La alergia consiste en una reacción exagerada del organismo ante una sustancia que la percibe como un agente nocivo. En ocasiones, los agentes que son considerados dañinos para el organismo, no son peligrosos pero así es como lo percibe el sistema de defensa. Al entrar en contacto estos agentes con el organismo se produce una respuesta exagerada que produce los síntomas de las alergias.
Las sustancias que pueden provocar este tipo de alergia son muchas aunque las más frecuentes son el polen, algunos alimentos, medicamentos…
En la primavera se producen más reacciones alérgicas debido a que muchas plantas producen polen que es esparcido a la atmosfera. En los países desarrollados, se estima que un 15 % de la población sufre este tipo de alergia. No todas las plantas pueden producir alergia sino aquellas que se polinizan por el aire.
En España, los responsables del mayor número de alergias por polinización son los árboles como el roble, el olmo, el platanero o el olivo, gramíneas o cardo.
¿Cuáles son los síntomas de la alergia al polen?
La reacción alérgica al polen, puede afectar a diferentes órganos, cuando afecta a la nariz, produce una inflamación, caracterizada por estornudos, picor, congestión, secreción y obstrucción nasal. Es frecuente también conjuntivitis, picor de garganta y de oídos.
La inflamación también puede afectar a los pulmones produciendo tos, dificultad para respirar, pitidos… en definitiva asma alérgico.
El clima también puede influir en los síntomas, los cuales pueden ser mínimos en los días de lluvia, nublados o sin viento empeorando en climas cálido, seco y con viento.
¿Cuál es el tratamiento?
Fundamentalmente se basa en evitar la exposición al alérgeno. Los pacientes deben ser informados sobre el comienzo, duración y finalización de aquellos pólenes a los que tienen alergia, para que de esa forma sepan cuando deben iniciar y finalizar las medidas de evitación y tratamiento medicamentoso.
Los recuentos diarios de pólenes que se dan en los medios de comunicación también pueden ser de ayuda.
Las medidas de evitación se basan principalmente en mantenerse durante el pico de polinización el mayor tiempo posible en el interior de las casas con las ventanas cerradas siendo útil el uso de aire acondicionado con filtros tanto en casa como en el coche. Estas medidas son difíciles de cumplir dada las diversas actividades que desarrollan las personas a diario. Por ello, en un gran número de casos, es necesaria la utilización de medicación para controlar los síntomas y/o inmunoterapia para mejorar la calidad de vida.
Medidas a adoptar para prevenir los síntomas
• Mantenga sus ventanas cerradas por la noche para prevenir que entre el polen en la casa. Si es necesario, use aire acondicionado que limpia, enfría y seca el aire, siempre con filtros específicos.
• Minimice la actividad temprano en la mañana porque generalmente el plen se emite entre las 5- 10 de la mañana.
• Mantenga las ventanas del coche cerradas al viajar.
• Procure estar en interiores cuando el recuento de pólenes sea alto.
• Tome vacaciones durante el periodo de mayor intensidad de la temporada de polen a una zona con menos polen, como la playa o el mar.
• Tome los medicamentos recetados por su médico, de forma regularmente y a la dosis recomendada.
• No corte el césped ni se ponga cerca cuando esté recién cortado, el corte del césped agita el polen.
• No cuelgue sábanas ni ropa a secar al aire libre. El polen puede acumularse en ellas.