El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que se produce por la pérdida progresiva de las neuronas, que pierden su funcionalidad. El paciente tiene olvidos, se desorienta, deja de comunicarse y cada vez es más dependiente para realizar las actividades diarias. Es la forma más común de demencia en las personas mayores.
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que provoca que el sistema nervioso no pueda realizar su función con normalidad. La enfermedad de Alzheimer no debe considerarse una parte normal del envejecimiento.
Los síntomas más frecuentes y característicos de la enfermedad de Alzheimer son los olvidos. Estos son frecuentes (varias veces al día), persistentes (día tras día durante meses), importantes (se olvidan cosas relevantes, no solo cosas sin importancia) y progresivos (cada vez los olvidos son más frecuentes e importantes).
Sin embargo, los olvidos no son los únicos síntomas. La neurodegeneración interfiere en el funcionamiento normal de los circuitos de neuronas que trabajan en la memoria, pero también, a medida que la enfermedad empeora, en el funcionamiento de otras áreas cerebrales que se encargan de tareas cognitivas, como el lenguaje, la orientación, la capacidad de hacer cosas, etc., y de las reacciones emocionales.
Tipos
1. En función del grado de afectación de los problemas cognitivos en el día a día del paciente, se pueden distinguir dos grandes fases en la enfermedad de Alzheimer:
• Fase de deterioro cognitivo leve en anciano con un deterioro cognitivo leve. Se trata de la presencia de pérdida de memoria, percibida por el propio paciente y/o su entorno, y constatada en la valoración por los profesionales. En esta fase, el problema de memoria no impide al paciente hacer sus actividades diarias.
• Fase de demencia. En la fase de demencia, los problemas cognitivos hacen que el paciente necesite, en menor o mayor medida, supervisión o ayuda en actividades del día a día y, por lo tanto, no es totalmente autónomo.
2. En función de la edad de inicio de la enfermedad, los pacientes se clasifican dentro de:
• Alzheimer de inicio tardío. Se define así cuando el inicio de los síntomas empieza por encima de los 65 años. Es la forma más frecuente, puesto que 9 de cada 10 casos empiezan por encima de los 65 años.
• Alzheimer de inicio precoz o temprano. En estos casos, la enfermedad inicia sus síntomas en personas menores de 65 años (habitualmente entre los 50 y 65 años).
3. En función de la relación con factores genéticos, los pacientes se clasifican en:
• Enfermedad de Alzheimer esporádica o poligénica. En la gran mayoría de personas con enfermedad de Alzheimer los factores genéticos pueden influir en su aparición (factores de riesgo), pero por sí mismos no causan la enfermedad. Esta no se transmite de padres a hijos.
• Enfermedad de Alzheimer genética o autosómica dominante. Es una forma muy infrecuente; menos de 1 de cada 200 casos de enfermedad de Alzheimer. En estos casos la enfermedad es causada por una alteración genética que se transmite de padres a hijos. Habitualmente el inicio de la enfermedad es de inicio es muy precoz (20-50 años).
Síntomas
• Anciano con un deterioro cognitivo leve
Pérdida de memoria. La pérdida de memoria de los hechos recientes es el síntoma más frecuente y típico de la enfermedad de Alzheimer y, en la mayoría de los casos, aparece desde las fases iniciales. Al inicio, los pacientes pueden percibir los problemas de memoria por sí mismos, pero a veces, son las personas del entorno más cercano, familia o amigos, los primeros que pueden detectar estos problemas. La pérdida de memoria se manifiesta en forma de olvidos de hechos recientes y dificultad para aprender cosas nuevas, aunque puede recordar hechos que han pasado hace mucho tiempo. Se olvidan conversaciones, citas o encargos dichos hace poco rato; se repite muchas veces una cosa o una pregunta porque no recuerda haberlo hecho; se pierden objetos (llaves, cartera, tarjetas…). Todo el mundo tiene olvidos de vez en cuando pero, con la enfermedad de Alzheimer, los olvidos son frecuentes (varias veces al día), persistentes (día tras día durante meses), importantes (se olvidan cosas relevantes, no solo cosas sin importancia) y progresivos (cada vez los olvidos son más frecuentes e importantes).
