Diarrea asociada a antibióticos


Cristina Bayo Sánchez, Alberto Gil Setas, Carmen Martín Salas y Carmen Ezpeleta Baquedano

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La diarrea asociada a antibióticos es un efecto adverso muy frecuente del consumo de antibióticos, que afecta al 5-25% de los pacientes. Generalmente es leve y de corta duración, desapareciendo unos días después de terminar el tratamiento, aunque en algunos casos puede producir una infección grave.

¿Cuál es la causa?

La microbiota es el conjunto de microorganismos vivos que colonizan nuestro organismo, de forma que en el hombre hay aproximadamente tantas células bacterianas como humanas. La mayor parte de estos microorganismos (casi el 90%) residen en el intestino, formando lo que conocemos como microbiota intestinal, compuesta por más de 2.000 especies diferentes de bacterias. Esta microbiota intestinal tiene múltiples funciones y juega un papel fundamental, por ejemplo, en la nutrición y el desarrollo de la inmunidad, de forma que los desequilibrios en la misma se asocian a infecciones y otras enfermedades como diarrea, obesidad, enfermedad inflamatoria intestinal o cáncer. Entre los factores que afectan a dicha microbiota hay algunos que no podemos controlar, como la genética o la edad, mientras que sobre otros podemos actuar, como son la dieta o el consumo de fármacos.

Los antibióticos son la principal causa de la alteración y el desequilibrio de la microbiota intestinal. La desaparición de las bacterias que normalmente colonizan el intestino favorece la proliferación de otras potencialmente patógenas, como Clostridioides difficile. Esta bacteria puede encontrarse en nuestro intestino sin ocasionar problemas de salud, pero en determinadas circunstancias causa infección, produciendo toxinas que son las responsables de la diarrea, la inflamación y las lesiones intestinales.

¿Quién tiene más probabilidad de tener una infección por Clostridioides difficile?

Los factores de riesgo principales son tres:
• Consumo reciente de antibióticos.
• Edad avanzada (afecta principalmente a mayores de 65 años).
• Hospitalización reciente y/o prolongada.

Otros factores de riesgo son los siguientes:
• Sistema inmunológico debilitado.
• Residir en centros sociosanitarios.
• Infecciones previas por Clostridioides difficile.
• Consumo de antiácidos.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas pueden empezar durante o después del consumo de antibióticos, y pueden ir desde diarrea leve-moderada hasta manifestaciones más severas. Las deposiciones diarreicas son abundantes y numerosas (5-10 deposiciones al día o más). Pueden contener sangre y acompañarse de dolor abdominal, fiebre y malestar general. En casos más graves puede aparecer deshidratación, disminución de la tensión arterial o perforación intestinal, que pueden ser potencialmente mortales.
¿Cómo se diagnostica?
En la mayoría de los casos el diagnóstico se realiza a partir de una muestra de heces, por lo que se debe consultar con el médico si se produce diarrea asociada con antibióticos. La muestra adecuada son heces diarreicas recogidas en un recipiente estéril de cierre hermético. Es suficiente con una única muestra, y no son necesarias pruebas de control, excepto si reaparecen los síntomas.

¿Cuál es el tratamiento?

En los casos de diarrea leve o moderada la medida principal es suspender el tratamiento antibiótico que ha causado los síntomas o cambiarlo por otro con menor riesgo de producir diarrea. También son importantes las medidas de rehidratación para contrarrestar la pérdida de líquidos. Es importante evitar el uso de antidiarreicos, ya que interfieren en la eliminación de las toxinas y pueden causar más complicaciones.
En casos más graves, el médico recetará antibióticos específicos contra Clostridioides difficile. Finalmente, en el caso de pacientes graves que requieren hospitalización y presentan complicaciones, si el tratamiento específico no es eficaz, se puede realizar un trasplante de microbiota fecal. Este procedimiento consiste en obtener la microbiota intestinal de un donante sano a partir de sus heces y transferirla al colon del paciente mediante la administración oral de cápsulas, restaurando así la microbiota intestinal.

¿Se puede prevenir?

La prevención es la mejor forma de evitar la infección.

La medida principal es evitar el uso innecesario o inadecuado de antibióticos.

Una vez que estamos ante un paciente con infección por Clostridioides difficile, las medidas para prevenir la transmisión de esta bacteria son:
• Lavado de manos con agua y jabón. Esta es la medida más eficaz para evitar la transmisión. No son útiles las soluciones hidroalcohólicas.
• Limpieza del entorno del enfermo (habitación, baño…) con lejía (1 parte de lejía por 10 de agua).
• Los pacientes hospitalizados tienen una habitación individual y el personal sanitario usa medidas de protección, como guantes y bata desechables, para evitar la diseminación de Clostridioides difficile a otros pacientes.

¿Son útiles los probióticos?

La eficacia de los probióticos es un tema controvertido sobre el que la comunidad científica aún no ha llegado a un acuerdo.

AUTORES

Cristina Bayo Sánchez. BIR Microbiología Clínica. Hospital Universitario de Navarra.
Alberto Gil Setas. FEA Microbiología Clínica. Hospital Universitario de Navarra.
Carmen Martín Salas. FEA Microbiología Clínica. Hospital Universitario de Navarra.
Carmen Ezpeleta Baquedano. Jefa de Servicio Microbiología Clínica. Hospital Universitario de Navarra