¿Cómo va a ser mi vida después de que me operen del corazón?


Miguel Ángel Imizcoz Zubigaray . Cardiólogo

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Cuando un paciente se enfrenta a esta pregunta es porque se le ha diagnosticado de alguna enfermedad cardiaca y le han comunicado la necesitad de ser intervenido quirúrgicamente. Actualmente la cirugía cardiaca de los adultos abarca varios tipos de patología aunque el mayor número de pacientes que se intervienen es por problemas de tipo coronario, de las válvulas cardiacas o de ambos simultáneamente.

Pasado el aturdimiento inicial y después de hacerse la pregunta de ¿por qué me ha tocado esto a mí? el enfermo se hace otras no menos importantes: ¿cómo cambiará mi vida?, ¿qué podré hacer o deberé abandonar después de la operación?. La respuesta a éstas preguntas no siempre es sencilla y siempre se deberá individualizar para cada paciente, siguiendo los consejos que le haga el personal sanitario. Sin embargo, se puede trasmitir unas ideas generales que se cumplen en la mayor parte de ellos.

El paciente deberá ser consciente que un objetivo primordial de la intervención es que vuelva a hacer su vida normal, limitada únicamente por las secuelas que haya motivado el problema cardiaco original y el nivel de resolución que se haya alcanzado con la cirugía.

Situación a corto plazo

Las primeras semanas después de la operación es cuando más molestias puede presentar el paciente intervenido. La propia cirugía ya supone una agresión para el organismo, que produce sensación de cansancio y debilidad. Esta limitación cede habitualmente de forma progresiva y el paciente nota “día a día” que mejora su capacidad de esfuerzo y se encuentra con más fuerza. Como además es frecuente que se asocie cierto grado de anemia, ésta acentúa todavía más la sensación de cansancio, que se corrige al disminuir la misma.

La vida en estas primeras semanas debe ser de tranquilidad, evitando los esfuerzos intensos, caminando diariamente lo que se tolere, llevando una alimentación variada, tendiendo a realizar cinco comidas diarias que sean poco copiosas y evitando el alto contenido en grasa.

Siempre se deberá aprovechar esta situación para abandonar definitivamente los hábitos perjudiciales que tuviera previamente, especialmente el tabaco o la toma de bebidas alcohólicas de alta graduación. Salvo contraindicación por otro motivo, puede tomar un vaso de vino con las comidas principales.

Si durante estas primeras semanas se comienza a sentir dolor en el centro del pecho al respirar, acompañado de unas décimas de fiebre, es conveniente consultar con su médico. Puede que se trate de una pericarditis después de la intervención; es un problema relativamente frecuente y de fácil solución, ya que solamente expresa la inflamación del pericardio (tejido que rodea al corazón) que ha sido manipulado durante la operación. De la misma forma en los casos de cirugía de las arterias coronarias puede aparecer hinchazón de la pierna de la que se han obtenido los injertos de vena. Si se mantiene la tumefacción de dicha pierna se debe colocar durante el día una media compresiva que facilite el drenaje linfático, posiblemente alterado por la intervención.

Es conveniente no conducir las primeras cuatro a seis semanas, y después hacerlo de una manera progresiva. En caso de necesitar realizar un viaje de largo recorrido se aconseja descansar cada dos horas y pasear durante unos minutos. Los viajes de larga distancia se pueden hacer sin problemas en otros medios de trasporte más cómodos como son el tren o el avión.

Durante los dos o tres primeros meses es conveniente no levantar pesos importantes, la razón es sencilla: un buen número de músculos del tórax que participan en dicho esfuerzo se insertan en el esternón y cuando se utilizan están sobrecargando el mismo, que es por donde se ha accedido hasta el corazón, y eso provoca dolor.

Cuidados generales a largo plazo

Una vez que han pasado unas semanas y el paciente ha comprobado que su capacidad para hacer la vida normal es cada vez mayor, debe recordar algunos sencillos consejos:

  • Cuidados de la cicatriz. La propia cicatriz no necesita ningún cuidado especial, pero cuando se toma el sol, y especialmente durante el primer año se aconseja que la proteja con crema de alto factor protector, pudiendo ser útil las barras de protección que utilizan los esquiadores como protector solar en sus labios. Se deberá aplicar nuevamente la crema si han pasado dos horas o si ha tenido contacto con el agua.
  • Actividad física. Es muy importante recuperar un cierto nivel de ejercicio físico. Si previamente se practicaba alguna actividad deportiva, y siempre que no sea violenta ni competitiva, se deberá reanudar la misma de una manera progresiva hasta llegar al nivel acostumbrado antes de la intervención. En el caso de que antes no se practicara deporte es conveniente establecer un calendario de entrenamiento progresivo de ejercicio hasta realizar un mínimo de treinta minutos al día durante cinco días a la semana. También con carácter general se aconseja que esta actividad sea fundamentalmente aeróbicas, es decir ejercicios que suponen poco esfuerzo pero mantenido, como son: caminar, correr, nadar, andar en bicicleta o similares. Si tiene duda consulte a su medico.
  • Alimentación. Otro aspecto importante es que la dieta sea sana y variada, adaptada a otros problemas clínicos si los padece, recordando la conveniencia en seguir repartiéndolas en cinco comidas a lo largo del día, no copiosas. En prácticamente todos los pacientes se recomienda la limitación de la sal a unos 2 gramos al día. La manera más sencilla de conseguirlo es cocinar sin sal, retirar el salero de la mesa y evitar aquellos alimentos que contengan sal como son los que se venden ya preparados, las conservas, encurtidos, salazones, embutidos y algunos congelados. Siempre deberá limitar las bebidas alcohólicas, aunque puede tomar una pequeña cantidad de vino o cerveza con las comidas.
  • Fármacos. Seguirá correctamente los tratamientos que se le han aconsejado y los controles necesarios. En el caso de tomar algún medicamento anticoagulante, además de adaptarse a las dosis que se le aconseje, deberá recordar que si acude a otros profesionales sanitarios se lo comunicará.
    Si es usted un paciente al que se le ha implantado algún tipo de material protésico, especialmente a nivel valvular debe recordar que es muy importante evitar que una infección anide en dicho material. Cuando se vaya a someter a manipulaciones a nivel de la boca, nariz o garganta es necesario que siga el tratamiento antibiótico aconsejado antes del procedimiento.

Para finalizar y como resumen trasmitirles que si alguien de Vds. va a necesitar ser intervenido quirúrgicamente del corazón, recuerde que su vida a partir de ese momento va a seguir por lo menos igual a la que realizaba antes de pasar por quirófano, y en la mayoría de los casos incluso mejor al eliminar los síntomas que han justificado la intervención. Es cierto que en las primeras semanas puede encontrarse algo más cansado y limitado, pero en poco tiempo podrá reanudar su vida normal, activa y con pocas limitaciones.