• Persona con dificultad para hacer tareas
Dificultad en la planificación y realización de tareas. El paciente puede presentar dificultad para realizar tareas complejas, bien porque no las acabe, las haga mal o porque tarde mucho más tiempo en hacerlas. Con el tiempo las dificultades afectan trabajos más simples.
• Persona con desorientación temporal de noche
Desorientación temporoespacial. Las personas con enfermedad de Alzheimer pueden tener dificultades para saber el día, el mes, la estación del año, el año en que se encuentra, o bien la hora. También hay dificultades para orientarse en el espacio, es decir, saber por dónde se va; primero por lugares poco conocidos y más adelante también en casa.
• Persona mayor con problemas de lenguaje
Problemas de lenguaje. Se presentan dificultades para hablar (expresión) o entender lo que se explica (comprensión). La dificultad en la expresión del lenguaje se manifiesta con una pérdida de vocabulario y el paciente, a veces, utiliza palabras comodín (‘cosa’, ‘esto’ o ‘aquello’) o pierde el hilo de lo que decía. También le puede costar entender las cosas, especialmente si las frases son largas.
• Persona mayor hablando enfadada con un joven
Cambios de conducta. En fases iniciales puede haber cambios en el estado de ánimo, con menos ganas de hacer cosas y dejadez en sus tareas. Dado que muchas veces el paciente no es consciente de la gravedad de sus problemas cognitivos, es frecuente que responda con irritabilidad a la ayuda que se le ofrece. En algunas ocasiones, en fases más avanzadas, puede haber una interpretación errónea de las situaciones, o alteraciones en la percepción (ilusiones o alucinaciones) que pueden desembocar en agresividad verbal o física hacia sí mismo u otras personas, especialmente al atardecer o por la noche.
• Persona durmiendo con expresión triste
Alteración del ritmo del sueño. Es frecuente que a medida que la enfermedad avanza se pierda el ritmo normal del sueño. Los pacientes pueden dormir de día y de noche tener dificultades para mantener el sueño.
• Persona con trastorno motriz
Trastornos motrices. Los problemas de movimiento no son un síntoma inicial en la enfermedad de Alzheimer, pero en fases severas de la enfermedad el control del cerebro sobre el movimiento también se afecta, por ello, el paciente pierde la capacidad de andar e, incluso, de mantenerse sentado en una silla.
A cuántas personas afecta el alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es el tipo de enfermedad neurodegenerativa y de demencia más frecuente, siendo la causa de 7 de cada 10 casos de personas con demencia.
Se estima que: más de 40.000 personas sufren demencia en Aragón, 700.000 personas sufren demencia en España, 50 millones de personas sufren demencia en el mundo.
La prevalencia actual ha aumentado respecto décadas atrás debido al aumento de la esperanza de vida de la población mundial, y continuará aumentando durante las próximas décadas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) aparece 1 caso cada 3 segundos; 10 millones de casos nuevos cada año. En el año 2050 habrá más de 150 millones de personas con enfermedad de Alzheimer en el mundo. El coste asociado a la enfermedad de Alzheimer y otras demencias equivale al 1% del PIB mundial.
AUTORES:
– Cristina Caballero García. Auxiliar Administrativa. Hospital Ntra. Sra. de Gracia.
– Raquel Olmos Sánchez. Auxiliar de Enfermería. Hospital Ntra. Sra. De Gracia.
– Piedad Fleta Cubero. Celadora. Hospital Ntra. Sra. de Gracia.
– Francisco Landa Vidal. Técnico de Imagen y Diagnóstico. Clínica Montpelier.
BIBLIOGRAFÍA:
https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/alzheimer