Efecto incretina


Lidia Olivar Gómez. MIR Endocrinología y Nutrición. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

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Se denomina efecto incretina a la secreción de insulina ocasionada tras una hiperglucemia plasmática desencadenada por la ingesta oral de glucosa; y que es capaz de originar niveles de insulina superiores a la misma hiperglucemia ocasionada tras la administración de glucosa de manera parenteral.

Esta respuesta a la glucosa oral es producida como consecuencia de la acción del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) y del polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP); dos moléculas peptídicas que interaccionan con los receptores de las células ß. El GLP-1 se sintetiza en las células del íleon terminal, colon e islotes pancreáticos. Por su parte, el GIP se secreta en el intestino delgado (duodeno y yeyuno).

El GLP-1 actúa favoreciendo la síntesis de células ß e inhibiendo su apoptosis. Como consecuencia, se incrementa la secreción y la sensibilidad de la insulina, disminuyendo la secreción de glucagón de manera dependiente de glucosa. Otros efectos ocasionados por el GLP-1 incluyen: retraso del vaciado gástrico, inducción de saciedad precoz y disminución de la cantidad de las ingestas.

En los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) se ha identificado una disminución del efecto incretina. La utilización de fármacos que estimulen este mecanismo ha demostrado una mejoría clínica en el abordaje de la DM2.

Utilidad de los fármacos basados en el efecto incretina en la diabetes mellitus

Los fármacos agonistas de los receptores de GLP-1 (aGLP1) y los fármacos inhibidores de la enzima encargada de la degradación de las incretinas dipeptidil peptidasa 4 (iDPP-4) se utilizan en la actualidad en el tratamiento de la DM2. Además, se incluye en la actualidad un fármaco con acción dual, tirzepatida (a-GLP-1 y a-GIP).

Los aGLP1 actúan mediante su unión al receptor del GLP-1, de manera que reproducen sus efectos. Su administración puede ser oral o subcutánea en el caso de semaglutida, mientras que liraglutida y dulaglutida únicamente presentan formulaciones subcutáneas.

Por su parte, los iDPP4 actúan inhibiendo el mecanismo enzimático responsable de la degradación del GLP-1; incrementando como su vida media. Los iDPP4 aprobados en la actualidad son: sitagliptina, linagliptina, alogliptina, vildagliptina y saxagliptina. Su administración es oral.

Tirzepatida constituye un fármaco dual con acción agonista sobre GLP-1 y GIP. Su administración es subcutánea.

Utilidad de los fármacos basados en el efecto incretina en la obesidad

Liraglutida, semaglutida y tirzepatida son fármacos autorizados en la actualidad en el tratamiento de la obesidad.

La eficacia de liraglutida en la pérdida de peso se ha identificado con dosis farmacológicas superiores (3mg) a las utilizadas en el manejo de la DM2.  Se recomienda iniciar a una dosis de 0,6mg/día subcutánea, con incremento de la dosis de manera progresiva hasta alcanzar 3mg/día.

De la misma manera que ocurre con liraglutida, se recomiendan pautas superiores de semaglutida iniciadas en los pacientes de manera gradual para lograr una pérdida ponderal significativa. Existen presentaciones subcutáneas de 0,25mg, 0,5mg, 1mg, 1,7 mg y 2,4mg.

Finalmente; tirzepatida se ha incluido en el manejo de la obesidad con seis posibles dosis administradas de manera subcutánea e iniciadas igualmente de manera progresiva: 2,5mg, 5mg, 7,5mg, 10mg, 12,5mg y 15mg (no se comercializa en la actualidad la pauta de 15mg en España).

AUTORA:

Lidia Olivar Gómez. Médico interno residente (MIR) Endocrinología y Nutrición.