El delirio postoperatorio es un problema temporal del cerebro que puede aparecer después de una operación. Se manifiesta con cambios en la atención, el nivel de conciencia y la capacidad para pensar. Es la situación que vulgarmente se conoce como “se le ha ido la cabeza después de la operación”: un paciente que no es capaz de atender o seguir una conversación, que se duerme o se comporta con agitación, incluso con agresividad y que no piensa con claridad.
Puede aparecer desde unas horas tras la cirugía hasta varios días después, hasta en un 15 al 53% de los casos, según diferentes artículos publicados.
¿Qué ocurre en el cerebro?
Hay cambios inmunológicos, en el metabolismo, en la forma en que funciona, en la circulación cerebral y mayor permeabilidad de la barrera entre la sangre y el cerebro. Se pueden activar ciertas células del cerebro y aumentar sustancias que promueven la inflamación cerebral, lo que puede desequilibrar las sustancias que conectan las neuronas (neurotransmisores) y dañar sus conexiones. Algunas de estas alteraciones pueden permanecer incluso si el delirio desaparece.
¿Qué lo causa?
Es un cuadro clínico complejo y hay muchos factores que intervienen. Hoy día, aún se desconocen todas las causas. Ocurre cuando aparecen a la vez una serie de desencadenantes por la cirugía en una persona que ya es vulnerable por distintos motivos.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Dependen de la persona, de la cirugía y de la evolución del ingreso hospitalario.
Se ha visto que la edad mayor de 60 años, ser hombre o tener un bajo peso para su estatura son factores de riesgo. Tener antecedentes de ciertos problemas médicos también incrementa el riesgo, como en el caso de enfermedades neurológicas (ictus, estenosis carotídea, deterioro mental, como el Alzheimer, episodios previos de delirio postoperatorio en operaciones anteriores), enfermedades psiquiátricas (depresión, ansiedad preoperatoria, trastornos del sueño), hipertensión, cardiopatías, diabetes, enfermedad renal, pulmonar, anemia o desnutrición. La presencia de varias de estas enfermedades a la vez aumenta el riesgo. Una forma rápida de ver el riesgo por enfermedades es revisando el consentimiento informado que se entrega en la consulta de anestesia. Valores del grado ASA (que aparece al final de la primera página del consentimiento informado, ver la figura) mayores de II indican mayor riesgo.

El nivel educativo más bajo, no tener apoyo social y vivir en residencias para mayores también se ha asociado a mayor riesgo; mientras que tener más educación parece ayudar a reducirlo.
Entre los factores de riesgo quirúrgicos están: el tipo de cirugía (hay cirugías con mayor riesgo, como la cardiaca), cuánto dura, si es urgente o no, si durante la operación hubo hipotensión, pérdida de sangre importante o se necesitó transfusión. El tipo de anestesia también influye (general o regional, así como los fármacos administrados).
Los factores de riesgo de la estancia hospitalaria son: la aparición fiebre o de temperatura baja (hipotermia), estancias largas en urgencias o en cuidados intensivos, el tiempo conectado a un respirador, la aparición de complicaciones o infecciones después de la operación. Es importante el adecuado manejo del dolor postoperatorio.
¿Qué consecuencias tiene el delirio postoperatorio?
El aumento de la seguridad en la cirugía y la anestesia y de la esperanza de vida hace que cada vez sea más frecuente operar a personas mayores. El delirio postoperatorio, por lo tanto, se va a incrementar en el futuro. Este problema está asociado a más complicaciones tras la cirugía, rehabilitación más lenta, estancias hospitalarias más largas, mayores costos y mayor probabilidad de volver a ingresar al hospital o necesitar atención a largo plazo. También afecta la calidad de vida y puede influir en el deterioro cognitivo a largo plazo, la aparición de demencia y en la mortalidad.
¿Cómo se predice o detecta?
Debido a la complejidad de sus causas, no hay un indicador que diga con claridad que paciente va a tener delirio postoperatorio y cual no.
Se han usado algunos marcadores analíticos que ayudan al médico a valorar el riesgo. Existe además un problema añadido, y es que no todos los estudios publicados sobre el tema se pueden aplicar directamente a nuestra población. Necesitamos contar con datos propios para poder valorar adecuadamente el conjunto de riesgos de cada paciente, para dar una información preoperatoria adecuada y, sobre todo, para establecer todas aquellas medidas de prevención que sean posibles en cada caso.
Resumen
El delirio postoperatorio es una complicación temporal y tratable de cambios cerebrales tras una cirugía en pacientes con múltiples factores de riesgo. Entenderlos ayuda a prevenirlo y a manejarlo mejor.
Si tiene dudas sobre su situación o la de alguien próximo a Vd., consulte a su equipo médico para una información más personalizada.


