Ejercicio físico durante el embarazo


Paula Munárriz Giménez. Fisioterapeuta. Hospital Reina Sofía. Tudela

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El embarazo es una etapa única y transformadora en la vida de una mujer. Durante estos meses, el cuerpo experimenta cambios físicos y emocionales importantes. Muchas veces, se tiende a pensar que es mejor llevar una vida sedentaria durante este periodo, pero lo cierto es que, salvo en casos en los que el médico indique lo contrario, mantenerse activa puede ser muy beneficioso tanto para la madre como para el futuro bebé.

Beneficios para la madre

• Mejor capacidad metabólica y cardiopulmonar.
• Evita dolor lumbar.
• Previene diabetes gestacional, hipertensión, preeclampsia, macrosomía…
• Control de ganancia de peso.
• Mejor tolerancia a la ansiedad y depresión.
• Favorece los procesos del parto.
• Favorece una recuperación mas rápida tras el parto.

Beneficios para el feto

• Mejora el desarrollo psicomotor.
• Mejora la maduración nerviosa.
• Mejora la viabilidad de la placenta.
• Aumenta los niveles de líquido amniótico.

Beneficios para el bebé

• Normopeso en el nacimiento.
• Mayor puntuación en el test de Apgar.

¿Qué tipo de ejercicio es recomendable?

Se recomiendan ejercicios de bajo impacto (caminar, nadar, yoga prenatal), ejercicios de fuerza con modificaciones, movilidad, propiocepción y fortalecimiento del suelo pélvico.
La frecuencia recomendable es de al menos 2-3 veces por semana, con sesiones de 30-60 minutos. A una intensidad moderada (se debe poder hablar durante la actividad).
El ejercicio durante el embarazo debe ser controlado y adaptado a cada etapa.
Es muy importante que toda actividad física esté supervisada por profesionales y adaptada a las necesidades individuales de cada mujer. En este sentido, la fisioterapia desempeña un papel clave

El papel de la fisioterapia

El fisioterapeuta especializado en salud de la mujer puede guiar y acompañar a la embarazada durante todo el proceso. A través de un enfoque personalizado, puede:
•Diseñar programas de ejercicio seguro.
• Tratar molestias musculoesqueléticas propias del embarazo.
• Enseñar técnicas de respiración y relajación.
•Preparar el suelo pélvico para el parto.
•Ofrecer apoyo en la recuperación postnatal.

Gracias a la fisioterapia, muchas mujeres logran vivir su embarazo de forma más activa, consciente y saludable, mejorando su bienestar físico y emocional.

¿Cuándo no se recomienda hacer ejercicio?

Aunque el ejercicio suele ser seguro, existen ciertas situaciones en las que no está indicado. Por ejemplo, si hay riesgo de parto prematuro, sangrado vaginal, enfermedades cardíacas o hipertensión no controlada. Siempre debe consultarse con el profesional sanitario de referencia antes de comenzar cualquier programa de actividad física.

Conclusión

El ejercicio durante el embarazo, guiado por profesionales y adaptado a cada etapa, es una herramienta clave para mejorar la salud física y emocional de la madre y favorecer el desarrollo del bebé. Desde la fisioterapia podemos acompañar a las mujeres en este proceso con seguridad y confianza.