Amma Ibañeta, un lugar para vivir en un entorno privilegiado
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Situado en un atractivo enclave natural, el centro gerontológico Amma Ibañeta abrió sus puertas en 2001 en la localidad de Erro, a 30 kilómetros de Pamplona. En la actualidad, cuenta con 45 plazas residenciales, repartidas en un total de tres plantas. Se trata de un centro diseñado y equipado para satisfacer todas las necesidades de las personas mayores, en el que la atención integral personalizada y profesional se une a un entorno paisajístico privilegiado (en pleno Camino de Santiago) para crear un ambiente cálido y familiar cercano a la naturaleza.

Ibañeta es uno de los cinco centros que el Grupo de origen navarro Amma, que celebró el pasado año su décimo aniversario,  gestiona en la Comunidad Foral, junto con los de Mutilva, Argaray, Oblatas y Betelu. Igual que en los otros centros AMMA, las instalaciones de Ibañeta son amplias y luminosas, expresamente diseñadas para ajustarse a las necesidades específicas de los mayores y están equipadas con las más avanzadas tecnologías. Además, el centro pone al alcance de los residentes una amplia cartera de servicios y una atención integral personalizada, basada en el respeto a la intimidad y a la dignidad de la persona.

Entorno privilegiado

María Dolores Boillos, directora de Amma Ibañeta, destaca que su ubicación en una zona rural le da a la residencia un carácter propio, ya que la mayoría de los residentes son personas de localidades cercanas que pueden, de este modo, mantener un estilo de vida muy similar al que siempre han desarrollado. “Aunque también vienen a Ibañeta personas de Pamplona que buscan la tranquilidad y la paz de un entorno rural”, matiza.

“Las dos últimas personas en incorporarse fueron dos señoras de un pueblo cercano –recuerda María Dolores-. Cuando llegaron, fueron acogidas por el personal de Amma, y  también por muchos residentes que las conocían porque eran de la zona. Es habitual encontrarse con conocidos y amistades, lo que facilita que la persona que se traslada se sienta como en casa”. En este sentido, la directora comenta que “pasa lo mismo con los trabajadores, ya que la mayoría también son personas de la zona, a los que los residentes conocen antes de venir a vivir con nosotros, o si no, conocen a sus padres o a sus abuelos”.

Atención Individualizada

Cada residente de Amma Ibañeta cuenta con un Plan de Atención Individualizada (PAI), elaborado por el equipo técnico del centro. Este plan analiza de forma detallada aspectos tanto físicos como psicológicos, médicos y sociales, e  incluye tratamiento médico, de dieta, rehabilitación física, programa de estimulación neurológica, apoyo psicológico y cualquier otra práctica que repercuta favorablemente en la calidad de vida del residente.

Además, las familias son informadas periódicamente de los objetivos terapéuticos que se marca el equipo del centro (compuesto por más de una veintena de profesionales) mediante el mencionado plan.

También se personaliza el menú de actividades, para que sea lo más acorde posible a los intereses de cada habitante de Ibañeta. “Cada uno a su gusto”, explica la directora. Con el tiempo, “poco a poco, se va integrando en las actividades colectivas que más le gustan”.

Actividades

Siempre que los residentes demuestran interés en realizar una actividad en concreto, el equipo hace todo lo posible por satisfacerles. “Los más andarines, si su estado de salud se lo permite, suelen darse un paseo por el pueblo y por los alrededores”. En estos paseos les acompaña Basket, un perro que sirve para desarrollar la denominada terapia con animales, una técnica que ya se ha implantado con éxito en otros centros Amma, y sirve para mejorar la situación anímica y cognitiva de los mayores,  implicándoles en las actividades del centro.

En el jardín, los habitantes de Amma Ibañeta pueden cultivar y cuidar rosales. “El jardinero hace un mantenimiento de las zonas verdes, pero ellos disfrutan cuidando de las flores, así que los rosales quedan a su cargo”, explica María Dolores.

Servicios

Junto con el  alojamiento y la atención diurna, el centro ofrece atención médica y de enfermería, terapia ocupacional, atención psicológica, fisioterapia de mantenimiento, trabajo social y animación, biblioteca, cafetería, capilla, gimnasio, podología y peluquería, entre otros servicios. Además, cuenta con un área específica de atención a enfermos con demencia y Alzheimer, en sintonía con la importancia que se da en todos los centros del Grupo Amma a este tipo de enfermedades y a la especial atención que necesitan quienes las padecen.

Según explica la directora, el trabajo realizado en esta unidad sirve para mejorar la calidad de los cuidados y ofrecerles mejores condiciones de vida. En la medida de lo posible, los residentes son estimulados a participar en una vida social organizada alrededor de las actividades que se desarrollan en el centro y a lo que están acostumbrados como el resto.

Centro abierto

La residencia de Ibañeta se caracteriza también por colaborar de forma estrecha con las familias en el proceso de atención a los residentes. De esta forma, no se limitan los horarios de visitas, con lo que los familiares pueden acompañar a los residentes a cualquier hora, y dispone también de comedores especiales para celebraciones familiares.

Al igual que el resto de los centros AMMA, el de Ibañeta  está también  abierto a la sociedad por medio de actividades de ocio como excursiones, fiestas, talleres, conciertos, etc. “Queremos que la vida que hay fuera se acerque a nosotros, entre en el centro, y haga la vida de las personas que viven aquí lo más feliz posible”, comenta María Dolores. “También celebramos fechas especiales como Navidad, San Fermín o las fiesta de Erro. Esta navidad hicimos una jornada con los niños y los mayores de la localidad”, explica.

Garantía de calidad

La calidad de los servicios prestados por Amma Ibañeta le hizo merecedor en 2004 del certificado de calidad ISO 9001-2000 de Bureau Veritas Quality Internacional, una distinción que reconoce el sistema de calidad seguido por el centro a la hora de mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas residentes. Era el primer centro de Navarra de este tamaño y ubicado en zona rural que obtenía este certificado.

La apuesta por la calidad, la definición de un modelo sociosanitario propio y el compromiso por la innovación permanente han hecho que Amma cuente con la confianza y el reconocimiento de sus usuarios. De hecho, según la última evaluación, más del 93% de los residentes recomendarían los centros.

El grupo se ha hecho asimismo merecedor de la confianza de las administraciones públicas, como queda reflejado en el alto porcentaje de plazas concertadas en las Comunidades Autó-nomas en las que está presente.