La ecografía es una prueba de diagnóstico médico que utiliza ultrasonidos para obtener imágenes del sistema urinario: riñones, uréteres, próstata y vejiga. Valorar su tamaño, forma, ubicación, y lo más importante, su función. También, en determinados supuestos, las arterias y venas renales. Así como, es de utilidad para valorar estructuras colindantes. Puede utilizarse como guía para procedimientos intervencionistas como biopsias, punciones o drenajes de fluidos si así fuese preciso para el paciente.
¿Por qué motivo le han solicitado esta prueba?
Las indicaciones pueden variar según la situación clínica de cada paciente y las decisiones del médico tratante.
Las principales indicaciones son:
• Dolor abdominal: La ecografía renal puede ser solicitada si una persona experimenta dolor o molestias en la región abdominal, especialmente en el área de los riñones.
• Infección: Cuando hay sospechas de infecciones en el tracto urinario o cálculos renales, la ecografía renal puede ayudar a identificar la causa y evaluar el estado de los riñones.
• Hipertensión: La presión arterial elevada a veces puede afectar los riñones. La ecografía renal puede utilizarse para evaluar la estructura y la función renal en personas con hipertensión.
• Hematuria (sangre en la orina): La presencia de sangre en la orina puede indicar problemas en los riñones o en el tracto urinario.
• Prenatal: Durante el embarazo, la ecografía renal puede ser realizada para evaluar la anatomía y función de los riñones del feto.
• Seguimiento de enfermedades renales. Pacientes con enfermedades renales crónicas pueden someterse a ecografías renales periódicas para evaluar la progresión de la enfermedad y determinar el estado de los riñones. Para evaluar la presencia de quistes, la ecografía renal destaca por su alta sensibilidad, disponibilidad y bajo coste. Ofrece en tiempo real grandes posibilidades diagnósticas dentro del proceso asistencial del paciente pero no por ello es concluyente en todos los casos ecografías para evaluar la función del riñón trasplantado y detectar posibles complicaciones.
¿Necesita preparación previa?
Sí es necesaria una preparación sencilla. Tanto en hombres como en mujeres, se recomienda beber 1 litro de aguadurante la hora previa a la exploración. El motivo es que la repleción completa de la vejiga facilita su estudio y el de las estructuras anatómicas posteriores como la próstata, el útero y los ovarios.
¿Cómo se realiza la ecografía?
Para la exploración, se quitará la ropa y se pondrá una bata antes de acostarse en la camilla. Cuando esté acostado en la camilla, el ecografista aplicará un gel sobre la piel de la zona a explorar. Sobre el gel, deslizará un aparato pequeño llamado sonda, que está conectado al equipo ecográfico. La sonda transmite las imágenes adquiridas al ordenador incorporado en el ecógrafo.
En él, se recogen y almacenan las imágenes capturadas para transmitirlas posteriormente a ordenadores con grandes pantallas en las que el médico especialista en Radiodiagnóstico visualizará las imágenes adquiridas por el ecografista y, para realizar el informe para el médico solicitante.
Esta prueba no produce dolor ni ninguna otra molestia. La exploración puede durar de 10 a 20 minutos. Ofrece en tiempo real grandes posibilidades diagnósticas dentro del proceso asistencial del paciente pero no por ello es concluyente en todos los casos.
El ecografista le puede solicitar que respire profundo y aguante el aire dentro en algún momento de la exploración. En ocasiones, se solicita al paciente que orine para tomar después imágenes de la vejiga y medir el residuo postmiccional. Cuando es mayor del 20% de volumen de la vejiga repleccionada totalmente (algo que se mide previamente) puede indicar un mal vaciado de la vejiga por obstrucción prostática o uretral, o por debilidad en la contracción vesical.
Conclusiones
La ecografía renal destaca por su alta sensibilidad, fácil disponibilidad y bajo coste. También es una técnica inofensiva para el paciente. No produce ninguna radiación electromagnética. De ahí, su uso en embarazadas. Ofrece en tiempo real grandes posibilidades diagnósticas dentro del proceso asistencial del paciente pero no por ello es concluyente en todos los casos. A pesar de ser una herramienta muy valiosa tiene ciertas limitaciones.
No siempre puede proporcionar detalles tan finos como otras modalidades de imágenes: la tomografía computarizada, la urografía, el renograma o la cistografía. Para casos clínicos complejos se usa la resonancia magnética. Además, la obesidad o la presencia de gas en el intestino pueden dificultar la visualización de los riñones en algunos casos. Por tanto, hay supuestos en los que no es concluyente y es necesario realizar otras pruebas de imagen.