Anemia ferropénica


Begoña Llorente Díez. Jefe de Sección de Hospitalización a Domicilio del Hospital Universitario de Navarra. María Ruiz Castellano. Jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Navarra

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La anemia ferropénica es la variante más frecuente de anemia, ya que afecta a un 2-5% de varones y mujeres adultos en los países desarrollados. La incidencia puede llegar al 10% en caso de las mujeres en edad fértil.

La anemia ferropénica es un trastorno de la sangre que se caracteriza por una disminución en los niveles de hierro en el organismo, lo que lleva a una disminución en la producción de glóbulos rojos y, por lo tanto, a una disminución en la capacidad de transportar oxígeno a los tejidos del cuerpo. Esta condición es una de las formas más comunes de anemia y afecta a personas de todas las edades, aunque es más común en mujeres en edad fértil y en niños pequeños.

¿Cuáles son las causas?

Las causas de la anemia ferropénica pueden ser diversas, pero las más comunes son la falta de hierro en la dieta, la pérdida de sangre debido a menstruaciones abundantes o a enfermedades del aparato digestivo, y la incapacidad del organismo para absorber adecuadamente el hierro de los alimentos. Otros factores de riesgo incluyen el embarazo, la lactancia, la edad avanzada y ciertas enfermedades crónicas.

La falta de hierro en la dieta es una de sus principales causas. El hierro se encuentra en alimentos de origen animal, como carnes rojas, aves de corral y mariscos, así como en alimentos de origen vegetal, como legumbres, vegetales de hoja verde y cereales fortificados. Una dieta pobre en estos alimentos puede llevar a una deficiencia de hierro y, por lo tanto, a la aparición de anemia.

La pérdida de sangre es otra causa común de la anemia ferropénica. Las mujeres en edad fértil son especialmente propensas a esta forma de anemia debido a las menstruaciones abundantes. Durante el ciclo menstrual, se pierde una cantidad significativa de sangre, lo que puede llevar a una disminución en los niveles de hierro en el organismo. Además, las enfermedades gastrointestinales, como las úlceras, los pólipos y los tumores, pueden causar pérdida de sangre y, por lo tanto, anemia ferropénica.

La capacidad del organismo para absorber adecuadamente el hierro de los alimentos también puede verse comprometida en ciertas condiciones. Por ejemplo, las personas con enfermedad celíaca, una enfermedad autoinmune que afecta el intestino delgado, pueden tener dificultades para absorber el hierro de los alimentos. Del mismo modo, las personas que se han sometido a cirugía gastrointestinal, como una gastrectomía o una resección intestinal, pueden tener una absorción deficiente de hierro.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la anemia ferropénica pueden variar dependiendo de la gravedad de la condición, pero los más comunes incluyen fatiga, debilidad, palidez, falta de concentración, mareos, dificultad para respirar, palpitaciones y uñas quebradizas. Estos síntomas se deben a la falta de oxígeno en los tejidos del cuerpo debido a la disminución en la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno.

En casos más graves, la anemia ferropénica puede llevar a complicaciones como insuficiencia cardíaca (la falta de oxígeno en el corazón puede llevar a una disminución en su capacidad para bombear sangre de manera eficiente), problemas de crecimiento en niños y problemas en su desarrollo cognitivo.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la anemia ferropénica se realiza a través de pruebas de laboratorio que incluyen análisis de sangre para medir los niveles de hierro, hemoglobina y otros parámetros relacionados. El nivel de ferritina, una proteína que almacena hierro en el organismo, también se puede medir para evaluar los niveles de hierro en el cuerpo. Además, se pueden realizar pruebas adicionales para determinar la causa subyacente de la anemia, como pruebas de sangre oculta en heces o endoscopias para detectar posibles fuentes de sangrado en el tracto gastrointestinal. Existe una consulta de M. Interna dedicada al diagnóstico y tratamiento de la anemia ferropénica.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la anemia ferropénica se basa en corregir la deficiencia de hierro en el organismo. Esto se puede lograr a través de cambios en la dieta para incluir alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, mariscos, legumbres y vegetales de hoja verde. Además, se pueden recetar suplementos de hierro en forma de tabletas o inyecciones, dependiendo de la gravedad de la anemia. Los suplementos de hierro generalmente se toman durante varios meses para restablecer los niveles de hierro en el organismo.

En casos más graves de anemia ferropénica, puede ser necesario realizar transfusiones de sangre para aumentar rápidamente los niveles de hemoglobina. Se reservan para casos en los que la anemia es grave y hay riesgo de complicaciones graves, como insuficiencia cardíaca.

Además del tratamiento con pastillas, es importante abordar las causas subyacentes de la anemia ferropénica. Si la anemia es causada por una enfermedad del aparato digestivo, puede ser necesario tratar esa enfermedad para prevenir futuras pérdidas de sangre. Del mismo modo, si la anemia es causada por menstruaciones abundantes, se pueden recetar medicamentos para regular el ciclo menstrual y reducir la pérdida de sangre. En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas adicionales, como endoscopias, para identificar y tratar la fuente de sangrado.
También son importantes adoptar medidas preventivas para evitar la anemia ferropénica. Esto incluye seguir una dieta equilibrada y rica en alimentos que contengan hierro, como carnes magras, pescado, legumbres, vegetales de hoja verde y cereales fortificados. También es importante consumir alimentos ricos en vitamina C, ya que esta vitamina ayuda en la absorción del hierro.

Resumen

En resumen, la anemia ferropénica es un trastorno de la sangre que se caracteriza por una disminución en los niveles de hierro en el organismo. Esta condición puede ser causada por una falta de ingesta de hierro, pérdida de sangre o enfermedades crónicas que afectan la absorción de hierro. Los síntomas de la anemia ferropénica incluyen fatiga, debilidad, palidez y dificultad para respirar. El diagnóstico se realiza a través de pruebas de laboratorio y el tratamiento se basa en la suplementación con hierro y la corrección de la causa subyacente de la anemia.

AUTORAS

Begoña Llorente Díez. Jefe de Sección de Hospitalización a Domicilio del Hospital Universitario de Navarra.
María Ruiz Castellano. Jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Navarra