Alimentando nuestra ansiedad


María Pilar Álvarez Ruiz. Dietista-Nutricionista Nº col. ARAOO210

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Todos, en algún momento, nos hemos visto envueltos en una vorágine de sentimientos y sensaciones que nos llevan a un único objetivo: la comida. Un mal día en el trabajo, una mala noticia, un examen, etc. Son momentos en los que tenemos una necesidad imperiosa de comer, una necesidad de comer algo en ese mismo momento, un hambre voraz. Pero realmente es una falsa sensación de hambre, no es hambre real, es lo que podemos llamar “hambre emocional”.

Nuestro cerebro nos juega una mala pasada y nos hace pensar que el mero hecho de comer nos va a relajar, nos va a calmar. Y por ello nos vamos a sentir bien. Y no está confundido. Cierto es que, en determinadas ocasiones, la comida actúa como calmante. Lo que comemos tiene efecto directo sobre cómo nos sentimos a nivel físico y emocional. Y es, en esos momentos, en los que nuestra alimentación está basada en alimentos calóricos, llenos de azucares, grasas trans, bebidas gaseosas azucaradas y carbonatadas. Todo ello hace que ingiramos gran cantidad de calorías, totalmente innecesarias, que con unos pequeños cambios, vamos a poder controlar y hacer que controlemos esos momentos.
El azúcar es el alimento que por excelencia, el cuerpo nos suele pedir más en esos momentos. Por ello, un gran aliado va a ser el grupo de las frutas. Las frutas son alimentos muy sabrosos, generalmente bajos en calorías, con aporte de azúcar en pequeñas cantidades y además, con aporte de vitaminas y minerales. Además, hay gran variedad y las de muchos sabores, con lo que además nos agradara en mayor medida. Las hay acidas, más dulces, con toques picantes en incluso amargas. Por ello debe ser nuestra principal elección. Es un alimento completo, hipocalórico y real. No procesado, natural y por ello vacío de calorías extras, de grasas y de azucares añadidos.
Otro gran aliado, que siempre debemos tener en nuestra despensa, son los frutos secos. Siempre naturales, no fritos y sin sal añadida. Un puñado de frutos secos, cantidad recomendada, no solo va a ayudarnos a controlar nuestra ansiedad, sino que va a regular nuestros niveles de colesterol en sangre, asi como aportarnos acidos grasos esenciales para nuestro organismo como omega 3, son fuente de minerales y vitaminas y por ello, importantes antioxidants. Ademas tienen gran poder saciante por su contenido en fibra.
Y otros alimentos importates para controlar nuestra ansiedad pueden ser las hortalizas, como los palitos de zanahoria, los encurtidos, determinadas bebidas; Debemos evitar las bebidas azucaradas, gaseosas y excitantes, para dar cabida a los zumos naturales, las infusiones y las bebidas refrescantes caseras. Ahora que llega el buen tiempo es muy interesante beneficiarnos de las infusions frias, que pueden acompañarnos en cualquier momento. Tortitas de avena, de maiz o arroz. Los hidratos de carbono complejos deben ser los de primera eleccion, de absorcion mas lenta y con efecto mas saciante. Y como no, nuestro ansiado y deseado chocolate. Claro que podemos consumirlo, pero siempre que sea con un alto porcentaje de cacao, cuanto mas puro mejor.
Con todo ello, lograremos que, ante esos episodios de ansiedad por la comida, tomemos alimentos que nos calmen y sacien. Y con ello lograremos no solo mantener controlada nuestra ansiedad, sino nuestra mente y nuestra cuerpo, con una nutricion sana, equilibrada, variada, controlada y saludable.