El método “Baby Led Weaning” (BLW), con traducción al español como “alimentación guiada o autorregulada por el bebé”, es una manera de ofrecer la alimentación en la que al bebé se le permite dirigir el proceso desde el principio. Es decir, los padres deciden qué ofrecen (su responsabilidad es ofrecer comida sana, segura y variada), pero el bebé coge la comida que se deja a su alcance, decidiendo él mismo qué quiere comer y en cuánta cantidad.
Este método se ha estudiado en niños nacidos a término, sanos y con un desarrollo psicomotor normal, tanto alimentados al pecho como con lactancia artificial. Con la información y precaución adecuadas, la mayoría de las familias pueden practicar BLW de forma segura y eficaz. En niños prematuros, se podría valorar individualmente, pero siempre atendiendo a la edad corregida de 6 meses. No se recomienda en niños con fallo de medro (retraso en el aumento de peso y en el crecimiento), dificultades neurológicas o motoras.
¿Cuándo empezar con la alimentación complementaria?
En los bebés alimentados con lactancia materna exclusiva, la OMS recomienda comenzar la alimentación complementaria a partir de los 6 meses de edad, con alimentos complementarios seguros y adecuados nutricionalmente. Se debe mantener la lactancia materna a demanda hasta que madre-bebé quieran. En los lactantes que no toman el pecho la alimentación se puede introducir entre el cuarto y sexto mes, esperando siempre a que esté preparado para comenzar.
Requisitos para que un bebé pueda empezar a comer
• Debe mostrar interés por la comida.
• Debe mantener erguido el tronco cuando le sientas.
• Debe poder coger la comida con la mano y llevársela a la boca.
• No debe tener reflejo de extrusión (expulsar los alimentos con la lengua).
Es importante añadir que, como cualquier hito del desarrollo, no todos los niños lo van a adquirir a la vez.
¿Qué tipo de alimentos ofrecer y cómo hacerlo?
No hay acuerdo sobre qué alimentos es mejor introducir antes o después. Sí se recomienda ofrecer de manera prioritaria alimentos ricos en hierro.
Se pueden ofrecer frutas, verduras, legumbres, huevo, carne, pescado… teniendo en cuenta algunas consideraciones.
Entre los 6 y 12 meses hay que tener en cuenta:
• Las verduras de hoja verde (espinaca, acelga y borraja) se deben evitar.
• Un consumo excesivo de proteína de origen animal aumenta el riesgo de obesidad y enfermedades cardiovasculares en el futuro, por ello se debe limitar la cantidad de carne a 20-30 gr/día y de pescado a 30-40 gr/día. Los peces grandes se deben evitar por su alto contenido en mercurio.
• No ofrecer leche de vaca antes de los 12 meses. El sistema digestivo del bebé no está preparado para digerirla. A partir de los 9 meses se pueden ofrecer lácteos en forma de yogur o queso de manera puntual (sin sal y sin edulcorar).
Al principio, ofrecer los alimentos en forma de palitos, para que el bebé pueda cogerlo con la mano y llevárselo a la boca sin que se le caiga. En la siguiente imagen vemos un ejemplo. Conforme vaya adquiriendo habilidades, se podrá ofrecer en trozos más pequeños.
Nunca ofrecer alimentos crudos duros (por ejemplo, manzana o zanahoria crudas). En ese caso, se pueden cocinar antes para que se reblandezcan (al vapor, al horno…). Tampoco se deben ofrecer alimentos redondos por su alto riesgo de atragantamiento (frutos secos, uvas enteras, palomitas de maíz, salchichas con corte transversal…). Los frutos secos se pueden ofrecer en forma de crema (untadas en pan, por ejemplo, pero no se deben dar cucharadas directamente).Es conveniente ofrecer agua en las comidas.
Para valorar la tolerancia del bebé al alimento y vigilar la aparición de posibles reacciones alérgicas, se recomienda seguir unas pautas:
• Introducir los alimentos de uno en uno y esperar unos días para introducir el siguiente.
• Los alimentos nuevos los introduciremos a la mañana o mediodía, pero no por la noche.
No hay evidencia de que retrasar los alimentos potencialmente alérgenos prevenga el desarrollo de alergias alimentarias. No se debe añadir sal a las comidas hasta que el bebé tenga por lo menos 12 meses. Tampoco se debe añadir azúcar ni otros edulcorantes, preferiblemente hasta los 2 años.
En las 2 siguientes imágenes se muestra un menú ofrecido a un bebé de 9 meses, que ya es capaz de realizar la ¨pinza¨ con los dedos y coger trozos pequeños.
En la primera imagen se muestra cómo estaba el plato antes de comer. En la segunda, cómo ha quedado. El bebé se ha gestionado y ha comido lo que ha querido, dejando el resto.
Fuente: Elaboración propia
Fuente: Elaboración propia
Beneficios del BLW
1. Algunos bebés que han comenzado la alimentación complementaria con purés rechazan los trozos cuando se les introducen, especialmente si se hace después de los 10 meses. Con el BLW, no existe esta transición, por lo que hay menos rechazo a los sólidos.
2. Existe mayor aceptación de la comida sana y variada, ya que el bebé se acostumbra a ver los alimentos en su forma original y los reconoce cuando es más mayor. Además, tienen la oportunidad de probar y explorar con las texturas y los sabores. Todo eso les ayuda a crear mejores hábitos alimentarios desde la infancia.
3. El bebé aprende a gestionarse, come si tiene hambre. Se previene la sobrealimentación y con ello la obesidad y el sobrepeso.
4. Se fomenta el desarrollo psicomotor por la coordinación ojo-mano-boca.
5. Mejora la musculatura orofacial por la masticación.
6. Se facilita la conciliación familiar al comer todos juntos en la mesa y se ahorra tiempo a las familias.
Contras del BLW
1. Es probable que el bebé se manche más, incluida la ropa o trona.
2. Existe miedo a que ¨coman poco¨, pero no hay diferencias calóricas entre los bebés que hacen BLW y los que comen purés.
3. Las familias también tienen miedo al atragantamiento, aunque está demostrado que si se siguen unas normas básicas en BLW no hay más atragantamientos que con los purés.
La AEP recomienda que las familias reciban unas pautas básicas en la prevención de atragantamientos, independientemente de la forma de alimentación de los bebés para poder actuar en caso de emergencia. No se debe dejar solo a un bebé cuando está comiendo.
Y por todo ello recuerda: LA ALIMENTACIÓN DE HOY REPERCUTIRÁ EN LA SALUD DE MAÑANA DE NUESTROS HIJOS.