Dolor pélvico crónico y neuropatía del pudendo


Mónica Sanz del Pozo, Ángel García de Jalón Martínez, Raquel Espílez Ortiz, José Manuel Sánchez Zalabardo, Pedro Gil Martínez.

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El dolor pélvico crónico se define como todo el dolor crónico o permanente que se percibe en estructuras pélvicas tanto en hombres como en mujeres, y que suele afectar a la calidad de vida del paciente, llegando a influir también en la esfera sexual.

Existen múltiples causas que pueden ocasionar dolor pélvico crónico. En muchas ocasiones, el diagnóstico se realiza excluyendo otras patologías como infecciones, cistopatías, endometriosis, síndromes miofasciales…

¿Qué es la neuralgia del nervio pudendo?

Una de las patologías a descartar, es la neuralgia del nervio pudendo. Este nervio tiene una porción motora implicada en la contracción del esfínter anal externo, el músculo elevador del ano, músculos bulbo e isquicavernoso, esfínter ureteral externo, músculos perineales profundos y superficiales; y una porción sensitiva perineal y de genitales.

Este nervio puede estar dañado debido a variaciones anatómicas que predisponen a su lesión con traumatismos repetidos de baja intensidad o por lesiones ocasionadas tras procedimientos quirúrgicos.

La sospecha inicial de esta patología debe basarse en una historia clínica detallada compatible y una exploración física completa.

Habitualmente se requiere realizar pruebas como la resonancia magnética del suelo pélvico para descartar afectación a otros niveles, y las infiltraciones con anestésico local y corticoide en el trayecto del nervio ayudan a la orientación diagnóstica.

El tratamiento debe realizarse de forma escalonada en función de los hallazgos. Los analgésicos, antiinflamatorios y fármacos neuromoduladores como ciertos antidepresivos pueden emplearse para el tratamiento del dolor neuropático. Las infiltraciones tienen doble papel terapéutico y diagnóstico. La estimulación del tibial posterior, de raíces sacras y la estimulación transcutánea mediante TENS pueden tener un papel en el control del dolor.

El manejo multidisciplinar resulta fundamental. La fisioterapia del suelo pélvico contribuye al diagnóstico, descartando síndromes miofasciales perineales, y ayudando a mejorar la sintomatología.

El tratamiento mediante cirugía de descompresión del nervio pudendo, que se realiza actualmente por vía abdominal mediante laparoscopia, tiene unas tasas de éxito de hasta el 70% en manos expertas. La cirugía asistida por robot tiene un papel fundamental en esta patología, ya que el campo quirúrgico en el que se trabaja es muy pequeño y el robot permite mayor precisión y libertad de movimiento comparado con la laparoscopia, lo que reduce las tasas de complicaciones y mejora el resultado quirúrgico.

Esta cirugía consiste en la apertura de uno de los ligamentos que, en condiciones normales albergan al nervio, pero que en los casos de neuropatía del pudendo produce una compresión sobre este.

Habitualmente tras la cirugía existe una resolución inicial de los síntomas, seguido de otro periodo de empeoramiento del dolor, que tras unas semanas remite.

Como toda cirugía no está exenta de riesgos, siendo los principales aunque muy poco frecuentes la incontinencia urinaria y fecal por lesión del nervio.

AUTORES:

Mónica Sanz del Pozo, Ángel García de Jalón Martínez, Raquel Espílez Ortiz, José Manuel Sánchez Zalabardo. Adjuntos.

Pedro Gil Martínez. Jefe de Servicio.

Servicio de Urología. Hospital Universitario Miguel Servet.