Cólico nefrítico, una de las urgencias más frecuentes de la urología


Patricia López Llorente, Rubianny Andreina Salazar, Adib Antonio Reyes Figueroa y Jorge Aranda Lozano

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El cólico nefrítico aparece como resultado de la obstrucción del tracto urinario superior por diversas causas, la más frecuente es una litiasis renal, aunque también podría deberse a causas más graves como los tumores uroteliales. Se define como la aparición súbita de un dolor de tipo cólico a nivel lumbar que va incrementando progresivamente y que se irradia hacia genitales, además se acompaña de un cortejo vegetativo bastante notorio (náuseas, vómitos, sudoración profusa, malestar general).

Como hemos comentado, la causa más frecuente de origen del cólico nefrítico es la aparición de una litiasis renal que obstruye el curso de la orina en alguna zona desde el riñón hasta la vejiga. Los lugares más asiduos de obstrucción son: los infundíbulos caliciales (1), la unión pieloureteral (2), el cruce con las arterias iliacas (3) y el meato ureteral, lugar de desembocadura del uréter en la vejiga (4)

Los pacientes suelen venir a urgencias relatando de manera clara la sintomatología, por tanto, ¿qué deben esperar una vez llegan allí?

Diagnóstico

El primer paso en urgencias consistirá en una anamnesis correcta para filiar el dolor y una exploración abdominal. Tras la sospecha de que nos encontramos ante un cólico nefrítico pasaremos con las pruebas complementarias que nos ayuden a completar el diagnóstico y orientar de manera correcta el tratamiento. La primera prueba a realizar será una analítica de sangre. En ella valoraremos los signos de infección, ya que podemos encontrarnos ante un cólico nefrítico complicado (Tabla 1). En la analítica por tanto conoceremos si el paciente presenta infección o no, y en función de la clínica acompañante veremos si esta es grave, un dato importante de cara al tratamiento. A su vez realizaremos una radiografía de abdomen para valorar la presencia o no de la litiasis renal. En caso de que no aparezca, haremos también una ecografía de aparato urinario donde podrá verse la dilatación del riñón en caso de que esté y la litiasis, si existiese, en caso de que no se hubiese visto en la radiografía.

Con estas pruebas, normalmente, habremos llegado al diagnóstico, clasificaremos el cólico nefrítico como complicado o no, de cara a orientar el tratamiento en función de la gravedad.

Tratamiento

El tratamiento por tanto partirá de una base común para ambas opciones, tanto para si es un cólico complicado como para uno simple. Comenzaremos colocando analgesia intravenosa, normalmente paracetamol o metamizol, en urgencias. En caso de que el paciente acuda con fiebre o hayamos visto criterios de infección en la analítica añadiremos una dosis única de tratamiento antibiótico intravenoso. A partir de este momento, dividiremos la forma de actuar en función de si es un cólico nefrítico complicado o si no lo es.

  • Si nos encontramos ante un cólico simple (sin signos de complicación), optaremos por vigilancia durante 24 horas con analgesia. En caso de que hubiésemos visto la litiasis renal en las pruebas de imagen, añadiremos tratamiento expulsivo. Este consiste en combinar analgesia, antiinflamatorios y Tamsulosina. Utilizamos la Tamsulosina porque favorece las contracciones ureterales y facilita la bajada de la litiasis hacia la vejiga. Se mantendrá este tratamiento hasta que veamos al paciente en consultas externas aproximadamente 1 mes después del episodio.
  • Si nos encontramos ante un cólico nefrítico complicado (según los criterios expuestos en la Tabla 1), optaremos por hacer una derivación urinaria, ya que la vía está obstruida y no se va a resolver con tratamiento médico. La derivación urinaria se puede realizar de dos formas, mediante la colocación de un catéter doble J o la de una nefrostomía percutánea (Ilustraciones 2 y 3). Mantendremos la derivación hasta expulsión de litiasis o posterior estudio en consultas externas, donde se podrá valorar como tratamiento último de eliminación de la litiasis una intervención quirúrgica denominada ureterorrenoscopia (URS).

Ilustración 2. Catéter doble J vs nefrostomía percutánea

AUTORES

Patricia López Llorente. MIR Urología. Hospital Royo Villanova

Rubianny Andreina Salazar. MIR Urología. Hospital Royo Villanov

Adib Antonio Reyes Figueroa: Médico Adjunto Urología. Hospital Royo Villanova

Jorge Aranda Lozano. Jefe de Servicio Urologia. Hospital Royo Villanova