Durante el embarazo, dados los cambios físicos que se presentan, es necesario tener en cuenta algunas consideraciones para viajar de la manera más segura, pero sin renunciar a ello, ya que existen numerosas opciones para desplazarse, sin que sea un problema para nuestra gestación.
Antes de realizar un viaje…
• Es fundamental la hidratación y la alimentación, ya que pasar muchas horas en ayunas o la deshidratación pueden producir mareos, náuseas, vómitos y malestar en general en el embarazo y más si se viaja, en meses de calor. Asi que prepara agua suficiente y snacks saludables para el recorrido.
• Lleva ropa cómoda, que te permita movilidad y zapatos que no aprieten y que se puedan graduar si se hinchan los pies.
• Poder movilizar las piernas cada 2 horas como máximo es fundamental ya que, si se está de una postura durante mucho tiempo, esto dificulta el retorno venoso y con ello la aparición de varices, piernas cansadas y dolorosas y otras enfermedades relacionadas con la mala circulación sanguínea.
• Recomendamos llevar siempre una copia de todas las pruebas y papeles del embarazo, ya que, si tuvieras la necesidad de ser atendida por un sanitario, conocer el estado del embarazo favorecería poder dar una mejor atención y reducir el número de pruebas innecesarias.
• Según se acerque el viaje, tendrás que citarte con tu médico de familia o ginecólogo/a ya que, en la mayoría de los medios de transporte, es imprescindible para viajar un Informe redactado por tu médico, en el que se indica las semanas de gestación, la fecha probable de parto y el transcurso del embarazo (si es o no de bajo riesgo) y si necesitases medicación específica para que tengas suficiente durante tu viaje.
• Consulta con tu matrona para que te indique las medidas a tener en cuenta en función del país o comunidad al que viajes, sobre todo en épocas y zonas de temperatura extrema.
Viajar en coche
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), la mujer embarazada puede conducir durante el embarazo, siendo el periodo de menor riesgo para la conducción durante el segundo trimestre, de la 18 a la 24 semana. A partir de la semana 30 de embarazo, se desaconseja la conducción, aunque no los desplazamientos. También hay que tener en cuenta, que durante el primer trimestre aumentan las náuseas, vómitos y el cansancio en general, por lo que la atención a la carretera puede disminuir y por tanto se desaconsejaría la conducción.
Además, es imprescindible que:
Si realizas viajes de largo recorrido es fundamental parar cada 2 h y movilizarte, caminando unos 10 minutos.
Durante la conducción, es obligatorio llevar el cinturón de seguridad con la colocación correcta, de tal manera que:
• Banda inferior: SIEMPRE POR DEBAJO DEL ABDOMEN, nunca por encima ni sobre él, ajustándose lo máximo posible a la parte ósea de las caderas.
• Banda diagonal: sobre el hombro, sin rozar el cuello, entre las mamas, sin apoyarse en ninguna de ellas y rodeando el abdomen.
• SIN HOLGADURAS: ninguna de las bandas debe quedar holgadas.
Es importante la colocación del asiento, estando la espalda lo más recta posible y adaptar la distancia a medida que el abdomen crezca.
Hay que intentar que el volante esté a unos 25 cm, sobre todo si el coche tiene airbags, para orientarlos a cara y tórax.
Los airbags no se tienen que desactivar de los asientos delanteros.
Viajar en tren
Se considera uno de los medios de transporte a elegir preferentemente, sobre todo los de alta velocidad, ya que:
• Puedes moverte con libertad siempre que lo necesites ya que caminar por el pasillo es posible.
• Tienes acceso a W.C.
• No es necesario el uso de medidas de seguridad.
• Los tiempos de espera en la estación son menores que en el aeropuerto.
• En Renfe España, es posible viajar hasta la semana 39, entregado el informe médico del embarazo.
Viajar en avión
Las compañías de aerolíneas siguen las directrices del manual médico de la Asociación de Transporte Internacional (IATA) de tal manera que está permitido volar desde el inicio del embarazado hasta la semana 24 (no existe evidencia científica de que las vibraciones o la presión atmosférica aumente la posibilidad de aborto) y a partir de la semana 24 hasta 36 con informe médico. Después de la semana 36 en un embarazo de bajo riesgo y de la 32 si es gemelar, la IATA no recomienda volar por la posibilidad de que el parto sea inminente. Aun así, si fuera necesario volar, algunas compañías solicitan el informe de tu médico y otro de su servicio médico propio para embarcar.
Es uno de los medios que también se recomienda, ya que:
• Permite movilidad prácticamente todo el recorrido, siendo preferible sentarse en asientos que lo resulten más fácil y accesible, como los dirigidos al pasillo.
• Tienes acceso al W.C.
• Está permitido comer y beber.
• El cinturón de seguridad tiene que ser colocado por debajo del abdomen.
• Levántate cada dos horas o menos para activar la circulación.
• Algunas aerolíneas tienen el servicio de preferencia de embarque a embarazadas.
Viajar en autobús
Las compañías de autobús para transportes de largo recorrido, siguen las directrices de la IATA, por lo tanto, será necesario el informe de tu médico y no podrás viajar a partir de la 36 semana. Aún así, este medio no es muy recomendable ya que:
• Está prohibido levantarse del asiento o caminar por el pasillo.
• El acceso al W.C. o no tiene o no es muy cómodo.
• Si estás mareada con náuseas o vómitos, podrían empeorar.
Viajar en barco
En principio, los viajes en barco se pueden realizar embarazada, pero algunas compañías de cruceros no lo permiten con más de 27 semanas, aunque la mayoría de ellas, con un certificado médico a partir de la semana 24 sería suficiente. Aun así, es de los medios de transporte que menos se recomienda ya que:
• A causa del oleaje, las náuseas y los vómitos propios del primer trimestre pueden empeorar, aunque cruceros de gran tonelaje pueden ser más estables y serían más recomendados.
• Algunos de los cruceros no se responsabilizan si existiese algún problema, por lo que deberías de viajar en cruceros con servicio médico.