de la Asociación Española de Urología, se ha demostrado una mejoría de los parámetros espermáticos tras una varicocelectomía en adolescentes.
No siempre es mandataria la realización de cirugía, ya que las causas de infertilidad pueden ser múltiples y que las técnicas de reproducción asistida pueden ser la forma de lograr un embarazo, sin embargo, parece razonable la indicación de cirugía en pacientes jóvenes no fértiles.