Administración de Testosterona en Endocrinología


Valeria González Sacoto, Leticia Serrano Urzaiz, Macarena Lacarta Benítez, Carlos Moreno Gálvez, Lidia Olivar Gómez, Ana Ros Anadón y Carlos Mora Cevallos

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La testosterona es una hormona esteroide crucial para el desarrollo de las características sexuales masculinas y el mantenimiento de la función reproductiva. Además de su papel en la salud sexual, la testosterona también influye en la masa muscular, la densidad ósea, el estado de ánimo y la energía. Su administración se ha convertido en una terapia común para diversas patologías endocrinas, particularmente en hombres con hipogonadismo. Existen diferentes formatos de administración de testosterona, como inyecciones y geles transdérmicos.

Tratamiento con Testosterona

  • Hipogonadismo Masculino: El hipogonadismo se caracteriza por niveles bajos de testosterona debido a una disfunción testicular (hipogonadismo primario) o hipotalámico-hipofisaria (hipogonadismo secundario). Los pacientes suelen experimentar disminución de la libido, disfunción eréctil, fatiga, pérdida de masa muscular y densidad ósea, así como síntomas cognitivos y emocionales.
  • Síndrome de Klinefelter: Los hombres con síndrome de Klinefelter tienen un cromosoma X extra, lo que a menudo conduce a hipogonadismo y otras complicaciones endocrinas. La terapia de reemplazo de testosterona es esencial para el desarrollo sexual secundario y la prevención de osteoporosis.
  • Andropausia: También conocida como hipogonadismo de inicio tardío, la andropausia afecta a hombres mayores que experimentan una disminución gradual de los niveles de testosterona, lo que puede contribuir a síntomas similares a los del hipogonadismo.
  • Transición de Género: En personas transgénero asignadas como mujeres al nacer y que realizan una transición hacia la masculinidad, la testosterona es fundamental para el desarrollo de características sexuales secundarias masculinas.

Formatos de Administración de Testosterona

Inyecciones Intramusculares (IM): Formatos: Incluyen enantato de testosterona, cipionato de testosterona y undecanoato de testosterona. Frecuencia: Varía desde cada 2-4 semanas para enantato y cipionato, hasta cada 10-14 semanas para el undecanoato. Ventajas: Ofrecen niveles elevados de testosterona de manera sostenida y requieren menos dosis. Desventajas: Pueden causar fluctuaciones en los niveles hormonales, lo que puede llevar a cambios en el estado de ánimo, energía y síntomas de hipogonadismo entre dosis.

Geles Transdérmicos: Formatos: Geles de testosterona al 1% o 1.62% que se aplican diariamente en la piel (generalmente en hombros, brazos o abdomen). Ventajas: Mantienen niveles de testosterona más estables y evitan las fluctuaciones severas observadas con inyecciones. Son fáciles de usar y se pueden aplicar en casa. Desventajas: La absorción puede variar entre individuos, y existe un riesgo de transferencia no intencionada a otras personas a través del contacto piel a piel. Además, algunos pacientes consideran incómoda la aplicación diaria.

Otros formatos menos usados

Parche Transdérmico: Parches que se aplican en la piel, generalmente cada 24 horas. Son similares a los geles, proporcionan niveles hormonales estables y como desventajas pueden causar irritación cutánea en el sitio de aplicación, y algunos pacientes encuentran incómodo el uso continuo del parche.

Tabletas Bucales: Tabletas que se adhieren a la encía superior, liberando testosterona de manera gradual. Pueden causar irritación bucal.

La administración de testosterona, independientemente del formato, generalmente mejora los síntomas de hipogonadismo, incluida la función sexual, el estado de ánimo, la masa muscular y la densidad ósea. La calidad de vida de los pacientes suele mejorar significativamente con la terapia adecuada.

Al iniciar la administración de testosterona, se tendrán en cuenta los posibles efectos adversos, entro los cuales están:

  • Aumento de la producción de glóbulos rojos, más común con inyecciones intramusculares.
  • La relación entre la administración de testosterona y el riesgo cardiovascular sigue siendo controversial. Algunos estudios sugieren un aumento en el riesgo de eventos cardiovasculares, mientras que otros muestran un beneficio o ningún cambio significativo.
  • Aunque no se ha demostrado que cause cáncer de próstata, puede aumentar el volumen prostático y los síntomas del tracto urinario inferior en algunos hombres.
  • La testosterona puede exacerbar la alopecia y el acné en algunos individuos, especialmente con niveles más altos de la hormona.

La preferencia del formato de administración varía según las necesidades individuales y la tolerancia a los efectos secundarios. Las inyecciones son preferidas por aquellos que buscan una menor frecuencia de administración, mientras que los geles y parches son elegidos por aquellos que desean evitar las agujas y mantener niveles más estables de la hormona.

La administración de testosterona en pacientes con patologías endocrinas, como hipogonadismo, síndrome de Klinefelter, andropausia y en personas en transición de género, es un tratamiento eficaz que mejora significativamente la calidad de vida. La elección del formato de administración debe ser individualizada, considerando los beneficios, riesgos, preferencias del paciente y su capacidad para adherirse al tratamiento. La monitorización regular de los niveles hormonales y la evaluación de los efectos secundarios son fundamentales para garantizar la seguridad y eficacia a largo plazo del tratamiento.

 

AUTORES

Valeria González Sacoto, Leticia Serrano Urzaiz, Macarena Lacarta Benítez, Carlos Moreno Gálvez, Lidia Olivar Gómez y Ana Ros Anadón. Endocrinos. MIR en Hospital Universitario Miguel Servet.

Carlos Mora Cevallos. Urólogo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa