No importa cuál es la edad de la persona. Desde los bebés hasta los mayores, todos necesitamos cuidar nuestros dientes y nuestra boca para mantenerla sana y así poder comer, hablar y reír a gusto. Si le molestan los dientes con los cambios de temperatura o al masticar; si las encías duelen o sangran durante el cepillado o la limpieza con hilo dental; o si tiene mal aliento persistente, visite a su dentista. Cual-quiera de estos signos u otros que pueda notar indican un problema que hay que resolver lo antes posible con el fin de evitar un daño mayor.
La imagen de una persona se define por una serie de elementos externos, principalmente relacionados con la apariencia: altura, constitución física, lenguaje corporal, timbre vocal y entonación, forma de vestir, etc. Y por la forma en que estos elementos son percibidos por el propio sujeto y por los demás. Uno de los elementos más importantes de esa imagen es sin duda el cabello. A diferencia de otros aspectos como la altura, el color de la piel o el tono de voz, el pelo es un elemento de identidad sobre el que la persona tiene un gran control, ya que puede cortarlo, peinarlo o teñirlo con gran libertad. Y es esta libertad la causa de que el cabello, tradicionalmente, haya sido empleado, como ningún otro elemento estético, para definir el estilo y expresar la personalidad.
Prótesis por quimioterapia y radioterapia
En el transcurso de las enfermedades tratadas con radioterapia o quimioterapia, hoy afortunadamente en muchísimas ocasiones curables, se añade en múltiples ocasiones la pérdida total del cabello. En este momento espontáneo y sorprendente la persona se siente desinformada, ya que es un tema que, antes de que le afectara, le ha interesado poco o nada.
El Centro Anticalvicie Manolo Ibáñez cuenta con un equipo de profesionales con una larga carrera y una gran experiencia en el trato que requieren estas personas. Profesionales que entienden la parte psicológica y emocional de la situación y aconsejan aquello que cada persona necesita, en función de las circunstancias únicas de cada caso.
Honestidad, profesionalidad y experiencia
Entendemos que es un trabajo de pura necesidad para el cliente, y como tal nos lo planteamos, exponiendo la situación, ayudándole a prepararse y aconsejando lo que más conviene en su caso particular y mejor vaya a su imagen. En realidad, lo más importante para la persona es la honestidad, la profesionalidad y la experiencia de quien le trata.
Ante una pérdida total o parcial del cabello, ya sea causado por un tratamiento oncológico o por otros motivos, las principales soluciones técnicas son tres: la peluca, la prótesis capilar y el volumater.
Soluciones estándar y a medida
La peluca estándar es una prenda útil, de quita y pon, ideada para la mujer y en algunos casos, también para el hombre. Su confección puede realizarse a mano, a máquina o simultaneando ambas técnicas. Como materia prima, se puede emplear cabello natural o material sintético (kanekalón, tupelón, poliéster, etc.). Y , por supuesto, puede cubrir las necesidades estéticas de cada persona.
La prótesis capilar, al contrario que la estandarizada peluca, es un producto realizado exclusivamente para cada persona, en función de la anatomía de su cabeza, el estilo de corte, el peinado, el color, la textura del cabello, la longitud, etc. Todo esto pensado para que cada persona continúe con la imagen que tenía antes y realice las actividades normales en los diversos apartados de su vida. La perfecta confección de las prótesis capilares , siempre de pelo natural, es un trabajo hecho a mano que se denomina micropiel. Se adapta exactamente a la anatomía de la cabeza de cada persona, es una pieza transpirable, invisible y cómoda.
Finalmente, el volumater marca la escala superior. Se realiza con una malla muy fina, donde se implanta el pelo natural, por medio de micropuntos, al propio cabello. A través de la malla se pasa el pelo del cliente para unirlo al cabello de la malla en un solo cuerpo invisible y perfecto. Resulta adecuado para personas que carecen de entre el 30 y el 60% del cabello o lo mantienen muy fino y frágil, y sirve para dar el volumen deseado.
Resultado natural
La variedad de estilo, largura o tono del cabello no es nunca un problema, ya que el cliente puede elegir entre una amplia gama de soluciones de las primeras marcas de importación y nacionales, tanto en cabello natural como sintético, listas para llevar en el acto.
Asimismo, el centro ofrece un servicio de mantenimiento y taller de reparación propio que contribuye al resultado final, de forma que verse bien, sentirse bien y estar bien sea el resultado natural de todo el proceso.
“Una respuesta a tu medida es la clave”
“Todo el que pasa por esto tiene que tener en casa una peluca”. Así de clara se muestra la pamplonesa María José Oraa, directora de un centro educativo y cliente del Centro Anticalvicie Manolo Ibáñez. “A mí no me han dicho nunca tantas veces guapa como llevando la peluca. En estas situaciones es muy importante sentirse bien. Te da un subidón de autoestima muy positivo”. Oraa se está recuperando actualmente de un tratamiento oncológico que le provocó la pérdida del cabello durante varios meses. Cuando empezó el tratamiento con quimioterapia optó por sustituir el pelo perdido por una peluca. “Yo vine cuando todavía tenía pelo. La clave es anticiparse. Así, para cuando te va a pasar, ya tienes la solución. Y te quedas mucho más tranquila. Desde que empiezan a ponerte la quimio, ya sabes que tienes una solución a tu medida, que respeta tu estilo. Yo vine justo después de ir a la peluquería, para que pudieran ver mi estilo habitual”.
María José acudió al centro por consejo de una amiga. “Cuando le comenté el tema, me dijo: ¡Vamos ahora mismo a Manolo Ibáñez!”, recuerda. Al principio, al igual que muchas otras personas que pasan por su misma situación, María José no tenía muy claro como actuar: “El primer día tienes dudas. Pero Manolo Ibáñez y su equipo solucionan muy bien la situación. Una respuesta a tu medida es la clave”, afirma. Y continúa: “A veces se tiene una imagen negativa de las pelucas, pero en realidad no es así. Esto es porque en la calle se detectan la pelucas mal hechas o mal colocadas. Pero las buenas, si están bien diseñadas y bien colocadas, pasan desapercibidas”.
“Con una buena peluca te ahorras dar muchas explicaciones”, afirma María José. “Creo que, de cara a la enfermedad, es mejor que la gente cercana a ti lo sepa. Pero la peluca te da la libertad de poder elegir con quién quieres compartirlo, cómo y cuándo. Es estupenda la libertad que tienes. Y tiene muchas ventajas, como el no tener que ir a la peluquería. Puedes pedir a alguien de confianza que le lleve la peluca a Manolo Ibañez para que él o su equipo, que ya conocen tu estilo, la peinen. Yo he llegado a enviar a mis hijos a buscar la peluca. Otra cosa que se agradece mucho es la intimidad. La primera vez que vienes conoces a la persona que analiza tu caso, te expone como se realiza el proceso y escucha tus inquietudes y necesidades. Cuando vuelves, sabes que cuentas con el mismo superprofesional, que te atiende en privado en una cabina individual. Si no quieres, ni siquiera tienes que verte sin pelo en ningún momento”.