El VPPB es una enfermedad del oído interno caracterizada por la aparición de mareo con movimiento de objetos cuando el paciente gira la cabeza. Las crisis son de escasa duración y se resuelven por sí mismas.
El origen de la enfermedad se encuentra en una parte del oído interno llamado vestíbulo, que alberga, entre otras estructuras, los tres conductos semicirculares, responsables de la enfermedad.
El mecanismo por el que se produce el cuadro es por liberación de partículas presentes en el oído interno hacia estos conductos. De esta forma, al girar la cabeza hacia alguno de los conductos, se producen las crisis. Este es el motivo por el que el tratamiento consiste en la recolocación de esas partículas.
El vértigo postural paroxístico benigno es más frecuente en las personas de 50 años de edad o más, pero puede padecerse a cualquier edad, también es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Anatomía
Existen tres conductos semicirculares en cada uno de los oídos, de modo que existen tres posibilidades de que las partículas se depositen en alguno de estos tres, y produzcan tres posibles situaciones:
• Conductolitiasis del conducto semicircular posterior. Sin duda alguna lo más habitual, suponiendo el 80-90 % del total de los VPPB.
• Conductolitiasis del conducto semicircular lateral.
• Conductolitiasis del conducto semicircular anterior.
Cuadro clínico
El VPPB se caracteriza por crisis de vértigos con sensación de movimiento de objetos, de menos de un minuto de duración, típicamente por la noche, al realizarse movimientos de cuello en la cama. No hay otros síntomas como pérdida de audición o dolor de oído. Lo que sí es común es que las crisis se acompañen de náuseas y vómitos.
Mareos | Sensación de que tú o tu entorno dan vueltas o se mueven (vértigo) | Inestabilidad o pérdida del equilibrio | Náuseas | Vómitos.
Los signos y síntomas del vértigo posicional paroxístico benigno pueden ser intermitentes. Los episodios de vértigo posicional paroxístico benigno pueden desaparecer por algún tiempo y luego volver a aparecer.
Diagnóstico
El diagnóstico del VPPB del conducto semicircular posterior, que es el más frecuente, se basa en la realización de la prueba de Dix-Hallpike; con una historia clínica del paciente sugestiva de vértigo posicional.
En esta prueba, con el paciente sentado en una camilla, en sentido longitudinal, giraremos su cabeza unos 90º grados hacia el lado hacia el que el paciente siente mareo. Posteriormente tumbaremos súbitamente al paciente con la cabeza colgando por detrás del cabecero de la camilla, continuando ésta girada hacia el lado en cuestión.
En este momento, y tras esperar menos de diez segundos, veremos un movimiento ocular en ambos ojos hacia arriba, y rotando hacia el oído que queda en una posición más declive. En menos de un minuto el nistagmo desaparecerá.
Tratamiento
El tratamiento es postural. El objetivo es reconducir las partículas liberadas hacia su ubicación original, Para esto, debe seguirse la maniobra de Epley (ver figura arriba), que es continuación de la maniobra anterior.
Partiendo de la posición donde el paciente ha empezado ha desarrollar el movimiento de ojos, debemos esperar a que termine. En este momento seguir los siguientes pasos:
1. Girar la cabeza 90º. De este modo la cabeza quedará colgado hacia el lado contrario al lado en el que vimos el movimiento de ojos. Esperar un minuto.
2. Rotar el cuerpo hacia el lado al que giramos la cabeza en el paso anterior, y en bloque, giraremos también la cabeza. De esta forma el paciente quedará tumbado del costado contrario al que comenzamos la maniobra, y con la cabeza rotada hacia el suelo. Esperaremos un minuto.
3. El paciente pasará a reincorporarse desde la posición anterior, para ello primero sacará las piernas hacia adelante y luego se reincorporará desde el decúbito lateral, con la barbilla apoyada en el pecho.
Seguimiento y pronóstico
Aunque el vértigo postural paroxístico benigno puede ser un problema molesto, muy pocas veces es grave, excepto cuando aumenta las posibilidades de sufrir caídas.
Es posible solucionar las crisis del paciente solo con una maniobra, pero a veces es necesario realizar hasta tres. Se podrá considerar la remisión cuando, pasado un mes desde la última maniobra terapéutica, la maniobra diagnóstica no ofrezca movimientos oculares.
No obstante, hay que saber que se trata de un proceso crónico, gobernado por crisis y remisiones; de forma que, a pesar de no volver a aparecer el vértigo tras la maniobra diagnóstica; puede volver a aparecer en algún otro momento de la vida.
Cuando acudir al médico con urgencia
Si bien es poco frecuente que los mareos indiquen una enfermedad grave, consulta con el médico de inmediato si tienes mareos o vértigo junto con alguno de estos síntomas:
| Un dolor de cabeza nuevo, diferente o muy fuerte | Fiebre | Visión doble o pérdida de la visión | Pérdida de la audición | Problemas para hablar | Debilidad en las piernas o los brazos | Pérdida del conocimiento | Caídas o dificultad para caminar | Entumecimiento u hormigueo.