¿Qué es un infarto renal?


José Semper Pont, Marta Fortún Belenguer, Silvia Miracle Huguet, Alejandro Berdiel Cistero, Laura Enguita Arnal, David Corbatón Gomollón, José Miguel Berné Manero, Teresa Cabañuz Plo, Elena Carceller Tejedor y María Araceli Bono Ariño

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Un infarto renal es una condición médica en la que se produce una interrupción del flujo sanguíneo a una parte del riñón, lo que provoca la muerte del tejido renal afectado. Esta situación puede ser causada por diversas razones, tales como:

Causas

  1. Trombosis de la arteria renal: suele comprometer la arteria renal principal y por ello suele generar grandes infartos. Consiste en la formación de un coágulo dentro de la arteria renal que puede bloquear el flujo sanguíneo.
  2. Embolia arterial: Un coágulo de sangre puede desplazarse desde otra parte del cuerpo y bloquear la arteria renal encargada de llevar sangre al riñón. Suele comprometer ramas arteriales periféricas y por tanto los infartos suelen ser de menor tamaño.
  3. Otros:
    1. Arterioesclerosis: la acumulación de lípidos en sangre puede acabar generando placas que pueden estrechar o bloquear las arterias.
    2. Traumatismo renal: lesiones físicas en el área del riñón pueden dañar las arterias.
    3. Enfermedades hematológicas que aumenten la viscosidad de la sangre.
    4. Enfermedades del vaso sanguíneo.
    5. Patología inflamatoria de la arteria renal.

Síntomas

Los síntomas de un infarto renal pueden manifestarse como un cuadro agudo de riesgo vital, o puede confundirse con un cólico nefrítico, una lumbalgia o bien puede pasar inadvertida, pero comúnmente incluyen:

  • Dolor lumbar súbito de intensidad variable en el costado, asociado con náuseas, vómitos y fiebre. Puede cursar con hipertensión y sangrado con la orina.
  • En casos bilaterales puede cursar con disminución o ausencia total de producción de orina e insuficiencia renal de progresión rápida.
  • Se debe descartar patología cardíaca como patología subyacente (principalmente fibrilación auricular que es un tipo de arritmia).

Diagnóstico

El diagnóstico de un infarto renal generalmente implica:

  1. Análisis de sangre y orina.
  2. Estudios de imagen como Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM).
  3. Angiografía renal, una prueba para visualizar las arterias renales.
  4. Posteriormente, estudio de las posibles causas subyacentes.

Tratamiento

El tratamiento del infarto renal depende de la causa subyacente y puede incluir:

  • Medicamentos anticoagulantes para prevenir la formación de coágulos.
  • Terapias trombolíticas para disolver los coágulos existentes.
  • Angioplastia o cirugía para restaurar el flujo sanguíneo.
  • Control de los factores de riesgo como la hipertensión, hiperlipidemia o diabetes.

El pronóstico de esta patología depende de la extensión del riñón comprometida por la isquemia y de la rapidez con la que se restablezca el flujo sanguíneo. Generalmente se estima que un 28% de los pacientes desarrollan enfermedad renal crónica a lo largo del tiempo tras un infarto renal.

AUTORES:

José Semper Pont, Marta Fortún Belenguer, Silvia Miracle Huguet, Alejandro Berdiel Cistero. MIR de Urología. Hospital San Jorge de Huesca

Laura Enguita Arnal, David Corbatón Gomollón, José Miguel Berné Manero, Teresa Cabañuz Plo, Elena Carceller Tejedor. FEA de Urología. Hospital San Jorge

María Araceli Bono Ariño. Jefa de servicio Urología. Hospital San Jorge