El ejercicio de fuerza junto con el ejercicio cardiovascular, son fundamentales para mantener y mejorar la salud de las personas a lo largo de la vida. Pero en numerosas ocasiones dejamos de lado la fuerza, bien porque no disponemos de material o de conocimientos para practicar este tipo de ejercicios o porque muchas veces se asocia la fuerza exclusivamente con el desarrollo muscular y la estética, pero sus beneficios van mucho más allá.
Beneficios físicos
• Aumento de la masa muscular: con la edad, perdemos masa muscular de manera natural. El entrenamiento de fuerza ayuda a combatir esta pérdida, promoviendo el desarrollo y mantenimiento de la masa muscular.
• Mejora de la salud ósea: este tipo de ejercicio incrementa la densidad ósea, lo que reduce el riesgo de fracturas y osteoporosis.
• Control del peso corporal: el entrenamiento de fuerza aumenta la tasa metabólica basal, lo que significa que tu cuerpo quema más calorías incluso en reposo. Esto es esencial para el control del peso y la prevención de la obesidad.
• Mejora de la composición corporal: aumentar la masa muscular ayuda a reducir la grasa corporal, lo que se asocia con un menor riesgo de enfermedades crónicas.
Beneficios metabólicos y cardiovasculares
• Regulación de la glucosa: el ejercicio de fuerza mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, siendo una herramienta efectiva en la prevención y manejo de la diabetes.
• Mejora de la salud cardiovascular: el entrenamiento de fuerza también contribuye a mejorar la salud cardiovascular al reducir la presión arterial y los niveles de colesterol LDL.
Beneficios mentales y emocionales
• Reducción del estrés y la ansiedad: el ejercicio, en general, libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. El entrenamiento de fuerza también puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de ansiedad y depresión.
• Aumento de la confianza y la autoestima: ver progresos en la fuerza y la capacidad física puede aumentar nuestra autoestima y autoconfianza.
Consideraciones para su práctica
• Frecuencia y progresión: se recomienda realizar entrenamiento de fuerza al menos dos veces por semana, trabajando todos los grupos musculares. Es importante comenzar con pesos adecuados y progresar de manera gradual para evitar lesiones.
• Diversidad de ejercicios: incluir una variedad de ejercicios que trabajen diferentes grupos musculares es crucial para un desarrollo equilibrado.
• Consulta a un profesional: si eres principiante o tienes alguna condición de salud, es aconsejable consultar a un profesional antes de comenzar un programa de entrenamiento.
El deporte es una herramienta para mejorar la salud y la calidad de vida. La combinación del ejercicio cardiovascular, junto con el ejercicio de fuerza nos proporcionará un aumento y mejora de nuestra salud ya que los primeros ayudan a aumenta la esperanza de vida y la fuerza nos proporciona un aumento de calidad de vida.
AUTORAS
Sonia Matarranz Rípodas. Enfermera Especialista Familiar y Comunitaria. ISPLN.
Ainara Baines García. Médico adjunto de Aparato Digestivo. Hospital Reina Sofía. Tudela.
Marina Beroiz Salaverri. Técnico de Laboratorio. Hospital Universitario de Navarra. Pamplona