La hematuria macroscópica o sangre en la orina es una de las causas más frecuentes de consulta en urgencias, siendo su manejo inicial y enfoque diagnóstico fundamentales. Entre las causas más frecuentes de hematuria macroscópica se encuentran los tumores uroteliales y entre ellos el tumor de vejiga.
Aragón es la comunidad española con más casos registrados de cáncer de vejiga con más de 30/100.000 habitantes. El tabaco, los factores genéticos y la edad avanzada constituyen los principales factores de riesgo.
¿Qué es la hematuria?
La presencia de sangre en la orina se denomina hematuria (> 100 hematíes por campo en el sedimento urinario). La existencia de sangre en forma de glóbulos rojos o eritrocitos en la orina no debe ignorarse, ya que puede ser un signo de una enfermedad renal o urológica.
La prevalencia de la hematuria está entre el 0,18 y el 16% de la población general, aunque en adultos puede alcanzar hasta el 33%
La hematuria se denomina macroscópica si puede ser percibida a simple vista: se trata de una orina rojiza o marrón. En el caso de que la orina tenga un aspecto normal, hablaremos de hematuria microscópica, la sangre está oculta y únicamente puede ser detectada por medio de un microscopio.
Para entender las posibles causas de la hematuria es necesario conocer los órganos que constituyen nuestro aparato urinario y sus diferentes funciones. Los riñones son los productores de la orina y los uréteres la transportan hasta la vejiga. La orina es almacenada en la vejiga hasta ser expulsada a través de la uretra que vehiculiza la orina al exterior de nuestro organismo. En los varones se incluye también la próstata, una glándula con funciones hormonales y sexuales. Por lo tanto, la presencia de hematuria podría corresponder con un sangrado proveniente de cualquiera de estos órganos.
En función de su inicio durante la micción, podemos distinguir:
• Hematuria inicial: al iniciar la micción, orienta a una patología de la uretra o prostática.
• Hematuria terminal: al final de la micción, incluso como un goteo sanguinolento justo después de acabar la micción. Se sospecha un origen vesical.
• Hematuria total: si la hematuria se presenta a lo largo de toda la micción; puede proceder del riñón, del tracto superior o de la vejiga.
¿Cuáles son los factores de riesgo implicados?
Existe mayor riesgo de padecer hematuria y que ésta se asocie a una patología grave de la vía urinaria en determinadas circunstancias como se indican a continuación.
• Exposición laboral a componentes como el benceno en trabajadores de petroquímicas o talleres mecánicos, así como las aminas aromáticas en las industrias de impresión o pintura.
• Abuso de los analgésicos y del tabaco.
• Infecciones crónicas de orina, dolor en la micción o tener más de 40 años.
¿Cuáles son las posibles causas?
La hematuria representa hasta en un 20% de los casos, un signo de enfermedad grave. A continuación se mencionan algunas de las causas más frecuentes.
• Infección urinaria: durante la micción se experimenta escozor o ardor así como urgencia para iniciar la micción. La cistitis es más frecuentemente en mujeres y puede estar relacionada con la actividad sexual.
• Litiasis renal o uretral (cálculos): se manifiesta como un dolor repentino de gran intensidad en la parte inferior de la espalda que se va extendiendo hacia el área genital. En ocasiones puede ser asintomático si se trata de cálculos de pequeño tamaño.
• Tumores: la presencia de patología cancerígena en cualquier parte del aparato urinario puede manifestarse con hematuria. Las posibilidades de que la hematuria sea un signo de enfermedad urológica grave se incrementan a partir de los 50 años y uno de los factores más importantes es el tabaquismo.
• Hiperplasia benigna de próstata: con la edad, la próstata crece aumentado su tamaño por lo que puede inflamarse provocando hematuria en varones a partir de los 60 años.
• Traumatismos: caídas que afecten a la espalda o el costado, pueden el lesionar el riñón y producir sangrado. El ejercicio intenso o carreras de larga duración también pueden afectar a los riñones o la vejiga produciendo hematuria.
• Problemas médicos: algunas enfermedades pueden producir hematuria. Es el caso de la anemia de células falciformes (glóbulos rojos anormales que se rompen con facilidad) y las glomerulonefritis (procesos inflamatorios que afectan a los riñones).
• Medicamentos: los anticoagulantes, la aspirina y algunos analgésicos pueden originar hematuria.
• Falsa hematuria: existen ciertos medicamentos y alimentos que pueden dar un tono rojizo a la orina.
¿Qué debo hacer en caso de tener hematuria?
La hematuria puede ser intermitente incluso cuando es causada por un problema serio. Es necesario encontrar el origen del sangrado, por lo que se recomienda consultar con su médico si se tiene un episodio de hematuria. En el caso de que se trate de hematuria microscópica, su médico es el que le informará si la detecta en las pruebas rutinarias.
Se le realizarán distintas pruebas para detectar la causa como: las tiras reactivas, exámenes de orina y cultivos. En algunos casos pueden ser necesarias pruebas complementarias radiológicas y ser evaluado por un especialista en urología.
¿Cómo se trata?
El tratamiento de la hematuria depende de la causa que haya originado el sangrado. Dentro de las causas más frecuentes: las cistitis requerirán un tratamiento con antibiótico; los cálculos del aparato urinario pueden ser expulsados por la orina o requerir procedimientos quirúrgicos según el tamaño. En el caso de los tumores de la vía urinaria, deben ser intervenidos mediante cirugía.
¿Qué puedo hacer parar evitarlo?
Se recomienda realizar una ingesta adecuada de líquidos, especialmente para evitar la formación de coágulos que dificulten la micción y puedan provocar una retención urinaria.
Está aconsejado evitar el consumo tabáquico y consultar con su médico de forma precoz.