Cómo sentirme mejor con mi EPOC


Ramón Peinador Aguilar. Enfermero Servicio de Neumología. Hospital General de la Defensa en Zaragoza

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La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) no es una sola enfermedad, sino un concepto general que designa diversas dolencias pulmonares crónicas que limitan el flujo de aire en los pulmones. Los términos más familiares son: “bronquitis crónica” y “enfisema”.

Los síntomas principales son el ahogo o disnea, la tos y la expectoración. Se puede sospechar la existencia de EPOC cuando existen síntomas, pero para establecer el diagnóstico de certeza, esta sospecha debe confirmarse con una prueba denominada espirometría.
La espirometría forzada con prueba broncodilatadora valora la gravedad de la obstrucción y la limitación del paso del aire a través de los bronquios. El día en que se programa la espirometría, se entrega al paciente instrucciones por escrito para su realización:
• No fumar en horas previas.
• No hacer ejercicio físico en horas previas.
• No haber tomado la medicación broncodilatadora inhalada entre 6 y 24 horas antes de la prueba.

Medidas higienico dietéticas

Dieta
• Tomas frecuentes y en pequeñas cantidades (5 – 6 veces al día).
• Si tiene fatiga al comer, siga una dieta blanda, fácil de masticar y de textura suave. Elija platos fáciles de preparar y que sean sabrosos para combatir la falta de apetito.
• Coma sentado. Si utiliza oxígeno, úselo antes y después de la comida.
• Evite el estreñimiento, así como la distensión abdominal y las flatulencias. Si sufre de gases, evite alimentos como legumbres, coles, melón, cebolla, pepinos y bebidas con gas.
• Es recomendable beber abundante líquido fuera de las comidas (1,5 litros de líquido diario).
• Controle la sal, pues su exceso aumenta la presión arterial y facilita la retención de líquidos.

Ejercicio
• Elija actividades que le gusten y que sean adecuadas para su enfermedad (caminar, bailar, nadar, subir y bajar escaleras, ir en bicicleta…).
• La adaptación al ejercicio debe ser progresiva. Durante las primeras semanas de ejercicio regular, es normal encontrarse más cansado. Lo ideal es ser activo cada día, aunque debe seguirse un proceso progresivo. Se puede empezar por 2 días a la semana e ir aumentando.
• Se recomienda un mínimo de 30 minutos diario. Pueden hacerse de manera continua o repartidos, por ejemplo en 3 tandas de 10 minutos.
• Empiece con una intensidad suave para evitar que el cansancio aparezca muy rápido. Poco a poco aumente la intensidad a moderada. Use la sensación de fatiga para regular la intensidad de ejercicio.
• Si elige hacer ejercicio al aire libre, salir a caminar o caminar con bastones (marcha nórdica) son dos actividades muy buenas y fáciles de realizar.

Medicación

La vía inhalada es la vía de elección del tratamiento de la EPOC porque los medicamentos van directamente al órgano diana, que es el bronquio y el pulmón.
Existen distintos dispositivos de inhalación. Cualquier sistema es efectivo si se realiza de forma correcta. La elección del mejor sistema estará en función del fármaco que usted precise, de su aptitud y preferencias, y de sus habilidades.
El tratamiento con inhaladores es para toda la vida. No debe dejarlo ni un solo día. Es muy importante que tome siempre la dosis prescrita y planifique el horario de toma de medicación. Puede tomar como referencia el horario de las comidas para evitar olvidos. Para evitar problemas, es imprescindible que realice una buena higiene bucal después de la toma de los inhaladores.
No olvide llevar siempre el inhalador de rescate para utilizarlo cuando se encuentre mal. Solicite al equipo que le atiende que le revisen la técnica de los inhaladores de forma periódica.

Medicamentos más habituales

• Los broncodilatadores β2. Aumentan el diámetro de los bronquios. Pueden ser de dos tipos:
1. Acción prolongada: sus efectos duran de 12 a 24 horas según el tipo de fármaco.
2. Acción corta: duran de 4 a 6 horas y suelen utilizarse como medicación “de rescate”. Al ser el inhalador que más rápido actúa, le ayudará en momentos de crisis.
• Los anticolinérgicos. También son broncodilatadores. E igualmente pueden ser de acción corta o prolongada.
• Los antiinflamatorios (corticoides). Disminuyen la inflamación de la mucosa de los bronquios.

Vacunación

El paciente con EPOC puede sufrir algunas complicaciones, que pueden prevenirse con vacunas específicas.
El virus de la gripe puede provocar un empeoramiento de la EPOC. Todos los años, salvo contraindicación, debe vacunarse de la gripe. Dicha vacuna previene exclusivamente de la gripe, no de los resfriados comunes.
La neumonía es otra infección que puede agravar su patología. Hay dos tipos de vacuna antineumocócica: la polisacárida y la conjugada. Las recomendaciones actuales son vacunar con la conjugada a todos los fumadores que padezcan alguna enfermedad respiratoria, independientemente de su edad y grado de tabaquismo, y a los pacientes con EPOC.

Exacerbaciones

Una exacerbación o agudización es un empeoramiento de la enfermedad que produce un cambio brusco del estado de salud. En muchos casos se debe a una infección en los bronquios. Conocer los síntomas de una agudización le ayudará a tratarla a tiempo, a acortar la duración de la exacerbación y posiblemente a impedir que se agrave.

Signos de alarma que usted debe tener en cuenta y ante los que debe actuar:
• Aumento de la fatiga.
• Aumento de la tos habitual.
• Cambios en el aspecto y la cantidad del moco.
• Fiebre.
• Somnolencia y/o dolor de cabeza.
• Edemas (hinchazón de pies).
• Aumento de la necesidad de medicación broncodilatadora de rescate.
• Peor tolerancia a la actividad normal.

En la mayoría de ocasiones, las exacerbaciones se pueden tratar en casa. El tratamiento se basa en un aumento de los inhaladores y, en algunos casos, el inicio del tratamiento con corticoides y antibióticos.
La principal función de los pulmones es suministrar oxígeno al cuerpo y eliminar el dióxido de carbono. Las exacerbaciones pueden perjudicar esta función, de modo que en los casos más graves, y durante un periodo corto, quizás necesite oxígeno domiciliario.

¿Cuándo acudir a Urgencias?

Cuando, una vez revisado y realizado el tratamiento que su médico le ha recomendado, usted no mejora, se siente peor y/o aparece el empeoramiento de una forma brusca, debe acudir a un Servicio de Urgencias.
Usted debe acudir de forma inmediata si aparece:
• Presencia de ahogo (disnea) en reposo.
• Uso de la musculatura accesoria (músculos de las costillas y del cuello).
• Fiebre muy alta.
• Labios y dedos azulados.
• Alteración del nivel de conciencia (somnolencia, irritabilidad, confusión, etc.).

NO DUDE EN CONSULTAR CUALQUIER COSA CON EL EQUIPO QUE LE ATIENDE. SU SALUD ES LO MÁS IMPORTANTE.