La depresión es un trastorno afectivo de etiología múltiple que se manifiesta de muchas maneras. Los síntomas característicos de la depresión incluyen los sentimientos de tristeza y desesperación, la falta de interés por actividades placenteras (anhedonía), cambios en el apetito y en el sueño, fatiga e incapacidad de concentrarse. Por ello la depresión es un problema de salud muy importante.
¿Cómo se relaciona la depresión con la disfunción eréctil?
La falta de interés hacia las actividades placenteras incluye al sexo, siendo este hecho un criterio diagnóstico de depresión. Por este motivo, es frecuente diagnosticar disfunción sexual en los pacientes afectos de depresión. Dentro de las quejas sexuales de estos pacientes, la disminución de la libido es la más común, seguida por la dificultad orgásmica y la disfunción eréctil (que suele considerarse como un trastorno de la excitación). Estos pacientes también presentan una mala satisfacción sexual.
Existe una influencia bidireccional entre la depresión y la disfunción eréctil, reforzándose mutuamente ambas patologías. Las enfermedades cardiovasculares y el hipogonadismo (niveles bajos de testosterona) contribuirían a este círculo vicioso en estos pacientes. Otros factores como el estilo de vida, el contexto social, o enfermedades acompañantes también intervienen en esta interacción.
En el paciente con depresión la disfunción eréctil puede surgir por la pérdida de la libido, un menor disfrute de la relación sexual y una menor estimulación a pesar de ser hombres sexualmente funcionantes.
¿Cómo influyen los antidepresivos a la disfunción eréctil?
El tratamiento con antidepresivos es muy eficaz para tratar la depresión pero raramente mejora la función sexual (exceptuando la eyaculación precoz). Es más, a veces ocurre que el tratamiento antidepresivo, por sus efectos secundarios, desencadena una disfunción sexual de novo.
Lo efectos secundarios varían según el antidepresivo elegido, siendo los que más afectan la esfera sexual los ISRS (inhibidores de la recaptación de serotonina) convencionales (paroxetina, fluoxetina, sertralina).
¿Cómo se trata la disfunción eréctil asociada a antidepresivos?
Se realiza de dos maneras: Manipulando los propios fármacos antidepresivos y/o mediante tratamiento dirigido hacia la disfunción eréctil.
Las dosis elevadas de antidepresivos se asocian a mayor grado de disfunción sexual. Por tanto, la reducción de la dosis del fármaco es una estrategia posible, siempre supervisada por un psiquiatra, ya que los pacientes tienen riesgo de recaída o de síntomas de deprivación de antidepresivos. Otra opción sería optar por un cambio de antidepresivo, ya que los efectos secundarios sexuales difieren de unos a otros, estando sobre todo presentes en los ISRS.
No obstante, la actitud más utilizada es la adición de un segundo fármaco, como los ansiolíticos, cuando es la libido o la función orgásmica la que se ve afectada, o fundamentalmente, los inhibidores de la 5-fosfodiesterasa (PDE-5i) (sildenafilo, tadalafilo, vardenafilo…), que son un complemento eficaz a los antidepresivos para tratar la disfunción eréctil, demostrando una elevada eficacia en hombres con disfunción eréctil y depresión concomitantes. Incluso en el caso del tratamiento con sildenafilo y vardenafilo, se ha observado que en monoterapia, podrían mejorar los síntomas depresivos leves.