Otitis serosa


Dra. Patricia Regalado Martín. MIR-ORL. Complejo Hospitalario de Navarra. Dr. Ignacio Arruti González. Jefe de Sección ORL. Complejo Hospitalario de Navarra

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La otitis serosa es un acúmulo de líquido en el oído medio sin signos de infección aguda. Afecta sobre todo a niños menores de 8 años. En adultos suele aparecer asociada a inflamación nasosinusal o patología de nasofaringe. Se considera que aproximadamente el 70% de los niños tienen al menos un episodio de otitis serosa antes de los tres años. Constituye actualmente la principal indicación para un procedimiento quirúrgico en la edad pediátrica.

La duración puede ser aguda (< 3 semanas), subaguda (de 3 semanas a 3 meses) o crónica (> 3 meses).

¿Hay factores de riesgo?

Sí, los más conocidos son la infección aguda de la vía aérea superior, la alergia nasal y la hipertrofia adenoidea. Es más prevalente en varones, en niños en contacto con fumadores, en los que acuden a guarderías y en los alimentados con biberón.

¿Existe una susceptibilidad genética?

Sí, se ha observado cierta predisposición familiar, en probable relación con factores anatómicos y fisiológicos.

¿Cómo se produce?

Existe una disfunción de la trompa de Eustaquio que genera una presión negativa en el interior de la caja timpánica que favorece la aparición de un trasudado en un intento de compensar el desequilibrio de presiones.
En el niño, la trompa es de menor longitud y tiene una posición más horizontalizada (10 grados de inclinación respecto a la horizontal frente a los 45 grados del adulto) que determina una deficiente apertura de la trompa.
Si la obstrucción de la trompa es completa el líquido contenido en oído medio será el resultado del exudado producido por la mucosa y, por lo tanto, será estéril. Sin embargo, cuando dicha obstrucción es incompleta, con una apertura intermitente de la trompa, la presión negativa del oído medio, puede succionar secreciones de la vía aérea superior, resultando un exudado con bacterias que pueden colonizar el oído medio e infectarlo, originando una otitis media aguda en el contexto de una otitis serosa.

¿Qué síntomas aparecen?

Suele ser asintomática, siendo descubierta de forma casual. El síntoma más comúnmente referido es la hipoacusia, que se instaura de forma lenta y progresiva de modo que pasa desapercibida tanto para el paciente como para sus padres, retrasando el diagnóstico. Puede manifestarse como disminución de la atención o del rendimiento escolar, o cambios en el comportamiento. Pueden referir sensación de plenitud ótica, ruidos y autofonía. En ocasiones puede producir otalgia leve, sobre todo a raíz de un proceso catarral.

¿Cómo se diagnóstica?

La otoscopia es la prueba fundamental para el diagnóstico junto con la historia clínica.
Exploraciones complementarias:
• Timpanometría: se ve alterada cuando el oído medio se encuentra ocupado. Típicamente obtendremos una curva aplanada (curva tipo B) o desplazada hacia presiones negativas (curva tipo C).
• La audiometría generalmente muestra una hipoacusia de transmisión.
• La nasofibroscopia flexible debe realizarse para explorar las fosas nasales y la rinofaringe.
• La radiografía simple lateral de cavum, es de poca sensibilidad, y la reservaremos para aquellos pacientes en que sea imposible o muy traumática la realización de la endoscopia.
¿Cuál es su evolución?
La evolución natural en los niños es hacia la curación espontánea en un periodo de semanas o meses en la mayoría de los casos. El riesgo de desarrollar una otitis serosa disminuye con el crecimiento del niño, fundamentalmente debido a la maduración de la trompa de Eustaquio y del sistema inmunitario. La disminución de la frecuencia de las infecciones respiratorias altas, la atrofia del tejido adenoideo y la mejora de la higiene local favorecen la desaparición de los mecanismos causales. Aproximadamente el 50% de los oídos con otitis serosa se normalizan en un periodo de 2 meses, por lo que es recomendable esperar al menos 3 meses antes de establecer un tratamiento quirúrgico.

¿Cuál es su tratamiento?

