Plagiocefalia postural, ¿qué podemos hacer los padres?


Amaya Luquin Villanueva, María Jericó Ojer y Estefanía Castillo Castro. Matronas Complejo Hospitalario de Navarra-B.

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Se entiende como plagiocefalia (del griego plagio: oblicuo y kephale: cabeza) posicional o postural una deformidad craneal producida como consecuencia de la aplicación constante de fuerzas de presión sobre la parte posterior del cráneo. La plagiocefalia puede ser congénita o adquirida en los primeros meses de vida, mientras el cráneo es “blando” y no está completamente osificado.

¿Por qué se ha producido un aumento en los últimos años?

En el año 1992 la Academia Americana de Pediatría lanzó la campaña Back to Sleep en la que recomendaba que los bebés durmieran en decúbito supino (con la espalda apoyada sobre el colchón) y la cabeza ladeada con el fin de prevenir el síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL). Hasta la fecha la recomendación era ponerlos a dormir boca abajo y el número de muertes súbitas era más elevado. Esta nueva recomendación ha sido uno de los motivos por los que han aumentado los casos de plagiocefalia postural en los últimos años. La prevalencia de la plagiocefalia es difícil de establecer pues depende además de los niños incluidos en los estudios, la deformidad que se valora (plagiocefalia y/o braquicefalia), el método de medición y principalmente los criterios diagnósticos dirigidos a establecer la gravedad de la afectación. Por ello, la prevalencia es tan dispar que oscila entre el 1,5 y el 22,1% de los niños por debajo del año de edad.

Otros factores de riesgo

Además del decúbito supino existen otros factores de riesgo para que nuestro bebé tenga plagiocefalia:
• Sexo masculino y primogénitos: posibles explicaciones de la mayor afectación en varones (relación varón: mujer 1,5-3:1) serían el mayor diámetro de la cabeza y la menor flexibilidad de los fetos masculinos. En primogénitos se explica por la mayor rigidez de las estructuras uterinas y vaginales.
• Ambiente restrictivo intrauterino: es considerado como uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de plagiocefalia posicional. Fetos con cabezas grandes, fetos grandes, fetos múltiples, úteros pequeños o deformados, pelvis pequeñas, exceso o defecto de líquido amniótico, presentaciones de nalgas, incrementos del tono de los músculos de la pared abdominal.
Este ambiente restrictivo intrauterino puede provocar también un acortamiento asimétrico de los músculos del cuello, principalmente el esternocleidomastoideo, dando lugar al tortícolis congénito muscular, que originará una reducción de la movilidad del cuello.
• Prematuridad: por sí misma hace que los huesos del cráneo sean más débiles y, por lo tanto, menos resistente a las fuerzas moldeadoras externas por lo que la plagiocefalia en estos bebés es más frecuente.
• Problemas traumáticos durante el parto: nuevas hipótesis necesitan ser demostradas. En este sentido deben considerarse tortícolis musculares secundarios a desgarros de fibras musculares del músculo esternocleidomastoideo u otros músculos del cuello. Igualmente se debe tener en cuenta la posibilidad de traumatismo de los nervios cervicales durante el parto alterando el tono muscular cervical y la motilidad.

¿Cómo se si mi hijo tiene plagiocefalia?

Lo normal es que el pediatra lo detecte en las primeras visitas y ofrezca una serie de consejos para los padres. Por otro lado, no es difícil de apreciar por parte de los padres que la cabeza está deformada, o incluso la cara donde un pómulo está más entrado que el otro y una zona de la frente más prominente que la otra.
La mejor forma de apreciarlo es mirando la cabeza del bebé desde arriba. Hay varios detalles que pueden ser muy claros:
• La cabeza no tiene forma redondeada, cómo de óvalo. Si no que es más parecida a un paralelogramo con ciertos ángulos y zonas aplanadas.
• Una parte de la frente está claramente más prominente que la otra.
• Las orejas se encuentran claramente a diferente distancia de la zona central de la frente
(Ver figura 1).

fig2

¿Qué consecuencias puede tener para mi bebé?

