Es un método de alimentación complementaria muy extendido desde hace décadas en Estados Unidos y que últimamente está teniendo muy buena aceptación en Europa.
En 2008, Gill Rapey enfermera especialista en pediatría y matrona desarrollo este método que lo definió como: «ofrecer alimentos saludables, compartir la comida familiar, asegurarse de que es el bebé el que come sólo y confiar en él y en su capacidad de alimentarse por sí mismo con sus manos».
La lactancia materna o artificial está indicada hasta los 6 meses y a partir de esta edad se debe iniciar a introducir alimentos. Es en este momento cuando se plantean las 3 alternativas para la introducción: alimentos triturados con cuchara (la forma convencional), alimentos muy blandos en trocitos o alargados que pueden ser cogidos por las manos del bebé (BLW), o la opción mixta que conjuga ambas modalidades.
El método BLW consiste en alimentar al bebé combinando sólidos con la lactancia a partir de 6 meses. Está basado en la crianza respetuosa y la alimentación autorregulada por el bebé. Una manera de incorporar alimentos a la dieta sin pasar por purés y papillas, siendo el propio niño el que se alimenta con sus manos. De esta manera le permite descubrir sabores, texturas, colores y olores en la comida, favoreciendo de una manera más adecuada la relación con la comida. Así mismo les ayuda a desarrollar la coordinación ojo-mano y la masticación, también les permite comer a su ritmo, respetando sus tiempos de hambre y saciedad lo que evita que coma más de lo que necesita y previene la obesidad infantil.
Una buena adquisición de hábitos alimentarios en la infancia es fundamental para lograr un óptimo estado de salud en la etapa adulta y por esto la práctica del Baby Led Weaning puede ser muy positiva. A través de este método el niño adquiere un rol más activo, él mismo decide qué comer, cuánta cantidad quiere comer, el ritmo que lleva y controla su sensación de saciedad.
Es recomendable empezar con este método cuando el bebé se sostiene sentado casi sin apoyo y es capaz de sostener en la mano un trozo pequeño de alimento y lograr llevárselo a la boca, así como ser capaces de aplastar los alimentos blandos con las encías y labios y tragárselos.
Al principio la comida es un juego y el principal alimento es la lactancia a demanda. Pero hay que dejar que explore la comida y que coma a su ritmo, no se debe entretener ni distraerlo y nunca forzarlo para que coma más cantidad.
Se debe de comenzar con alimentos fáciles de coger. Se aconseja que la consistencia sea lo suficientemente firme para que se pueda coger sin deshacerse y lo suficientemente blanda para que se pueda masticar o aplastar con las encías ya que los dientes le irán saliendo progresivamente. A medida que pase el tiempo el niño será capaz de manejar trozos de comida de distintos tamaños y consistencias más complicadas.
AUTORAS:
Lucía Rivarés Garasa. Enfermera Especialidades Quirúrgicas. Hospital General San Jorge. Huesca
Ana Belén Mongío Pardo. Enfermera de Especialidades Médicas. Hospital General San Jorge. Huesca
Esmeralda Lobera Salvatierra. Enfermera Urgencia. Hospital General San Jorge. Huesca
Almudena Cañardo Yebra. Enfermera de Especialidades Médicas. Hospital General San Jorge. Huesca
Isabel Torres Jurado. Enfermera de Especialidades Médicas. Hospital General San Jorge. Huesca
Lucía Iglesia Carnicer. Enfermera Especialidades Quirúrgicas. Hospital General San Jorge. Huesca
Montserrat Opla Ascaso. Enfermera de Especialidades Médicas. Hospital General San Jorge. Huesca
Óscar Sambía Novellón. Enfermero Quirófano. Hospital General San Jorge. Huesca