El priapismo, una urgencia urológica


Marina Álvarez Cortés, Marta Fortún Belenguer, José Semper Pont, Silvia Miracle Huguet, José Miguel Berné Manero, Teresa Cabañuz Plo, Elena Carceller Tejedor, Laura Enguita Arnal, David Corbatón Gomollón y María Araceli Bono Ariño.

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El priapismo es una erección anormalmente prolongada y producida (generalmente durante más de 4 horas y sin ser resultado de deseo o estimulación sexual) que lejos de ser deseable, es una urgencia urológica.

El priapismo se produce por la persistencia de sangre en los cuerpos cavernosos que puede tener dos orígenes distintos: una patología arterial o una patología venosa.

El priapismo de origen venoso, de bajo flujo o isquémico, es el más frecuente (95% de los casos) y el más peligroso. Se produce por un acúmulo de sangre venosa en los cuerpos cavernosos por imposibilidad del retorno de esta. Así, se produce una erección completa y dolorosa, a excepción de en la zona del glande, que pone en peligro las estructuras de los cuerpos cavernosos al ser una sangre carente de oxígeno y que, por tanto, puede conducir a una isquemia y muerte de los tejidos. Puede producirse por fármacos, inyecciones intracavernosas, alcohol y drogas, enfermedades sanguíneas… aunque la causa más frecuente es idiopática (es decir, no se sabe el motivo).

El priapismo de origen arterial, de alto flujo o no isquémico, por el contrario, es más infrecuente y menos peligroso. Se produce por una persistencia de sangre arterial a nivel de los cuerpos cavernosos, generando una erección parcial, en ocasiones fluctuante y no dolorosa. Al ser una sangre rica en oxígeno, el riesgo de isquemia y muerte de los tejidos es mucho menor, y por tanto su tratamiento se puede demorar. Se suele producir en traumatismos peneanos o perineales, cirugías de priapismo u otras patologías peneanas, o idiopático, como el anterior.

Es muy importante, en el caso de presentar estos signos, acudir cuanto antes a un servicio de Urgencias para ser valorado por un urólogo, el cual diferenciará entre ambos tipos de priapismo, y actuará en consecuencia. En el caso de los priapismos venosos, se debe actuar rápido, ya que aquellos que persisten más allá de 72 horas no tienen ninguna posibilidad de recuperar la función eréctil.

AUTORES

Marina Álvarez Cortés, Marta Fortún Belenguer, José Semper Pont, Silvia Miracle Huguet. Médicos residentes. Hospital Universitario San Jorge. Huesca

José Miguel Berné Manero, Teresa Cabañuz Plo, Elena Carceller Tejedor, Laura Enguita Arnal, David Corbatón Gomollón. Facultativos especialistas de área. Hospital Universitario San Jorge. Huesca

María Araceli Bono Ariño. Jefa de Servicio. Servicio de Urología. Hospital Universitario San Jorge. Huesca