Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama es el más común entre las mujeres de todo el mundo. Su detección temprana y la implantación de un tratamiento adecuado eleva las posibilidades de curación.
Entre los tratamientos más frecuentes en el cáncer de mama son: la cirugía, la radioterapia y la hormonoterapia. La cirugía tiende a ser conservadora, denominada también mastectomía parcial, con el fin de obtener la eficacia de una cirugía radical, pero con un mejor resultado estético. La mastectomía se realiza bajo anestesia general y en caso de no ser posible llevar a cabo una mastectomía parcial, hay otros tipos: mastectomía radical, radical modificada, simple o total, ahorradora de piel, ahorradora de piel y pezón ó mastectomía bilateral. Durante la cirugía se extirpa el tejido mamario afectado, junto con los ganglios linfáticos en algunos casos. La elección del tipo de mastectomía, depende del estadio del cáncer y de otros factores.
La mastectomía es un procedimiento quirúrgico crucial en el tratamiento del cáncer de mama. Este procedimiento es fundamental para eliminar el tejido canceroso y reducir el riesgo de propagación de la enfermedad. Sin embargo, una mujer que ha sido sometida a una mastectomía, se verá afectada física, emocional y socialmente. De ahí, la importancia de la atención de enfermería durante todo el proceso de enfermedad, pero también en los cuidados postoperatorios . Éstos son esenciales para la recuperación y el bienestar de las pacientes, puesto que posibilitan una mejor readaptación a su nueva situación.
Cuidados postoperatorios
Hay que tener en cuenta que la paciente se encuentra en un momento complicado a causa de la retirada total o parcial de la mama, viéndose alterada su imagen corporal. Entre los cuidados postoperatorios necesarios para una recuperación satisfactoria destacan:
– Manejo del dolor: pueden experimentar dolor después de la cirugía. Los analgésicos recetados por el cirujano deben tomarse según las indicaciones para aliviar el malestar. - Cuidado de la Herida: mantener la herida quirúrgica limpia y seca es esencial para prevenir infecciones. Observar el estado de la herida por posibles signos de infección, dehiscencia, necrosis. Se deben seguir las instrucciones del médico sobre la curación y el cambio de apósitos.
– Retirada de los puntos de sutura de la herida: suelen ser suturas intradérmicas reabsorbibles que se retiran a partir de los 6 días en la consulta de cirugía.
– Cuidados y manejo de los drenajes o tubos: en algunos casos, se pueden colocar drenajes para eliminar el exceso de líquido. Estos deben vaciarse y mantenerse limpios. Para favorecer y facilitar su manejo de forma autónoma, antes del alta, se les ofrece una explicación junto con un tríptico informativo al que poder recurrir en caso de tener alguna duda.
– Movilidad y Ejercicio: se alienta a las pacientes a realizar ejercicios suaves para evitar la rigidez en los brazos y los hombros. El fisioterapeuta puede proporcionar pautas específicas.
– Apoyo Emocional: la mastectomía puede tener un impacto emocional significativo. Buscar apoyo de familiares, amigos y grupos de apoyo es fundamental.
– Recomendaciones al alta: evitar la extracción de sangre o cualquier tipo de inyección en el miembro afectado, no utilizar ropa apretada, no tomar la tensión arterial en el lado afectado ni dormir sobre ese lado, no cargar peso ni colocar el bolso en ese brazo, evitar el esfuerzo físico y levantar peso, evitar pulseras, relojes y anillos muy ajustados, realizar actividad física de forma regular, evitar mordeduras y arañazos de animales, emplear repelentes de insectos para evitar picaduras, etc…
En conclusión, los cuidados postoperatorios de una mastectomía son vitales para la recuperación de las pacientes. Siguiendo las recomendaciones médicas y manteniendo una actitud positiva, es posible lograr una recuperación exitosa y retomar la calidad de vida. La mastectomía es un paso en la lucha contra el cáncer de mama, y con el apoyo adecuado, las pacientes pueden enfrentar este desafío con determinación y esperanza.
AUTORES:
– Guillermo Cabrero Pérez. Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería en Hospital Sagrado Corazón de Jesús.
– Sonia Santafé López. Enfermera del Hospital San Jorge Huesca en planta de Medicina Interna.
– Andrea García Fernández. Enfermera del Hospital San Jorge Huesca en planta de Cirugía General.
– Sara Sasal Pérez. Enfermera del Hospital San Jorge Huesca en planta de Cirugía General.
– Paola Gómez Ruiz. Enfermera del Hospital San Jorge Huesca en planta de Cirugía General.
– Irene Baniandres Rodriguez Enfermera del Hospital San Jorge Huesca en planta de Cirugía General.
– Silvia Rufa Luis. Enfermera del Hospital San Jorge Huesca en planta de Cirugía General.