El objetivo del tratamiento es triple: mejorar la audición, evitar la progresión de la enfermedad hacia complicaciones y prevenir los episodios recurrentes.
Existen diferentes opciones de tratamiento (antibióticos, vasoconstrictores, antihistamínicos, corticoides, inmunización, hiposensibilización, insuflación tubárica, no tratamiento…), aunque muchos de ellos no han demostrado beneficio suficiente que avale su utilización.
Tratamiento quirúrgico: Se debe indicar cirugía en pacientes con otitis serosas con agudizaciones de repetición, de al menos cuatro episodios en seis meses. Se debe intervenir a pacientes con otitis serosa bilateral, que no han respondido a tratamiento y que ha persistido más de 3 meses. En niños con otitis unilateral se puede esperar hasta los 6 meses si la audición en el oído contralateral está conservada.

¿En qué consiste la cirugía?

La miringotomía consiste en realizar una pequeña apertura en la membrana timpánica que permite el drenaje y aspirado del contenido del oído medio. Consigue equilibrar la presión del oído medio y resolver la hipoacusia de transmisión del paciente, además de reducir la tendencia a las infecciones de repetición. Es un procedimiento de baja morbilidad, encontrando como principales complicaciones la otorrea persistente, la perforación timpánica permanente o una miringoesclerosis (depósito de sales cálcicas en la membrana timpánica).
Posteriormente se procede a la colocación de tubos de ventilación transtimpánicos que permiten la ventilación del oído medio durante periodos de tiempo más prolongados.
Existen distintos tipos de drenajes, los temporales, que suelen mantenerse una media de 6-12 meses, y suelen extruirse de forma espontánea, y los permanentes (tubos en T), indicados en aquellos pacientes en que es precisa la colocación de varios drenajes consecutivos por recurrencia de la clínica.
Las recidivas tras el drenaje suelen ser precoces, la mayoría en el primer año, siendo necesaria una segunda intervención hasta en un 30% de los casos y una tercera en el 10%.
La adenoidectomía es la cirugía mayor más utilizada en la prevención de las otitis medias. Por si sola o asociada a miringotomía, consigue disminuir la incidencia y la duración de la otitis serosa y el número de episodios de otitis media aguda, independientemente del tamaño de las adenoides, ya que mejora la ventilación de la trompa de Eustaquio, permitiendo un adecuado equilibrio de presiones. No debe indicarse en el tratamiento inicial, a menos que exista otra indicación añadida como adenoiditis de repetición u obstrucción nasal; sin embargo está indicada si la otitis serosa recurre tras la primera cirugía.

¿Cómo es el postoperatorio?

No precisa ingreso. Al ser un procedimiento poco doloroso, la mayoría de casos no precisa analgésicos y según los hallazgos en el oído se pautaran o no gotas antibióticas.
Se indica no mojar los oídos al ducharse y al nadar para evitar las infecciones y se realizarán controles periódicos.

¿Qué complicaciones puede haber?

Poco frecuentes.
• Debilidad en la membrana timpánica que favorezcan las retracciones timpánicas: esto ocurre especialmente en pacientes con disfunción de la trompa de Eustaquio.
• Perforación timpánica residual: ocurre en 1% de los casos, en esta situación se puede plantear una miringoplastia (cirugía del cierre de la perforación timpánica).
• Supuración como consecuencia de una infección.
• Extrusión temprana del DTT o obstrucción del mismo, favoreciendo la reaparición de los síntomas.
• Formación de un otitis media crónica colesteatomatosa: es una rara complicación en la que epitelio escamoso de la membrana timpánica migra a través de la incisión realizada hacia el oído medio.

Conclusiones

La otitis media serosa tiene una incidencia muy alta sobre todo en la edad infantil, muchas veces los síntomas pueden pasar desapercibidos y pueden provocar un retraso en el desarrollo del niño.
Ante la existencia de alteraciones en el desarrollo de lenguaje, disminución del rendimiento escolar, falta de atención, despistes, irritabilidad, aislamiento…. resulta inexcusable hacer una valoración del estado auditivo por un especialista ORL.
Dentro de las causas que producen hipoacusia la otitis serosa es un proceso frecuente de fácil diagnóstico y con soluciones tanto médicas como quirúrgicas que no solo van a resolver el problema sino que también van a prevenir futuros inconvenientes de mucha mayor complejidad.