eHealth en los sistemas sanitarios ¿Hay cabida en ellos?


Mercedes González Eizaguirre, Carmen Oquendo Marmaneu, Isabel Moreno Lucente y Carmen Elias de Molins.

Print Friendly, PDF & Email
La salud electrónica es un nuevo modelo ya reconocido internacionalmente y en palabras de Lupiánez-Villanueva, “la eHealth no es el futuro de la medicina, es el presente”. Antes de realizar la comparativa es obligado hacer una reseña a la seguridad en el tratamiento de los datos existente que los modelos que rigen en los países de la Unión Europea que cuentan leyes homogéneas sobre la Protección de Datos y garantía de los derechos digitales, que regula férreamente los referidos a la salud.

Modelo de seguros sociales

Este sistema no se caracteriza por contribuir a la solidaridad, financieramente hablando, lo que para la implantación de la eSalud desde el punto de vista asistencial, supondrá en determinados supuestos, un obstáculo. Aunque la salud se considere un bien tutelado por el Estado, éste se limita a ser un regulador de los servicios y los fondos van a organismos financieros no estatales que son los responsables de prestarlos en orden a las cotizaciones que realizan los trabajadores y patronal. Los profesionales son autónomos y prestan sus servicios mediante contratos, ya sea por acto o presupuestados, lo que no les facilita la posibilidad de trabajar por la implementación de innovadores recursos asistenciales en el sistema.

Aunque el Estado normalmente aporta fondos adicionales destinados a temas de salud pública e investigación sanitaria, las novedades tecnológicas que puedan surgir no tienen traslación a la sanidad asistencial. La cartera de servicios que oferta el sistema suele ser complementada por el usuario con seguros privados. No obstante dependerá en gran medida de los países; Francia por ejemplo dispone de una legislación en el que están integradas las actividades de salud digital. En este modelo podría implementarse y sobre todo en caso de intensificarse la colaboración público/privada, siendo esta última donde caería la mayor carga financiera.

Modelo sistema nacional de salud

El control gubernamental, la financiación y la implicación del Estado en la gestión permite hacer planificaciones globales enfocadas a cumplir con el principio de acceso universal buscando fórmulas que tengan una relación equilibrada entre el costo-beneficio. De hecho, la extensión de la salud digital es superior en los países que tienen adoptado el modelo SNS.

Ya hay numerosos estudios que avalan que la digitalización de los servicios de salud no solo benefician al paciente, sino que pueden suponer si se incorporan de forma racional, un ahorro importante gracias a los servicios que puede dispensar la eSalud . Estas herramientas propiciarán el empoderamiento del usuario tanto en la gestión de su salud como de su enfermedad, la colaboración de las organizaciones con los agentes de tecnología sanitaria contribuyendo a definir nuevos modelos de desarrollo y por supuesto, a la sostenibilidad del Sistema.

En cuanto a los profesionales sanitarios y su papel en el modelo SNS les permiten afrontar las posibles deficiencias y aumentar exponencialmente la eficiencia de su actividad.

En el modelo de SNS se dan todas las circunstancias para instaurar la eSalud, especialmente en atención primaria, por las posibilidades que brinda de resolver algunos de los problemas existentes en la actualidad y fomenta la interconexión entre los agentes del sistema.

Modelo libre mercado

La salud es considerada como un bien de consumo que no tiene que estar protegida en su totalidad por los poderes públicos. Son las compañías privadas las que compiten entre sí en cuanto a las condiciones de cobertura que pueden contratarse en un modelo donde la financiación es privada y voluntaria y cofinanciada en el caso de los trabajadores, por éstos y los empresarios. La cobertura por tanto, es solo para los asegurados y se trata lisa y llanamente, de la ley de la oferta y la demanda.

Sí que existe una alta competitividad entre los proveedores para captar clientes, pero centrada en el usuario y/o empresa como consumidor individual de las prestaciones, sin una planificación global y fundamentada en la capacidad económica de quien suscribe el correspondiente seguro. Ello también origina servicios abiertos, dándose una gran movilidad entre compañías y un alto incentivo para la selección adversa de colectivos.

Los problemas de equidad y accesibilidad hacen muy difícil pensar en un proyecto que puede requiere de una población que goce de los mismos derechos a pesar de sus desigualdades Sí que hay que poner de relieve que en investigación e innovación las cantidades que se destinan son de las más elevadas del mundo, si bien su proyección y traslación no se dan en la asistencia sanitaria por carecer de la universalidad

AUTORES

Mercedes González Eizaguirre, Carmen Oquendo Marmaneu, Isabel Moreno Lucente y Carmen Elias de Molins.

Médicos Geriatría y Medicina Interna de los Hospitales San José y Obispo Polanco de Teruel y Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza