Infección de orina en el embarazo


Sandra Abaurrea Asiain y Estefanía Castillo Castro. Matronas Complejo Hospitalario de Navarra-B. Asociación Navarra de Matronas (ANAMA).

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Una infección de orina es aquella que afecta a cualquiera de las partes de las vías urinarias (riñones, uréteres, vejiga urinaria y uretra). Es causada generalmente por bacterias que entran a la uretra y pueden llegar hasta la vejiga urinaria o los riñones.

 

La mujer es más propensa a padecer infecciones de orina que el hombre debido a que la uretra femenina es más corta y está próxima a la vagina y al ano. Durante la gestación es bastante común desarrollar infecciones de orina. EL aumento progresivo del útero comprime sobre la vejiga y distiende los uréteres. Además, los niveles de ciertas hormonas específicas del embarazo (relaxina y progresterona) aumentan relajando los músculos del aparato urinario. El resultado de todo ello hace que quede orina remanente en vejiga que sea más lenta de eliminar lo que facilita la posibilidad de que las bacterias que han podido alcanzar el tracto urinario se multipliquen.

Tipos de infecciones urinarias

Existen varios tipos de infecciones urinarias. La bacteriuria asintomática, como su propio nombre indica, se caracteriza por la ausencia total de síntomas. Para detectarla es necesario hacer un cultivo de orina a todas las gestantes al inicio del embarazo. Así, si se detecta, puede tratarse correctamente y no planteará
problemas.

La cistitis es la infección sintomática más frecuente. La mayoría de las embarazadas presenta sensación de ardor y necesidad de orinar frecuentemente o deseo de orinar un poco más. A veces, la orina puede aparecer con sangre o moco, ser de aspecto turbio y oler mal. También es común que refieran dolor en la parte baja del vientre y a veces tener fiebre.

La pielonefritis es el tercer tipo de infección que se puede presentar. Es de mayor gravedad ya que la afección es a nivel renal, pero también es menos frecuente que las anteriores. En este caso, la voz de alarma la darán síntomas como la fiebre, los escalofríos y un dolor lumbar intenso y constante. Normalmente, se produce en el tercer trimestre del embarazo y es más común en aquellas personas que no han sido tratadas correctamente de una bacteriuria asintomática.

Fármacos compatibles con el embarazo

La mayor parte de las infecciones de orina son banales. Si es necesario se tratan con antibióticos por vía oral para evitar que la infección se vuelva más grave. Estos fármacos son seguros para el futuro bebé por lo que son compatibles con el embarazo. Sin embargo, el mejor tratamiento es siempre evitar que la infección aparezca.
Para ello, extremar las medidas de higiene es la mejor forma de conseguirlo. Se debe beber gran cantidad de agua todos los días, mínimo de seis a ocho vasos. Podemos tomar también zumo de arándanos que, por sus propiedades, ayuda a la prevención de infecciones.

Es recomendable evitar los alimentos que contienen azúcares (es el alimento de las bacterias). También, evitar llevar ropa interior y prendas sintéticas como las medias o vaqueros demasiado ajustados. Se debe orinar siempre que exista la necesidad, sin aguantar las ganas de ir al baño.

Higiene

Es importante recordar limpiarse siempre de delante a atrás para evitar que las bacterias pasen a la uretra, ducharse en lugar de bañarse y evitar las bañeras de hidromasaje. Además, se recomienda lavar la zona de los genitales antes y después de mantener relaciones y orinar después del acto sexual.

Son consejos bastante sencillos pero es necesario  realizarlos especialmente durante
el embarazo. Durante ese tiempo, la mujer es más propensa a desarrollar este tipo de complicaciones que pueden no sólo afectar su salud sino también la del bebé que viene en camino.