Surgen muchas dudas cuando aparece la vista cansada y queremos elegir las lentes apropiadas para mejorar nuestra visión. Vamos a intentar contestar las preguntas más frecuentes.
¿Qué es la vista cansada?
La vista cansada suele aparecer a partir de los 40 años y se debe a la disminución de la acomodación, provocando que no podamos enfocar los objetos cercanos con nitidez.
En ciertos momentos del día la visión empeora y se puede sentir fatiga y dolor de cabeza.
¿Qué solución puedo dar a mi vista cansada?
Existen varias alternativas para corregir la vista cansada:
• Gafas graduadas sólo para cerca: con ellas podremos ver a distancias próximas, pero no intermedias ni lejanas, pueden ser cómodas por ejemplo para leer.
• Gafas bifocales: Tienen dos focos, uno para visión de lejos y otro para visión próxima, pero no tienen visión intermedia, no son prácticas, por ejemplo para ver el ordenador.
• Gafas progresivas: sólo con una gafa podemos ver correctamente a todas las distancias, pues la graduación varía progresivamente.
¿Cómo son los cristales progresivos?
En la parte superior de los cristales progresivos se encuentra la graduación para ver bien de lejos, en la inferior, la corrección para ver nítidamente de cerca, para leer, por ejemplo y entre ellas una zona de visión intermedia, que puede ser el ordenador.
En los márgenes de las lentes la visión es borrosa, esta zona es más o menos amplia según la lente que se elija.
¿Por qué tanta diferencia de precio entre los cristales progresivos?
No todos los cristales progresivos son iguales.
La diferencia de precio se debe a la geometría, técnicas de fabricación, facilidad para adaptarse, amplitud de campos visuales, tratamientos, reducción del cristal…
Los progresivos con un retallado digital avanzado, se trabajan punto a punto en las dos superficies de la lente, para obtener la graduación del usuario, de esta forma se consiguen zonas ópticas más amplias de gran calidad y diseño personalizado.
¿Es complicado adaptarse a las gafas progresivas?
Se puede necesitar un tiempo que puede ser de 15 a 30 días para adaptarse a las gafas progresivas, va a depender del uso , el trabajo y la motivación de la persona y si los progresivos adquiridos son los adecuados .
La adaptación es más sencilla en los progresivos de tecnología avanzada.
Si finalmente el cliente no se adapta a los progresivos, tienen garantía de adaptación, se pueden devolver en un plazo de 30 días.
¿Es importante adquirirlos con tratamiento antirreflejante?
Con este tratamiento se evitan los reflejos y brillos sobre los cristales, se consigue que la visión sea más cómoda, por ejemplo, en ordenadores y con luz artificial, también disminuyen los deslumbramientos al conducir por la noche.
Las nuevas generaciones de cristales progresivos han reducido el tiempo de adaptación, creando una visión más cómoda, adaptada a cada persona.