El conjunto de las enfermedades alérgicas causadas por la hipersensibilidad a los granos de polen se denomina polinosis. La primera descripción en la literatura acerca de la polinosis fue realizada por el Dr. Bostock en 1819, en un trabajo titulado «un caso de una afección periódica de los ojos y el tórax» en el que describía su propia enfermedad.
Lo describió como un proceso que afectaba a los ojos y la nariz, pero a diferencia del catarro común, solamente se producía durante la estación del heno en Inglaterra (junio y julio), denominándolo por ello fiebre del heno. Posteriormente, el Dr. Bostock publicó un segundo estudio que incluía 18 casos similares al suyo, algunos de ellos acompañados de asma (asma del heno). Más de cuatro décadas después, el Dr. Blackley comprobó que la fiebre del heno era desencadenada por la exposición ambiental a granos de polen de gramíneas. Además, observó que éste era el polen más abundante en los meses de junio y julio coincidiendo con la época en la que sus pacientes presentaban los síntomas de la fiebre del heno. Asimismo, comprobó que el polen era responsable de la fiebre del heno ya que reprodujo los síntomas en sus pacientes a los pocos minutos de hacerles inhalar granos de polen de gramíneas.
El polen
Es la célula sexual masculina de las plantas superiores. En determinadas épocas del año, es liberado por la planta en grandes cantidades. El traslado del polen de la planta donde se ha formado hasta la parte femenina de la flor se conoce como polinización. Los pólenes pueden ser transportados por los insectos como las abejas y mariposas -plantas entomófilas-, las cuales no suelen ser causas frecuentes de alergia; o bien puede ser transportado a través del viento -plantas anemófilas-, que son los pólenes más importantes en el desarrollo de la polinosis.
Cada grano de polen puede contener varias proteínas capaces de producir alergia, que se conocen como alérgenos. Algunas de estas proteínas se encuentran en pólenes de diferentes plantas, e incluso de alimentos, por lo que son conocidos como panalérgenos. La presencia de estas proteínas muy ubicuas puede explicar esa elevada frecuencia de pacientes polínicos que desarrollan también alergia alimentaria. Por ejemplo, el alérgeno principal del polen de abedul es capaz de reconocer a una proteína parecida presente en la manzana.
La polinosis
Consiste en una inflamación causada por un mecanismo inmunológico mediado por anticuerpos de tipo IgE, desencadenada por los granos de polen que se depositan en la piel y/o mucosas de pacientes sensibilizados previamente. Las manifestaciones clínicas de la polinosis son diversas: rinitis con estornudos, congestión nasal y rinorrea; conjuntivitis con enrojecimiento ocular y lagrimeo abundantes; faringitis con picor en el paladar y en la garganta; asma con episodios de dificultad respiratoria, tos y pitidos. Algunos pacientes desarrollan también brotes de dermatitis atópica.
Aunque los síntomas al principio sean leves, la historia natural de las enfermedades alérgicas enseña que las distintas manifestaciones clínicas pueden aparecer de forma sucesiva (primero dermatitis, luego rinoconjuntivitis y después asma) en lo que se ha denominado “marcha atópica”. Numerosos estudios longitudinales han observado que aproximadamente la mitad de los pacientes con eccema tópico desarrollarán asma bronquial y dos tercios rinitis alérgica. Por ejemplo, se ha descrito un aumento del riesgo de desarrollar asma bronquial cinco veces superior en los niños con rinitis alérgica con respecto a los niños sanos. De hecho, se ha comprobado que la gran mayoría de los pacientes con rinitis alérgica presentan hiperreactividad bronquial y cierto grado de inflamación de la mucosa bronquial tras la exposición al polen. Asimismo, es frecuente la sensibilización concomitante frente a alimentos en pacientes alérgicos a pólenes. Tanto es así, que la alergia alimentaria secundaria a una alergia al polen se ha convertido en la forma de alergia a alimentos más frecuente en Europa en adultos y adolescentes con el detrimento en la calidad de vida que esta patología conlleva.
¿Cuándo se producen las alergias?
Los pólenes alergénicos más importantes en Navarra son los de las gramíneas, el olivo y fresno, el ciprés y las malezas como la salsola. Cada uno de estos pólenes tiene su época de polinización. El ciprés poliniza entre enero y marzo, el fresno entre febrero y abril, el olivo en los meses de abril y mayo, las gramíneas de mayo a julio y las malezas desde mayo hasta septiembre. Por lo que un paciente sensibilizado a un panalérgeno que esté en todos estos pólenes, puede sufrir síntomas prácticamente todo el año.
Por esta razón, realizar un diagnóstico preciso de los alérgenos que reconoce el paciente puede ser importante de cara al tratamiento más adecuado que conviene hacer. Esto hoy en día está en pleno desarrollo y ya puede realizarse frente a muchos alérgenos utilizando la tecnología de los microarrays.
Tratamiento
Actualmente, disponemos de terapias específicas capaces de modificar el curso de las enfermedades alérgicas, una vez identificado el alérgeno. Este es el caso de la inmunoterapia frente a pólenes, el cual ha demostrado su eficacia en numerosos estudios, por lo que resulta obligado un diagnóstico preciso de la etiología alérgica así como una intervención temprana, ya que se ha demostrado que la inmunoterapia frente a pólenes es capaz de reducir el desarrollo de asma bronquial en los pacientes con rinitis alérgica.