Existe una estrecha relación entre la visión y el aprendizaje. Para detectar un problema visual que afecte en el rendimiento es necesario realizar una valoración optométrica que determine la eficacia visual y percepción del niño, habilidades necesarias para que la lectura funcione.
La visión es mucho más que la agudeza visual, es posible que un niño no necesite gafas y tenga dificultades visuales que implique problemas en el aprendizaje.
¿Qué necesitan los niños para ver bien en clase?
• Buena agudeza visual.
• Los ojos han de ser capaces de trabajar en colaboración uno con otro (visión binocular).
• Adquirir la habilidad de mover los ojos de una manera eficaz, sin saltos ni regresiones con buen campo visual.
• Ser capaces de cambiar el foco de visión de lejos a cerca (acomodación) y viceversa.
¿Qué síntomas pueden indicarnos un problema visual en un niño?
• Frotarse los ojos.
• Utilizar el dedo para no perderse en la lectura.
• Acercarse e inclinarse mucho para leer o escribir.
• Pobre comprensión lectora.
• Saltarse palabras.
• Visión doble o borrosa (sensación de que se mueven las letras).
• Dificultad para mantener la atención.
La habilidad para interpretar la información visual es esencial en la lectura, para que el niño comprenda lo que lee y pueda identificar letras y números.
Destacamos las siguientes capacidades:
• Discriminación visual para ver pequeños detalles.
• Adecuada memoria visual para recordar la información.
• Desarrollo adecuado de la lateralidad y orientación espacial.
• Coordinación ojo mano e integración visuo-motora para establecer la escritura.
Los principales signos que pueden tener los niños con bajas habilidades de percepción visual son los siguientes:
• No recordar la información visual (localizar la misma palabra en un texto).
• Inversiones de letras y números.
• Baja comprensión lectora.
• Mala escritura.
• Confundir palabras.
• Dificultad para orientarse en el espacio y en el tiempo.
• Le cuesta recordar secuencias (días de la semana, tablas de multiplicar) y realizar series.
Si el niño ha alcanzado estas habilidades visuales estará preparado para la etapa de la lectoescritura.
A través de la terapia visual se le enseña al niño a mejorar su visión, por medio de ejercicios que se realizan en consulta y diariamente en casa.
La visión es un proceso activo, la visión se entrena, podemos aprender a ver.