Aunque generalmente se ha considerado la plagiocefalia como un problema cosmético, existe una preocupación reciente sobre las consecuencias a largo plazo, en particular sobre el neurodesarrollo. Éste es un tema de gran controversia en la literatura reciente, pero con escasos estudios y de mala calidad metodológica.
El desarrollo motor/incorporación (sedestación/bipedestación), el crecimiento del pelo y el posicionamiento nocturno contribuirán a la corrección de la mayoría de las deformidades. Además diversos estudios y autores sugieren que la mayor parte se resuelven con el tiempo basándose en los datos de los estudios disponibles (que tienen ciertas limitaciones) y también en el argumento de que no se encuentran niños mayores/adolescentes con deformidad craneal (sospechan que la mejoría continua tras la niñez).

Más tiempo en brazos como medida preventiva

El tratamiento más eficaz es la prevención, así la clave para prevenir el desarrollo de la plagiocefalia postural es reducir al máximo el tiempo que el bebé pasa tumbado en la misma posición. Durmiendo en supino debemos cambiar de lado el apoyo de la cabeza de nuestro bebé, alternativamente. También es recomendable realizar cambios en la posición de la cuna en la habitación (el niño coloca su cabeza hacia el lado en que oye ruido). Debemos tener en cuenta además que no es lo mismo dormir boca arriba que pasar todo el tiempo tumbado boca arriba.
Los especialistas recomiendan colocar al niño boca abajo mientras permanece despierto y bajo vigilancia aprovechando ese momento para jugar con él (tummy time: tiempo de juego o de barriguita).
No obstante, a la mayoría de los bebés de pocos meses no les gusta estar tumbados boca abajo, ya que en esa posición apenas tienen posibilidad de ver su entorno (o no ven nada si aún no tienen buen control de la cabeza) ni tampoco pueden moverse demasiado hasta que han adquirido la capacidad de voltearse por sí solos. Más que forzar al bebé a mantenerse en esa posición si le resulta incómoda el tiempo en brazos para reducir el apoyo sobre la zona occipital puede ser una de las formas más eficaces y satisfactorias de prevención, seguramente la más gratificante tanto para el bebé como para los padres.
Otras medidas como el usar para dormir cojines que redistribuyan las fuerzas de apoyo cabeza, el transporte de los bebés con el método canguro y otras estrategias como la rehabilitación de cuello si hay tortícolis evitarían en la mayoría de los casos que la deformidad progresara hasta el extremo de necesitar una ortésis por falta de medidas de prevención. Desde el inicio del problema y mientras el bebe no modifica la postura en que se le deja son fundamentales estas medidas.
En algunos casos de plagiocefalia grave, en los que han fallado las medidas anteriores, es necesario el uso de un casco ortopédico especial. Su acción consiste en la aplicación de una presión moderada sobre el contorno craneal y evitar a la par el apoyo constante de la cabeza en el sitio de la deformidad. Los cascos deben ser revisados periódicamente por técnicos ortésicos y especialistas médicos. Su eficacia es mayor si se coloca a partir del tercer mes de edad.

Ejercicios en caso de tortículis

Se recomienda en cada cambio de pañal, repitiéndose cada ejercicio 3 veces, alternativamente a cada lado; los ejercicios suponen en total 2 min aproximadamente.
Colocando una mano sobre la zona superior del tórax, con la otra hacer suavemente los movimientos de rotación de la cabeza del niño que se indican a continuación:
1.Estiramientos del músculo esternocleidomastoideo: rotar la cabeza hasta que el mentón toca el hombro (10 seg) 3 veces hacia un lado y a continuación hacia el otro. En total 1 min.

Esterno
2. Estiramientos del músculo trapecio: inclinación de la cabeza hasta que la oreja toca el hombro (10 seg) 3 veces hacia un lado y a continuación hacia el otro. En total 1 min.

trapecio