¿Por qué sangro al eyacular? Causas y signos de alarma de la hemospermia.


Pablo Oteo Manjavacas, Belén Miranda Alcalde, Amaia Arrizabalaga Solano, Marta Burbano Herráiz, Pablo Gómez Castro, Clara Camprubi Polo y María Jesús Gil Sánz.

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La presencia de sangre en el semen recibe el nombre de hemospermia o hematospermia. Aunque puede ser alarmante, la mayoría de los casos son benignos y se resuelven por sí solos sin necesidad de tratamiento. Por tanto, lo primero que debe hacer el médico es tranquilizar al paciente. Sin embargo, es importante entender sus posibles causas y cuándo es necesario buscar atención médica.

La sangre en el semen puede tener un aspecto rosado, rojo intenso o incluso marrón si el sangrado es más antiguo. Puede ser intermitente o persistir en todas las eyaculaciones y normalmente no supera los 6 meses de duración. Aunque a menudo es asintomático, puede estar acompañado de otros síntomas dependiendo de su causa subyacente.

Causas comunes de la hematospermia

En pacientes menores de 40 años, una causa infecciosa en el tracto urogenital es el factor etiológico más común. La inflamación propia de procesos infecciosos como una prostatitis, uretritis o una epididimitis pueden dar lugar a este signo.

Otra posible causa son los antecedentes traumáticos en el área genital o perianal, aunque es estos casos suele haber una clara relación temporal.

Algunas enfermedades sistémicas que condicionan alteraciones de la coagulación o la hipertensión severa también pueden causar hematospermia.

Otra posible causa aunque mas infrecuente son los tumores urogenitales como el cáncer de próstata o de testículo.

Dicho todo esto, cabe destacar que en la mayoría de los casos la causa de la hematospermia no se identifica y se resuelve por sí misma sin complicaciones. Es lo que llamamos hemospermia idiopática.

Como se ha explicado, el origen de la hemospermia suele ser benigno, pero es importante consultar a un médico ante determinadas circunstancias:

  • Cuándo persiste durante más de un mes.
  • Cuándo se acompaña de dolor, fiebre o síntomas urinarios.
  • En aquellos pacientes con antecedentes familiares de cáncer de próstata u otras condiciones graves.

AUTORES

Pablo Oteo Manjavacas. Médico adjunto de Urología. Hospital Universitario Miguel Servet.

Belén Miranda Alcalde. Médico adjunto de Pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet.

Amaia Arrizabalaga Solano, Marta Burbano Herráiz, Pablo Gómez Castro, Clara Camprubi Polo. Médicos Residentes de Urología. Hospital Universitario Miguel Servet.

María Jesús Gil Sanz. Jefa de Servicio de Urología Hospital Universitario Miguel Servet.