Pequeños insectos, grandes sustos


María José Zavala Segovia, Lizeth Juliana González Romero, Sira García-Iturri Gallego y Sara Garrido Fernández

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La llegada del buen tiempo trae consigo un mayor número de insectos no deseados y otros tantos muy necesarios para el mantenimiento del equilibrio ambiental.

Los himenópteros, constituyen uno de los órdenes más numerosos de insectos con unas 153.000 especies descritas. Dentro de este grupo, se encuentran: abejas, abejorros, avispas (papeleras, terreras, asiáticas) y hormigas. La mayoría de las especies de himenópteros son inofensivas y habitualmente pican a modo de defensa cuando perciben una amenaza hacia su nido o cuando se encuentran en búsqueda de alimento, pudiendo inyectar cantidades variables de veneno. El comportamiento entre abejas y avispas en relación a la picadura es diferente. Cuando una abeja punza su aguijón, éste se mantiene anclado en la piel y causa su muerte, dado que pierde su saco de veneno y parte de sus órganos vitales. Mientras que las avispas, pueden extraer su aguijón y utilizarlo en más de una ocasión de forma consecutiva.

Una parte importante de las consultas de Alergología durante el verano y meses posteriores, se deben a las picaduras de éstos insectos. Por lo tanto, ¿qué debemos saber en relación a las picaduras, cómo podemos evitarlas, cómo podemos tratarlas y cuándo debemos consultar con un especialista?

 

 

 

 

 

 

 

Figura 1. Reacciones locales

 

 

 

 

 

 

 

Figura 2. Reacciones locales extensas

 

 

Las reacciones pueden ser locales (Fig.1), producidas por el mismo efecto del veneno. Se caracterizan por dolor, enrojecimiento e inflamación de la zona llegando a extenderse hasta 10 cm evolucionando hacia la resolución en 24-48 horas. También encontramos reacciones locales extensas (Fig.2), donde la inflamación es mayor, pudiendo abarcar hasta 2 articulaciones contiguas. En ambos casos, resulta beneficioso aplicar frío local, el uso de analgésicos y antihistamínicos para el control sintomático. Este tipo de reacciones no presentan más riesgo que la población general para desarrollar reacciones generalizadas. Por este motivo, no es preciso realizar ningún estudio alergológico.

Por otra parte, las reacciones generalizadas, Se caracterizan por la presencia de síntomas a distancia de la zona de la picadura; pudiendo desarrollar habones generalizados, dificultad respiratoria, náuseas, vómitos, hipotensión.

En estos casos el paciente debe ser valorado en un centro médico para recibir tratamiento y registrar la circunstancia en la que se produjo la picadura. Es preciso recoger la actividad que estaba realizando (jardinería, apicultura, manipular leña), el lugar de la picadura o si fue posible identificar el insecto, si dejó o no aguijón.

También los alimentos que estaba comiendo. Los himenópteros se comportan distinto ante la fruta o a la carne. Todos éstos datos, nos serán de gran ayuda a la hora de identificar el insecto de cara a plantear un tratamiento específico. Como es de esperar, estos casos precisan valoración Alergológica, dado que, según el riesgo y el tipo de reacción, el paciente podrá necesitar un autoinyector de adrenalina y en otros casos, realizar tratamiento específico con vacunas frente al himenóptero responsable durante al menos 3-5 años.

Para prevenir las picaduras debemos evitar la estancia en lugares con abundantes flores o árboles frutales, zonas con restos de comidas. Deberemos evitar el uso de colonias intensas, el uso de prendas con colores brillantes al acudir al campo. Evitar así mismo, el caminar descalzo en piscinas o en campos con flores, debemos sacudir la ropa que hayamos dejado en el suelo antes de ponérnosla. Al entrar a un coche debemos comprobar que no se encuentren dentro y en caso de conducir moto, revisar el casco.

Si hemos sido picados o nos encontramos cerca de una zona con avispas o abejas, debemos cubrir nuestra cabeza con ropa o las manos y alejarnos lentamente sin realizar movimientos bruscos. Una vez que la avispa pica, libera una feromona que incita a otros miembros de la colonia a picar.

Si tiene un diagnóstico de alergia a himenópteros, principalmente aquellos con reacciones generalizadas, deberá llevar siempre a mano su medicación de rescate.

AUTORAS

María José Zavala Segovia. Médico adjunto Alergología. Hospital Universitario de Navarra
Lizeth Juliana González Romero. Médica residente Alergología. Hospital Universitario de Navarra
Sira García-Iturri Gallego. Médica residente Alergología. Hospital Universitario de Navarra
Sara Garrido Fernández. Jefa de Servicio Alergología. Hospital Universitario de Navarra