El carcinoma de cavidad oral es una enfermedad cada vez más frecuente y que cuenta con gran desconocimiento por parte de la población general. En la actualidad, representa el 3% de todos los cánceres en el mundo, siendo el octavo más frecuente en hombres y el decimocuarto en mujeres.
La incidencia es España es del 2% con una tasa de mortalidad algo superior al 1%. En los últimos 10 años la incidencia de este tipo de cáncer ha aumentado un 25%, lo que demuestra que estamos ante una enfermedad preocupante.
Se entiende por carcinoma de cavidad oral los tipos de cáncer que se localizan en las mucosas del interior de las mejillas y de los labios, en la lengua, en las encías, en el suelo de la boca, en el paladar y en la zona de detrás de las muelas del juicio (trígono retromolar). Las localizaciones más frecuentes son la lengua y el suelo de boca. El 90% de los carcinomas de cavidad oral son carcinomas escamosos.
Factores de riesgo
Existen una serie de factores que parece que actúan favoreciendo el desarrollo del carcinoma de cavidad oral, de entre ellos destacan:
• Tabaco: es el factor de riesgo más importante, 8 de cada 10 pacientes con cáncer oral son fumadores.
• Alcohol: el consumo de alcohol se asocia aproximadamente al 20% de los casos
• Factores dentales: la presencia de piezas dentales en mal estado, prótesis mal adaptadas o la mala higiene dental, pueden favorecer la aparición de un carcinoma porque el roce continuo puede provocar una lesión o úlcera que puede cronificarse y malignizar.
• Virus del papiloma humano: se ha hecho evidente que la tasa de carcinoma de cavidad oral relacionada con virus del papiloma humano aumenta rápidamente. Los pacientes con cáncer de cabeza y cuello asociado a este virus son por lo general jóvenes, con un estado de salud bueno y sin antecedentes de abuso de alcohol o tabaco.
• Presencia de lesiones precancerosas: leucoplasias, eritroplasias, queilitis actínica, liquen plano…
¿Cómo se manifiesta el carcinoma de cavidad oral?
En la mayor parte de los casos el carcinoma de cavidad oral se manifiesta como un nódulo o úlcera que no curan de forma espontánea. También puede manifestarse como una mancha blanquecina o roja en la mucosa oral, molestias o dolor persistentes en la boca o pérdida de piezas dentales sin causa aparente.
El carcinoma de cavidad oral tiene un gran tendencia a metastatizar en los ganglios del cuello, por lo que en muchas ocasiones la enfermedad debuta cómo un nódulo o masa cervical.
¿Cómo se diagnostica?
Otras enfermedades de menor gravedad que el cáncer pueden producir estos síntomas, pero es importante que se comunique la aparición de cualquiera de ellos al Médico de Atención Primaria o al dentista. Especialmente, los dentistas tienen una función primordial en la detección precoz del carcinoma de cavidad oral y en la eliminación de los factores de riesgo.
Ante la aparición de una lesión en la mucosa oral que no cura tras la eliminación de los posibles factores de riesgo (ajuste de prótesis, extracción de piezas dentales…) debe hacerse una biopsia. Una vez confirmado el diagnóstico de carcinoma mediante biopsia, es necesario realizar un estudio de extensión de la enfermedad mediante pruebas de imagen como la tomografía computarizada, la resonancia magnética o el PET.
¿Cuál es su tratamiento?
El tratamiento del paciente con carcinoma de cavidad oral es multidisciplinar, requiriendo la intervención de cirujanos orales y maxilofaciales, oncólogos y radioterapeutas. En general, los estadios precoces suelen tratarse con cirugía asociando o no radioterapia; y los estadíos más avanzados pueden requerir un tratamiento combinado de cirugía, radio y quimioterapia, o radio y quimioterapia sin cirugía, si ésta fuese a ser muy mutilante.
La cirugía de este tipo de carcinomas puede producir secuelas estéticas y funcionales, como dificultad en el habla, la masticación y la deglución. Además hay que tener en cuenta las dificultades anestésicas, ya que en muchas ocasiones existe afectación de la vía aérea y son pacientes pluripatológicos (edad avanzada, desnutrición, enfermedades asociadas a factores de riesgo como el tabaquismo).
¿Cuál es su pronóstico?
Desafortunadamente, más de la mitad de los casos se manifiestan en fase avanzada; como consecuencia de esto, el tratamiento resulta muy complejo y, en ocasiones, menos eficaz. Solo un 30-40% de los pacientes diagnosticados en fase avanzada alcanzan la curación, e incluso entre los supervivientes se producen secuelas permanentes en el habla, masticación y deglución. Sin embargo, en los casos que se diagnostican precozmente el tratamiento es mucho más sencillo, la tasa de curación muy alta (alrededor del 80%) y los problemas funcionales son mucho menos graves.
Uno de los motivos de la consulta tardía por parte de los pacientes es la estigmatización negativa asociada al carcinoma de cavidad oral y que la gravedad potencial de sus síntomas no se valora.
La comunidad sanitaria tiene la responsabilidad en la educación, detección precoz, el diagnóstico y la remisión al especialista de pacientes de cáncer oral. El cumplimiento de esta responsabilidad proporcionará una tasa de supervivencia mayor y una marcada reducción en las tasas de morbilidad y mortalidad.